Entendemos por síndrome de Einstein un retraso en la aparición del habla; cuando se produce, el niño o niña no cumple los hitos evolutivos que debería haber conseguido según su edad.
Este retraso en el habla o el proceso de maduración más lento no es un marcador de patología, ya que en los niños con síndrome de Einstein observamos altas capacidades intelectuales sobre todo del pensamiento analítico y creativo. Asimismo, también muestran buenas habilidades motrices, una alta capacidad de memoria e intereses restringidos que se refieren a presentar un gran interés por algunos temas.
De este modo, este síndrome no aparece en ningún manual diagnóstico, y es necesario seguir investigando y estudiando para conocer más sobre él. Pero sí que se ha visto útil como diagnóstico diferencial del autismo, evitando así que niños con un desarrollo más lento del lenguaje sean clasificados erróneamente como autistas.
En este artículo veremos qué es el síndrome de Einstein y cuáles son sus características y síntomas definitorios.
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¿Qué es el síndrome de Einstein?
El síndrome de Einstein se define como un retraso en la aparición del habla. Los niños y niñas que lo desarrollan no hablan o lo hacen de manera incompleta cuando por edad deberían tener esta habilidad más desarrollada.
En términos generales, se ha establecido como criterio que los niños ya deberían expresar frases o expresiones de una sola palabra al año, periodo que se conoce con el nombre de holofrásico; a los 2 años tendrían que poder combinar las primeras palabras, de dos a más palabras (este hecho se conoce con el nombre de habla telegráfica); a los 3 años se produce un aumento del vocabulario; y a los 4 años el vocabulario del niño ya es similar al del adulto.
Vemos cómo son periodos bastante concretos, pero no todos los niños los cumplen igual. Se ha observado que un 15% de la población desarrolla el lenguaje de manera tardía. Entre ellos están los niños con síndrome de Einstein, quienes, como ya hemos apuntado, empezarán a hablar más tarde, pero una vez adquirida la habilidad no sufrirán afectaciones o alteraciones que señalen el retraso en el comienzo. Del mismo modo, también se observa que son sujetos que se muestran avanzados en otras áreas, sobre todo en el pensamiento analítico y creativo.
Este síndrome fue descrito y nombrado por el economista americano Thomas Sowell, con la función principal de distinguir sujetos con retraso en la aparición del habla y niños con diagnóstico de autismo. Actualmente sabemos que un síntoma del autismo puede ser el retraso en la aparición del lenguaje, pero este síntoma no es específico ni determinante de esta afectación; puede observarse retraso, pero no siempre se cumplirán los otros criterios para hacer diagnóstico de autismo.
Si nos fijamos en el nombre del síndrome vemos que este hace honor al conocido e importante científico del siglo XX Albert Einstein. este hecho se debe a que Einstein empezó a hablar de forma tardía, no formuló una frase completa hasta los 5 años, pero este desarrollo más tardío de esta habilidad no impidió que sus capacidades intelectuales progresaran de forma adecuada y se convirtiera en un genio.
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Síntomas definitorios del síndrome de Einstein
Como hemos visto, el término "síndrome de Einstein fue acuñado por Sowell". Sowell se unió posteriormente a Stephen Camarata para desarrollar una investigación sobre qué características eran las propias de las personas con este síndrome. El criterio principal sabemos que es que el niño no presenta un progreso normal en la aparición del habla, pero hay otros síntomas que nos pueden señalar que efectivamente padece este síndrome.
Algunas de estas características son: capacidades destacables en habilidades analíticas o musicales, con un dominio de las tecnologías superior a su edad; gran capacidad de memoria; gran tozudez (es difícil convencer a estas personas de que hagan algo que no quieren hacer); intereses selectivos, sobre todo relacionados con la música o la creatividad; retraso en la capacidad para controlar la micción e ir al baño; cuando algo les interesa centran completamente su atención en ello; muestran dificultades en la comunicación verbal los primeros años, adquiriendo la construcción adecuada de una oración no antes de los 4 años y presentan buen desarrollo de las habilidades motoras. Además, muchas veces tienen parientes con altas habilidades analíticas o musicales;
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El diagnóstico
Es normal que como padres estemos pendientes de cómo evoluciona nuestro hijo, preocupándonos si vemos que no cumple los hitos marcados en cada edad. Nuestra mente empieza a imaginarse las peores situaciones pensando que puede tener un problema grave, una discapacidad intelectual o autismo. Pero se conocen otras afectaciones que también cursan con retraso en el lenguaje.
El síndrome de Einstein no aparece como trastorno en ningún manual diagnóstico, ya que se ha observado que sus características definitorias no son determinantes de este trastorno; es decir, hay características de este síndrome que también presentan sujetos sin patología, y no todos los sujetos con este síndrome presentan unas capacidades intelectuales superiores. Así pues será necesario seguir investigando sobre esta patología porque actualmente la información que tenemos de ella es escasa.
Pero el diagnóstico de esta afectación sí que nos sirve para diferenciar y no hacer un diagnóstico precoz de síndrome del espectro autista. Si nos fijamos en los criterios descritos en el apartado anterior vemos que algunos coinciden o también se pueden presentar en el trastorno autista, como por ejemplo el síntoma principal de retraso del habla o los intereses restringidos.
Es por esta razón por la que los dos autores definieron el síndrome de Einstein para disminuir el sobrediagnóstico o diagnóstico incorrecto del autismo. Debemos tener presente que situar a alguien en una categoría, etiquetarlo, comporta una serie de efectos como la necesidad de tratamiento o trato distinto, por ejemplo, en el colegio. Por tanto, es importante que antes de clasificar a un sujeto dentro de una categoría, de un trastorno, nos aseguremos que realmente cumple criterios.
Pero el autismo no es el único diagnóstico similar a esta afectación. Existe un trastorno en la quinta edición del Manual Diagnóstico de la Asociación de Psiquiatras Americanos, denominado trastorno del lenguaje, que también presenta alteraciones en el lenguaje expresivo y comprensivo, aunque este tiende a perdurar y no mejorar como sucede con los niños con síndrome de Einstein.
Como hemos dicho, no todos los niños se desarrollan igual y esto no comporta que tengan un trastorno, ni todos los sujetos con patologías tienen las mismas características, haciendo así que asignar un diagnóstico en edades tempranas sea difícil, ya que los pequeños aún tienen que desarrollarse y no sabemos con certeza cómo será este proceso.
Asimismo, es fundamental tener en cuenta las señales de alarma o los hitos más comunes que muestran los niños en cada edad, pero siempre teniendo presente que estos no son determinantes ni causa directa de una discapacidad o problema de salud mental grave. Si tenemos dudas de si nuestro hijo puede tener algún tipo de afectación lo mejor es consultar con un profesional para descartar posibles patologías y en el caso de detectarse algún problema poder intervenir y tratar cuanto antes, puesto que de este modo prevenimos que evolucionen a alteraciones más graves.
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¿Cómo se trata el síndrome de Einstein?
Una vez hecho el diagnóstico y valorado todas las posibles patologías que pueden vincularse con los síntomas que muestra el niño, se procede a establecer y pautar el tratamiento más adecuado y adaptado al sujeto en particular. Se intenta que la intervención sea lo más personalizada posible, puesto que cada individuo es diferente, con dificultades, capacidades y entornos distintos.
De este modo, se valora cuáles son las dificultades más características de cada sujeto para así poder tratarlas. Por ejemplo, nos fijamos en si el problema del lenguaje solo es expresivo (esto quiere decir que presenta alteraciones en su modo de expresión con una extensión de vocabulario reducida y sin formular frases de manera completa), o si también muestra afectaciones en la comprensión.
En caso de tener alterada la comprensión ya se entiende que la expresión también se verá afectada y que, por tanto, la alteración será más grave y requerirá otro tipo de tratamiento. Estos sujetos, aparte de una dificultad en el habla, también tienen problemas para entender lo que les dicen, para comprender la información que reciben.
En definitiva, entendemos el síndrome de Einstein como un modo de categorizar los sujetos con dificultades en el habla, pero que muchas veces terminan por desarrollar altas capacidades e importantes logros, teniendo siempre presente que no está definido como una afectación médica y tampoco se sabe con seguridad qué influencia recibe del ambiente y qué porcentaje suponen los genes. Cabe recordar también que cada niño tiene tiempos diferentes de maduración y desarrollo, siendo este hecho completamente normal, sin necesidad de alarmarse por ello.