¿Cómo saber si tengo un problema de adicción al juego?

Quizás alguna vez te hayas preguntado, después de realizar una apuesta deportiva, de jugar a la lotería o bien de acudir al bingo con amigos y familiares; si tienes un problema de adicción al juego. Este es un motivo de preocupación relativamente común entre quienes de vez en cuando se involucran en esta clase de actividades y notan cómo poco a poco estas se van conformando como rutina.

Y es que la ludopatía o adicción al juego es, además de uno de los trastornos más dañinos que existen y en la actualidad, una de las alteraciones psicológicas más comunes en las sociedades occidentales, y supone un verdadero problema de salud pública que afecta a cada vez más personas jóvenes. Además, como ocurre con el resto de adicciones, llevan a la persona a desarrollar una serie de creencias de autoengaño para no tener que afrontar la realidad de que es necesario asistir a terapia y salir de ese bucle de dependencia. Por eso, en este artículo daremos un repaso a varios consejos para saber si tienes una adicción al juego, centrándonos en ver cuáles son los síntomas de la ludopatía y sus maneras de expresarse más comunes.

¿Soy ludópata? Señales para saber si sufres adicción a los juegos de azar

Las personas que desarrollan este tipo de adicción a los juegos de azar o apuestas deportivas suelen presentar una serie de características compartidas que pueden resumirse en síntomas psicológicos y físicos de malestar, además de maneras distorsionadas de interpretar la realidad. Veamos cuáles son.

1. Obsesionarse

Una de las primeras señales de que existe una adicción patológica al juego es la de obsesionarse con apostar en todo momento o con participar en juegos de azar en todo momento, en el sentido de que los pensamientos intrusivos acerca de lo que se siente al participar en esos juegos aparecen una y otra vez en la consciencia de la persona.

Las personas que tienen un caso de ludopatía piensan constantemente en el juego hasta el punto de centrar su vida en las apuestas y en los juegos de azar. Esto conlleva que a la larga acaben pensando y hablando durante todo el dia sobre su obsesión enfermiza.

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2. Negar el problema

Negar que existe un problema es otra de las características clásicas que suelen presentar las personas adictas al juego y en general con cualquier tipo de adicción.

En estos casos, la persona intentará esconder su problema por todos los medios y buscará en todo momento excusas para minimizar su adicción o distraer la atención sobre el problema que viene desarrollando desde hace tiempo.

La negación de su adicción hacia amigos y familiares sólo consigue postergar más el problema en el tiempo y que este sea cada vez más profundo.

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3. Necesidad imperiosa de jugar

La necesidad de jugar en todo momento, a cualquier hora del día independientemente de lo que uno esté haciendo también es otra de las señales de las personas adictas al juego.

Esta necesidad es tan grande que la persona pierde totalmente el control de su voluntad y es incapaz de poner freno a sus impulsos irrefrenables de apostar o jugar.

4. Cambios de humor

Los cambios de humor y la irritabilidad son frecuentes en los casos de ludopatía y también de cualquier otra adicción tanto química como comportamental.

Estos se manifiestan en un gran malestar cuando la persona no puede jugar ni llevar a cabo la conducta a la que es adicto y en una tendencia a mostrar una actitud hostil y de frustración ante el menor contratiempo.

5. Ausentarse

La persona que desarrolla un caso de ludopatía invierte una gran cantidad de tiempo en su adicción, lo que le hace ausentarse durante muchos momentos de l semana o incluso del día.

Esto significa que no podrá dedicarse a otras actividades diarias ni atender a sus responsabilidades cotidianas.

6. Cambio de hábitos

Los cambios de hábitos, pues, son habituales en casos de ludopatía ya que se dedica mucho más tiempo a jugar o a apostar, en detrimento de la realización de otras actividades que antes se realizaban normalmente.

Las personas con ludopatía suelen dormir menos, desatender a sus habilidades personales, sociales o familiares y frecuentar círculos sociales nuevos donde pueden desplegar con facilidad su nueva adicción.

7. Pedir dinero prestado

Las apuestas y los juegos de azar realizados de manera repetida requieren una gran inversión de dinero, es por eso que las personas con ludopatía suelen pedirlo prestado una vez lo han perdido. Esto conlleva que muchas veces pueden enojarse o irritarse con facilidad si no son capaces de acceder a ese dinero o si alguien decide negarse a prestarlo.

8. Justificación constante de la pérdida de dinero

Perder dinero es otro de los fenómenos habituales en personas con problemas de adicción al juego y constituye uno de los orígenes del malestar, el dolor y la frustración que sienten estas personas. Ante esto, el individuo que ha desarrollado ludopatía crea explicaciones externalizantes acerca de las causas de sus problemas en este sentido: una mala suerte culpa de terceras personas, una coinciencia desafortunada que no se volverá a repetir, etc.

Por eso decimos que la ludopatía erosiona la salud mental de una persona y también su situación económica y financiera personal, llegando a ocasionar mayor efectos sobre su estado psicológico.

9. Tendencia a endeudarse

El endeudamiento es la consecuencia lógica de la pérdida constante de dinero, un fenómeno que acaba destruyendo todo tipo de relaciones sociales en la persona adicta al juego.

A fuerza de pedir dinero prestado y de malgastarlo sistemáticamente, la persona con ludopatía acaba quedándose sola y sin nadie que acceda a prestarle más dinero. En muchos casos las personas valoran la idea de quitarse la vida al llegar a la ruina personal y económica.

10. Abandono del autocuidado

La obsesión enfermiza por el juego también tiene efectos devastadores en el cuidado personal y en los hábitos personales más básicos como son la higiene personal, la autoimagen y hábitos saludables como hacer deporte o comer bien.

Las personas con ludopatía tienden a desatender los cuidados básicos más elementales como cuidarse o asearse, ya que su vida se centra exclusivamente en el juego y en nada más.

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11. Sentir ansiedad generalizada

El desarrollo de síntomas de ansiedad o bien de trastornos graves asociados a la misma suele ser habitual en los casos de ludopatía.

Esta ansiedad es tan solo uno de los síntomas psicológicos que la persona puede desarrollar con el tiempo a medida que avanza su adicción, otros pueden ser el insomnio y el hambre emocional.

12. Desarrollar hábitos autodestructivos

Como hemos indicado, la ludopatía tiene como consecuencia que la persona llegue a desatender obligaciones diarias esenciales como pueden ser ir a trabajar, atender a responsabilidades personales y también sociales o familiares.

De igual manera, también es habitual el desarrollo de hábitos destructivos como pueden ser la consolidación de otras adicciones. Algunas de estas pueden ser el alcoholismo o la adicción a los tranquilizantes.

13. Distracciones frecuentes

El hecho de estar obsesionado todo el día con las apuestas y el juego posibilita que la persona acabe por no prestar atención a otros aspectos de su vida diaria.

Esto significa desatender o no prestar atención en el trabajo, en reuniones familiares, en el cuidado de los hijos o en reuniones con amigos.

14. Desarrollo de síntomas físicos

La ludopatía se relaciona también con el desarrollo de una serie de síntomas físicos de malestar que contribuyen a empeorar la salud mental de la persona. Algunos de estos síntomas pueden ser la sudoración excesiva, la taquicardia, el dolor o la tensión muscular, la agitación o el insomnio.

15. Desarrollo de tolerancia

La mayoría de las adicciones, al llegar a un punto álgido acaban generando el fenómeno de la tolerancia.

Este fenómeno consiste en que la conducta o la sustancia a la que se es adicto ya no ejercer el mismo efecto de bienestar en el organismo de la persona y por eso es necesario aumentar la dosis o apostar mayores cantidades de dinero en el caso de la ludopatía.

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