¿Qué hacer desde casa para aumentar la autoestima de nuestros niños y niñas?

Lo que les decimos a nuestros hijos e hijas es importante, pero los hechos lo son mucho más.

Esto es así por varios motivos, pero el principal es que los niños y niñas tienen poco desarrollado el lenguaje y comprenden peor a través de las palabras. Su modo natural de aprendizaje son las experiencias que tienen día a día.

En este sentido, aquí haremos un repaso a varios consejos de crianza para favorecer que la autoestima de los pequeños de la casa aumente.

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Consejos para reforzar la autoestima de nuestros niños en casa

Hay muchas cosas que podemos hacer durante el día que aumentan la autoestima y confianza de nuestros hijos e hijas, como por ejemplo las siguientes.

1. Hablarles con un tono suave y respetuoso

A los niños y niñas, al igual que a los adultos, no les gustan las personas que les hablan mal. Debemos intentar hablarles con amabilidad. Son más sensibles a los gritos.

2. Despiértales con cariño

En ocasiones, por las prisas del día a día, les despertamos de manera brusca, con rapidez y bastante estresados. Es importante dedicar un ratito a despertarles con un buen beso de buenos días. Al fin y al cabo ese despertar es lo primero que perciben de nosotros en el día.

3. No les pidamos que hagan todo bien, ni la perfección

Si corregimos frecuentemente les generamos un sentimiento de sobreexigencia y baja autoestima.

4. Hablar con ellos/as de cómo nos ha ido el día

Compartiendo nuestro día para que ellos/as quieran compartir el suyo. En ocasiones les interrogamos sobre su día en lugar de compartir el nuestro y esperar a que quieran compartir lo que les ha pasado.

5. Escucharles con toda nuestra atención y sin distracciones

Es clave para hacerles ver que tanto ellos/as como las cosas que comparten con nosotros son muy importantes.

6. Validar sus sentimientos sin juzgar o poner en duda

Cuántas veces nos dicen “no me gusta esto”, “No quiero hacer esto” y les solemos contestar “Sí te gusta pero ahora no te apetece” (por ejemplo).

Validar no se trata de hacer lo que ellos/as digan, sino empatizar, respetar. “Ya se que no te gusta, pero…” “Entiendo que quieres hacer X, pero…”.

7. Sonrisas y contacto físico

A veces, de nuevo por las prisas del día a día y nuestros propios problemas, nos sumergimos en una rutina donde todo es correr, prisa y caras largas. Dedicarles una sonrisa, ir más despacio y dar un abrazo les manda el mensaje de que les queremos y les aceptamos. Y esto a nosotros nos da también un respiro, un descanso, un “párate a pensar y a valorar”.

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8. Interesarnos por sus cosas

Quizás los personajes de sus dibujos preferidos no es algo que nos apetezca mucho conocer pero para ellos/as son sus cosas y son importantes. Es fundamental conectar con su mundo interior y con ellos/as.

9. Jugar

Es una manera de pasar tiempo con ellos/as y cuando pase el tiempo, esos recuerdos de juego serán un regalo para ambos.

10. Corregirles con respeto

Con cariño, sin amenazas, sin castigos. De este modo nos sentirán como un lugar seguro e identificarán los errores como oportunidades de aprender y no como fracasos o situaciones que deben ocultar para no ser castigados/as. Queremos que cuando tengan algún problema puedan hablar con nosotros, no que eviten que lo sepamos por miedo a qué les diremos.

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11. Cenar y comer juntos en la medida en que nuestros horarios nos lo permitan

Quizás en la mayoría de las casas sea más fácil coincidir en la cena. Es un momento para que todos y todas compartamos cómo nos ha ido el día.

Además en la mesa es un sitio adecuado para fijar normas (nos quedamos sentados/as, respetamos el turno para hablar…). Los niños y niñas que aprenden a respetar las normas se sienten más seguros de sí mismos.

12. Acompañarlos antes de dormir

Ese ratito previo a ir a dormir, donde estamos junto a ellos/as en la habitación, les leemos un cuento o charlamos sobre el día para acabar con un beso de buenas noches es una manera de hacerles sentir seguros/as.

Hay muchas más cosas que podemos hacer para favorecer su autoestima en el día a día. Quizás hay una última cosa acerca de la cual, aunque la damos por hecho, el mensaje no siempre les llega y es necesario que lo sepan. Es decirles: te quiero, me gusta mucho cómo eres. Estoy muy orgulloso/a de ti.