Las pruebas neuropsicológicas nos permiten evaluar a las personas para determinar el estado cognitivo y otras funciones superiores.
El Test de Retención Visual de Benton es una prueba utilizada para poder determinar si el paciente presenta un deterioro en la percepción y la memoria visual, así como en otro tipo de habilidades motoras que implican la copia y la reproducción de formas y dibujos.
A continuación te explicamos con más detalle en qué consiste y qué evalúa el Test de Retención Visual de Benton, cuáles son sus principales características, su modo de aplicación y correción, y los usos que se le da en la práctica clínica.
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¿Qué es y qué evalúa el Test de Retención Visual de Benton?
El Test de Retención Visual de Benton es un test neuropsicológico originalmente desarrollado por A.L. Benton y diseñado para evaluar el deterioro cognitivo en tres áreas principales: la percepción visual, la memoria visual y las habilidades visoconstructivas.
La percepción visual es un concepto que implica la interpretación que realiza nuestro cerebro de los distintos estímulos recibidos a través del sentido de la vista. Esta percepción engloba todo un conjunto de procesos mediante los cuales la persona organiza, selecciona e interpreta, de forma significativa y mediante su experiencia previa, la información visual. Es un proceso activo en el que no solo se capta información, sino que también se transforma y se le da sentido y coherencia.
En lo que respecta a la memoria visual, nos permite identificar un estímulo, examinarlo y asignarle un significado. Este tipo de memoria implica un proceso de percepción, codificación, almacenamiento y recuperación del conocimiento almacenado y de las representaciones surgidas del procesamiento cognitivo. La memoria visual utiliza información para evaluar, comparar y localizar objetos, lugares y personas, mediante la construcción de una imagen mental.
Por su parte, las habilidades visoconstructivas hacen referencia a la capacidad que tenemos para planificar y ejecutar los movimientos necesarios para organizar una serie de elementos en el espacio y formar dibujos y estructuras bidimensionales o tridimensionales.
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Características
El Test de Retención Visual de Benton ha demostrado su sensibilidad a los problemas de lectoescritura, problemas de aprendizaje no verbal, daño cerebral traumático, trastorno por déficit de atención, Alzheimer y otras formas de demencia.
Este test se ha validado como eficaz en la evaluación de las dificultades en la percepción de las relaciones espaciales y en el recuerdo de estímulos visuales recién adquiridos, así como para el diagnóstico del daño cerebral, tanto en niños como en adultos.
Los estudios realizados confirman que el test es fiable y se da una correlación entre las distintas formas de la prueba, aunque hay evidencias de que la administración A en la forma C parece ligeramente más sencilla que las formas D y E.
La validez del Test de Retención Visual de Benton ha sido igualmente confirmada, utilizando otras pruebas neuropsicológicas, como el Test de la figura compleja de Rey o la prueba de cubos del WAIS, y también mediante la comparación entre diversos grupos de pacientes (con deterioro y alteraciones cognitivas) y sujetos sanos.
Con todo, este test neuropsicológico parece que no presenta sensibilidad específica a lesiones en el hipocampo del hemisferio derecho, a diferencia de otras pruebas como el Test de Memoria de Caras de Warrington o el Subtest de Memoria de Caras de la Wechsler (WSM-III).
Modo de aplicación e interpretación
El Test de Retención Visual de Benton posee 3 formas alternativas (C, D y E), y al mismo tiempo equivalentes, que pueden administrarse en diferentes condiciones. Durante la prueba, al paciente se le presentan 10 tarjetas (la mayoría contienen 3 figuras, dos grandes y una pequeña) durante varios segundos, con diseños únicos en cada una de ellas.
Después de que transcurre el tiempo de cada una de las administraciones, se solicita a la persona que realice una reproducción de forma inmediata del diseño de cada tarjeta (en un ejercicio de memoria visual).
En la segunda fase, se le pide que copie de cada uno de los 10 diseños de tarjetas, con las tarjetas a la vista. Los resultados de cada tarea se evalúan y se transcriben en seis categorías: omisiones, distorsiones , conservaciones, rotaciones, extravíos y errores de tamaño.
La puntuación final varía desde 0, si se cometen multitud de errores, hasta 10, si está todo correcto. Se debe corregir el test teniendo en cuenta la edad del paciente y su coeficiente intelectual.
A continuación, se detallan los cuatro tipos posibles de administración de la prueba:
- Exposición durante 10 segundos y reproducción inmediata del recuerdo.
- Exposición durante 5 segundos y reproducción inmediata del recuerdo.
- Copia de los dibujos (sin tiempo límite). Para adultos mayores con deterioro cognitivo avanzado.
- Exposición durante 10 segundos y reproducción diferida del recuerdo (a los 15 segundos).
Usos clínicos del test
El Test de Retención visual de Benton es sensible al deterioro cognitivo, las lesiones cerebrales y varias enfermedades mentales, aunque es difícil poder diagnosticar un trastorno en particular mediante esta prueba.
En lo que respecta a los resultados del test, se ha demostrado que una gran cantidad de perseveraciones podrían sugerir daño en el lóbulo frontal, mientras que muchas omisiones en los diseños periféricos sugerirían un posible trauma cerebral, especialmente en el lóbulo parietal derecho.
Por otra parte, el rendimiento general en el test no parece distinguir entre personas con daño unilateral en el hemisferio izquierdo o derecho. No obstante, parece ser que los clínicos son capaces de distinguir entre deficiencias motoras, perceptivas o de memoria, en función del análisis de los resultados del test.
Las enfermedades que han demostrado reducir, en gran medida, la puntuación del test en un individuo son: las demencias, lesiones cerebrales, el accidente cerebrovascular talámico y la enfermedad de Alzheimer.
Tanto la versión de copia como la de recuerdo parecen ser especialmente sensibles a la detección de demencias, y podrían ayudar a identificar a sujetos en riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en un futuro. Asimismo, el test también ha sido capaz de detectar a niños con dificultades de aprendizaje.
Por último, cabe destacar que el Test de Retención Visual de Benton fue una de las pruebas incluidas en la batería NCTB de la Organización Mundial de la Salud hace más de 30 años, con el objetivo de poder identificar los efectos provocados por la exposición química en el sistema nervioso humano; desde entonces, se ha seguido utilizando para evaluar dicha exposición en los lugares de trabajo, mostrando una alta sensibilidad a varios componentes químicos, como el mercurio, el plomo o los pesticidas.
Referencias bibliográficas:
- Benton, A. L., Abigail, B., Sivan, A. B., Hamsher, K. D., Varney, N. R., & Spreen, O. (1994). Contributions to neuropsychological assessment: A clinical manual. Oxford University Press, USA.
- Benton, A. L., Varney, N. R., & Hamsher, K. S. (1978). Visuospatial judgment: A clinical
- test. Archives of Neurology, 25, 364-367.
- Vidal, J. L. B., & Campos, E. R. (2009). El test de retención visual de Benton en lesionados cerebrales adultos. Quaderns de Psicología, (18), 19-35
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