Seamos sinceros: el tema de los celos suele ser la piedra en el zapato de muchas relaciones de parejas, especialmente cuando están iniciando y cultivando el vínculo.
Aunque es un tema que puede afectar muchísimo a ambos miembros de la relación amorosa, siempre hay manera de gestionar la situación para que sea mucho más llevadera, y que reine el respeto y la confianza.
Hablemos sobre algunas de las estrategias prácticas que puedes implementar para superar los celos en una relación de pareja que empieza.
¿Por qué celo tanto a mi pareja?
Una de las mejores formas de aceptar una emoción es poniéndole nombre, apellido y definición. Si hablamos de los celos, podríamos definirlos como una emoción que se manifiesta intensamente cuando se percibe una amenaza o riesgo de perder algo deseado, amado o que se considera propio. Y, no, no solo ocurre en relaciones de pareja, pero en esto nos enfocaremos hoy.
Puede haber muchas razones que den origen a los celos en una relación de pareja que empieza. En esta etapa, en las que ambas partes aún están conociéndose, la seguridad con respecto al otro apenas está formándose. Si no hay suficiente confianza mutua, se empiezan a abrir espacios para que los celos crezcan.
Hablando de confianza, también se ha confirmado a través de los años que tener una baja autoestima y poca seguridad en sí mismo o misma, tiene mucha influencia en la aparición de los celos. Esto ocurre porque la persona puede no confiar en sus habilidades, en lo que le hace valioso, por lo que podría pensar con muchísima más facilidad que no merece a su pareja o que no está a su altura.
Por otro lado, el hecho de haber vivido historias de infidelidad, traición e incluso un apego inseguro durante la etapa de crianza puede impactar negativamente en las relaciones de pareja, lo que también puede estar muy conectado a la dependencia emocional y el miedo a perder a la pareja.
Esto nos lleva a otro punto importante y es el miedo a estar solo. A algunas personas se les dificulta más que otras el hecho de lidiar con la soledad, por eso el miedo a quedarse solo o a no conseguir a nadie más como esa persona pueden activar las alarmas que causan los celos.
Un punto que no puede quedar afuera es la necesidad de posesión: creer que esa persona que amamos nos pertenece o que es, incluso, una extensión de nosotros mismos. La idea (equivocada) de que hay que saber exactamente todo lo que hace y piensa la pareja puede desencadenar problemas de celos.
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¿Qué rasgo o trastorno puede estar detrás de los celos?
Aunque existen muchas otras causas que puedan ser detonantes de los celos, también es importante tener en cuenta que algunas personas pueden manifestar algunas características propias de la personalidad paranoide.
Es decir, tener cierta predisposición a pensamientos paranoicos genera dificultades al intentar confiar en los demás, y por esta razón se le pueden atribuir intenciones maliciosas a la pareja, lo que hace que la persona adopte una postura defensiva.
Por último, es importante que sepas que los celos patológicos (celotipia o síndrome de Otelo) son considerados por el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-5) como un subtipo de trastorno delirante.
Este subtipo específico se distingue por la falta de confianza y por la presencia de pensamientos obsesivos, incontrolables y recurrentes relacionados con posibles traiciones en la pareja, lo que trae muchos problemas a la relación. Aunque con voluntad algunas cosas pueden mejorar, estos casos generalmente requieren atención psicológica.
Estrategias para gestionar los celos en una relación nueva
Aunque, en cierto grado, es natural que los celos aparezcan, especialmente cuando una relación apenas está empezando, es importante saber que es posible gestionarlo de una manera distinta, poniendo como foco la construcción de una relación sana.
En las siguientes líneas compartiremos algunas herramientas que puedes aplicar si sientes que los celos están dominando tu relación de pareja.
No te culpes, mejor responsabilízate
Ok, ya lo aceptaste: sientes celos. ¿Para qué crees que sirve culparte una y otra vez de esta situación? Exactamente, para nada. Y, por supuesto, tampoco es útil culpar a tu pareja por tus celos. En lugar de eso, puedes reconocer, validar y gestionar esa emoción.
La autocompasión implica tratarte de forma amable y es lo recomendable en estos casos. Reconoce los celos y ve a la raíz, para entender qué mensaje vienen a mostrarte. Si puedes que no puedes hacerlo en soledad, háblalo con alguien… Preferiblemente una persona de suma confianza o un terapeuta.
Reconoce los pensamientos intrusivos
Es bastante usual que los celos vengan acompañados de pensamientos intrusivos dignos de un Oscar. Pero, si te lo preguntas de manera objetiva, ¿cuántas veces estos pensamientos son reales?
En lugar de darle rienda suelta a la imaginación, pregúntate si hay evidencia que sustente esas escenas que surgieron en tu cabeza o si son simplemente fruto de tu ansiedad. Una vez que las reconozcas, puedes empezar a desafiarlas y reemplazarlas por pensamientos que sean más realistas.
Cultiva el amor propio y la confianza en ti mismo
La seguridad emocional es la base para construir relaciones saludables. Cuando te valoras y confías en tus capacidades, eres menos propenso a sentir celos. Dedica tiempo a conocerte mejor, a descubrir tus fortalezas y a trabajar en tus debilidades. Al fortalecer tu autoestima, te sentirás más seguro en la relación y menos necesitado de validación externa.
Fortalece la confianza en tu pareja
Como mencionamos antes, la falta de confianza puede hacer estragos, sea en tu pareja o en ti. En estos casos, cuando se está desarrollando un vínculo en una relación de pareja que comienza, es necesario que ambos trabajen en fortalecerla.
Ambos miembros de la pareja pueden demostrar la confianza en el otro cumpliendo sus promesas (por más pequeñas que sean), siendo honestos el uno con el otro y comunicándose sin ambigüedades. De esta forma, se reducirán las inseguridades y, por tanto, los celos.
Habla con tu pareja sobre tus celos
Cualquiera podría pensar que no tiene sentido hablarle a la pareja de los celos propios. Y, sí, a veces da miedo abrirse y mostrarse con miedos y vulnerabilidad, pero si de verdad confías en tu pareja y quieres trabajar en la relación, es importante que es posible trabajar juntos en esto.
Cuando sientas celos, habla con tu pareja sobre cómo te sientes de manera calmada y respetuosa. Cuéntale qué te preocupa, cómo te hacen sentir sus acciones o palabras o simplemente qué ha estado pasando por tu cabeza. Al compartir tus miedos, podrás trabajar juntos para encontrar soluciones. E, incluso, tu pareja podría ayudarte a fortalecer tu seguridad.
Comunica tus límites
Una de las formas de cuidar de ti y de tu bienestar emocional es establecer límites claros. Si hay alguna situación que te supera o te parece inapropiada, cuéntale a tu pareja qué te hace sentir incómodo o inseguro.
Comunicar tus límites es dejarle claro al otro no solo qué se siente bien o mal para ti, sino también cuáles son esas situaciones que no estás dispuesto o dispuesta a tolerar. Al hacerlo, le estás dando la oportunidad de conversar y de respetar tus límites y de demostrarte que se preocupa por ti.
No le eches leña al fuego
Evita comportamientos que puedan exacerbar los celos. Es decir, acciones tan comunes y a al mismo tiempo tan dañinas como:
- Querer controlar todo lo que hace tu pareja.
- Revisar su teléfono.
- Intentar provocarle o darle celos.
Estos comportamientos solo servirán para destruir la confianza en la relación lo que a su vez aumentará más la inseguridad mutua.
Avance Psicólogos
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Centro de Psicología en Madrid
Confía en tus habilidades para enfrentar la soltería
No, la idea no es pensar lo peor ni augurar el fin de la relación, sino asegurarte de que, independientemente de que estés bien sola o solo.
Si recuerdas que eres capaz de suplir tus necesidades aunque no estés con tu pareja actual, tendrás mayor sensación de seguridad en la relación.
Algo que puede servirte para lograrlo es cultivar tus intereses, pasar tiempo con tus amigos y disfrutar de tu propia compañía. Así te sentirás menos dependiente de tu pareja.