El uso de los teléfonos móviles ha irrumpido con fuerza en nuestros hábitos de vida, y ya es una constante en buena parte de los países del mundo, incluso en aquellos en los que hay grandes bolsas de pobreza. Esto ha hecho que el uso de smartphones y similares deba ser abordado por la psicología en general, y por la psicología clínica y sanitaria en particular.
Por eso, aquí hablaremos con Matías Miguel López Ruiz, psicólogo con amplia experiencia en la adicción al teléfono móvil, la cual afecta sobre todo a la gente más jóven.
Matías Miguel López Ruiz: la psicología aplicada a la adicción al móvil
Matías Miguel López Ruiz es Psicólogo General Sanitario y miembro del equipo del centro de psicología BarnaPsico, situado en Barcelona, barrio de Les Corts. Aquí nos habla sobre su experiencia ayudando a personas que han llegado a depender constamtemente de su móvil.
Qué es para usted la adicción al móvil?
Pienso que la adición al móvil surge cuando el usuario presenta dependencia al móvil que le afecta emocionalmente, mentalmente y físicamente. Emocionalmente en su estado de ánimo y personalidad, mentalmente en su rendimiento académico y laboral, y físicamente en su salud corporal. Es decir, cuando afecta a su vida cotidiana, incapacitándolo a la hora de intentar tener una vida saludable.
¿Cuál es el grupo de edad más numeroso que es adicto a esta dependencia? Coincide con el grupo de gente que le pide ayuda para intentar eliminar esta necesidad de estar con el móvil todo el día?
La adicción puede aparecer en cualquier edad, pero puede que entre los 18 y los 25 años se dé más esta dependencia.
Mayoritariamente trato niños y adolescentes, la adicción al móvil es una de las preocupaciones de los padres que se da más a menudo. A los pequeños es más fácil limitarles el tiempo, pero en el caso de los adolescentes se hace más difícil, porque el Whatsapp, Instagram y Facebook son las herramientas que más utilizan en sus interacciones comunicativas y sociales.
Mi opinión es que las aplicaciones, videojuegos, y redes sociales están diseñadas para ser integradas en la conciencia colectiva de manera natural y automatizada, es decir, que formen parte de nuestras necesidades cotidianas, en la primera línea de lo que nos motiva. Es decir, se ha convertido en una necesidad automatizada y por tanto inconsciente. Por ejemplo, nuestras manos necesitan automáticamente tener en las manos el móvil, sea o no útil en ese momento.
Según su criterio, ¿cree que las personas que sufren esta dependencia son conscientes de ella? ¿O es un grupo más numeroso el de aquella gente que a pesar de negarlo, tienen los síntomas principales que dictaminan si son dependientes o no del móvil?
Afortunadamente, esta adicción o dependencia no se da en todas las personas, normalmente sólo en los casos de las que presentan esta alteración psicológica que afecta su personalidad y conducta.
Las personas adictas lo suelen negar porque no quieren salir de esta dependencia. Las personas que son conscientes del efecto negativo en su vida suelen pedir ayuda, porque el uso del móvil está deteriorando su bienestar personal, social y físico. En lugar de una herramienta productiva, se convierte en un sufrimiento y en su peor enemigo.
¿Hasta qué extremos puede llegar una persona con este tipo de dependencia? ¿Cuáles son las peores consecuencias de la adicción al móvil?
Se habla de la nomofobia como el miedo irracional a los factores que pueden ocasionar no tener el móvil, como por ejemplo: falta de batería, fuera de cobertura, falta de saldo, cuando deja de funcionar... Hay personas para las que esto se convierte en un drama, altera sus emociones, se ponen nerviosas, ansiosas e incluso agresivas.
También puede llevar al aislamiento social y falta de comunicación real. En los adolescentes, facilita el bajo rendimiento escolar, incluso el fracaso escolar. En los adultos, falta de comunicación familiar (pareja, hijos, etc.) y bajo rendimiento laboral con la posibilidad de despido, entre otros.
La adición al móvil puede ser uno de los factores que provoquen algún tipo de trastorno de estado de ánimo, personalidad, sexual... y esto puede conllevar necesidad de tratamiento psicológico y/o psiquiátrico.
¿Cuáles son los síntomas que una persona debe tener para considerarse adicto al móvil?
Los principales son:
- Dependencia emocional, mental y física.
- Consultas compulsivas, no importantes ni urgentes.
- Comer con el móvil
- Falta de escucha activa y atención en las conversaciones, porque se está atento o utilizando el móvil simultáneamente.
- Pérdida de habilidades sociales y comunicativas.
- Se deja de hacer deporte u otros hábitos saludables. Pérdida de interés para realizar actividades que no estén relacionadas con el uso del móvil.
- Necesidad de cobertura en todos los lugares donde la persona está presente.
- El móvil está siempre encendido y disponible.
- Búsqueda compulsiva de enchufes que permitan recargar batería.
- Mal humor, frustración, rabia, ira, nervios, inquietud ...
Cree que las nuevas generaciones sufren más este tipo de dependencia, ya que utilizan el móvil de manera inapropiada (cantidad de horas que se pasan con ellos) o poseen uno desde que iban a primaria?
Ya desde pequeño se predispone al niño a esta adicción. Hay padres que prácticamente le dan el móvil al pequeño para que se entretenga y los deje tranquilos. Claro, el niño se acostumbra, se va haciendo adicto de forma natural y se convierte en un hábito fijo, que como todos los hábitos fijos cuestan mucho cambiar, sobre todo en la adolescencia y adultez. Debemos hacer consciente de que las innovaciones tecnológicas de los móviles buscan, cada vez más, captar más la atención del usuario, y lo conducen a hacerlo más dependiente de esta herramienta.
Entonces cabe preguntarse, entre otras preguntas: ¿Estoy al servicio del móvil y me controla ? ¿El móvil está a mi servicio y lo controlo? ¿Para qué utilizo el móvil? ¿Es necesario que pase tantas horas al móvil? ¿Cómo me está afectando el móvil en mi vida personal y social?
Cree que los beneficios de tener el móvil como herramienta de trabajo o como un aparato lúdico, son más que las consecuencias que puede conllevar ser adicto a él debido al gran número de horas que se pasa habitualmente con el teléfono?
Como en todo, los extremos no son buenos. Se puede hacer un buen uso de las nuevas tecnologías, utilizar el mobil de manera constructiva para el trabajo, para investigar, explorar, tener más cultura, estudiar, comunicarse (romper el hielo para los más tímidos) , jugar de vez en cuando a un videojuego , como entretenimiento... Creo que el tema está en poner límites y buscar o recuperar otras motivaciones y actividades en la vida que no hagan necesario el uso del móvil.
¿Se puede evitar ser adicto al móvil? ¿Cómo?
Como cualquier adicción, se puede tratar y buscar un profesional que ayude a la persona adicta. Este profesional le ofrecerá herramientas y técnicas psicológicas para afrontar esta dependencia. Yo, normalmente (y dependiendo del caso) recomiendo entre otras cosas realizar una búsqueda de otras motivaciones.
Por ejemplo, si siempre me ha motivado hacer deporte y lo he dejado por el hecho de utilizar adictivamente el móvil, debo recuperar esta afición. También la toma de consciencia de los perjuicios del uso del móvil: ¿Cómo me afecta emocionalmente ? ¿Cómo me afecta en mis relaciones y vida social? ¿Cómo me afecta en mi salud física? ¿En qué me ha convertido el móvil? ...