El Papel de la Familia en la Recuperación de Adicciones

Las adicciones son un grave problema que tienen un fuerte impacto en la salud, tanto física como emocional, de las personas que las sufren. Además, puede generar muchas dificultades en los diversos ámbitos de la vida de la persona, especialmente en el entorno familiar debido a la falta de comprensión.

En este artículo nos centramos en abordar la importancia que tiene el papel de la familia en el proceso de recuperación de las adicciones. También hablaremos, de forma básica, sobre esta enfermedad y el impacto que puede generar en una familia. Por último, mencionaremos algunas estrategias que pueden ser útiles para las familias que se encuentran en una situación similar.

Comprendiendo las adicciones

En la actualidad las adicciones se encuentran clasificadas dentro de los trastornos mentales. Si bien es cierto que, en la mayoría de ocasiones, se asocian al consumo abusivo de determinadas sustancias nocivas para el organismo, pueden desarrollarse otro tipo de adicciones que no implican sustancias (ciberadicción, ludopatía, etc.).

Estos patrones conductuales de consumo generan alteraciones en determinadas áreas y funciones del cerebro y tienen graves consecuencias para la salud física y emocional de la persona. Se considera que, para darse una adicción, el patrón de consumo persiste a pesar de las consecuencias negativas que el mismo está generando en la vida de la persona.

Son muchos los factores que pueden influenciar en el desarrollo de una adicción. Se destacan aspectos biológicos, la predisposición genética, factores psicológicos individuales y también aspectos sociales. Cada persona es diferente y, por ello, no hay una única explicación que sirva para todo el mundo.

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Impacto de una adicción en la familia

Tal y como comentamos anteriormente, el hecho de que una persona desarrolle un trastorno por adicción tiene un fuerte impacto en las diferentes áreas de su vida. Este aspecto incluye el ámbito relacional y, dentro de este, destacamos especialmente el ámbito familiar.

Las dinámicas que se establecen durante el desarrollo de la enfermedad pueden ser muy dolorosas para las personas que conforman el núcleo familiar. En muchas ocasiones, cuando la persona toma acción y empieza un tratamiento, la familia se siente agotada por todo lo que se ha vivido previamente y el vínculo puede llegar a estar muy desgastado.

Aspectos como la incapacidad para reconocer el problema, las mentiras y los engaños que pueden llegar a darse a nivel intrafamiliar, la falta de motivación para el cambio además de la incomprensión y otro tipo de problemas económicos o sociales, pueden ser algunas de las situaciones que las familias hayan tenido que hacer frente durante un periodo de tiempo prolongado.

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El papel de la familia en la recuperación de las adicciones

Pese a que la familia no puede hacer el proceso de recuperación por la persona que padece la enfermedad, sí tienen un papel fundamental en el desarrollo del proceso. La unidad familiar puede llegar a convertirse en el principal apoyo y sostén de la persona y esto es un aspecto clave a lo largo del proceso, especialmente en la prevención de recaídas.

Su implicación en la rehabilitación puede darse de diversas formas y es importante que sigan las indicaciones de los y las profesionales que intervienen en el proceso de recuperación. Una buena educación y comprensión del trastorno de adicción es básica y necesaria para poder acompañar a la persona y, del mismo modo, seguir cuidando del entorno familiar.

Otra de las formas en las que la familia puede contribuir en el proceso, además de asistiendo a las sesiones o terapias, es contribuyendo a la creación de un espacio seguro, cálido y, sobre todo, libre de sustancias. Además, es crucial que la familia aprenda a identificar los elementos desencadenantes y los signos de alarma para poder tomar una actitud proactiva.

Por supuesto, un aspecto fundamental en el proceso de recuperación es la comunicación intrafamiliar. Es necesario que se establezca un estilo de comunicación asertiva, honesta, abierta y fluida entre los miembros que conforman la unidad familiar. Esto ayudará a establecer límites claros y concisos que cuiden a todas las personas dentro de lo posible.

Este puede llegar a ser un proceso arduo tanto para la persona que se está recuperando de la adicción como para las personas que están en su entorno y quieren acompañarle. El autoconocimiento, la autoobservación, la autorreflexión y, por supuesto, el autocuidado son aspectos especialmente relevantes a lo largo del camino.

Estrategias para familiares

Como decíamos antes, el proceso puede resultar complejo y despertar un sinfín de emociones —tanto agradables como desagradables—. De ahí la importancia de poder cuidar de los cuidadores también y tomar consciencia del propio estado individual. Saber cuáles son las propias necesidades y los propios límites es crucial en este proceso.

Además del autocuidado, el establecimiento de límites claros y concisos, la educación sobre adicciones y las estrategias de comunicación abierta y asertiva es importante que las familias tomen conciencia de sus propias necesidades y pidan ayuda si lo consideran necesario. Existen opciones de terapia individual, pero también terapia grupal y grupos de apoyo que son opciones realmente interesantes.