Cada relación de pareja es única y, del mismo modo, la forma en la que nos sentimos durante la misma o cuando esta acaba también es muy personal. Por mucho que podamos encontrar situaciones aparentemente similares en nuestro entorno, no hay dos experiencias iguales.
Algunas personas se cuestionan por qué no viven estos procesos de duelo cuando sus relaciones de pareja acaban. En este artículo hablaremos sobre duelo y los factores que influyen en cómo lo vivimos. Esto nos permitirá adentrarnos en responder si realmente es normal no sufrir nunca un duelo tras una ruptura de pareja.
Comprendiendo el duelo
Por suerte, cada vez es más frecuente escuchar hablar sobre duelo y normalizar que es un proceso que se produce de forma natural cuando experimentamos una pérdida. Sea del tipo que sea (ruptura amorosa, perder de un trabajo, cuando nuestras expectativas no se cumplen, perder una relación de amistad, etc.) y no solo cuando un ser querido fallece.
Es elemental recordar que, a pesar de ser un proceso universal —es decir, que todas las personas experimentan en algún momento de sus vidas—, sus características dependen de cada situación. Son muchos los autores que han investigado este tema.
Se han popularizado las fases del duelo (negación, ira, negociación, depresión y aceptación), pero debemos recordar que cada persona es diferente y que el duelo no es un proceso lineal. Ni todas las personas experimentan todas las fases propuestas ni el hecho de estar en una implica que no podamos volver a sentir algo que ya hemos sentido (sin que eso implique un retroceso en el proceso o empeoramiento).
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Factores que influyen en el proceso de duelo
Tal y como es de esperar, son diversos los factores que pueden influir en el desarrollo de un proceso de duelo. A continuación se mencionan algunos de los principales elementos a tener en cuenta, aunque no son los únicos.
A nivel individual, es importante tener en cuenta aspectos como el estilo de apego—especialmente cuando hablamos de duelo tras la pérdida de un vínculo, bien sea por muerte o por ruptura de una relación—, las experiencias previas vividas, la resiliencia y el estilo de personalidad, por ejemplo.
Focalizando en el duelo relacional, deberemos atender aspectos como el tipo de relación que había, las dinámicas vinculares que se habían establecido, la calidad percibida de la misma y, por supuesto, también es importante tener en cuenta el motivo de la ruptura.
Por último, no podemos olvidar que hay otros aspectos más generales, como son el apoyo social y los factores culturales, que también pueden tener un fuerte impacto en la vivencia del proceso de duelo.
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¿Es normal no sufrir nunca duelo de ruptura de pareja?
En términos generales, solemos encontrar que, tras la ruptura de una relación de pareja, la mayor parte de las personas empiezan a transitar un proceso de duelo. Sin embargo, no siempre es así. ¿A qué se debe esto? Tal y como hemos visto anteriormente, son muchos los factores que pueden influir en la aparición y la intensidad del proceso de duelo.
En este sentido, es importante que cada persona haga un ejercicio de auto-observación para poder revisar los patrones relacionales, su estilo o tendencias de apego, cómo se ha sentido durante la relación y otros aspectos que pueden darnos información sobre por qué no estamos transitando un duelo tras una ruptura.
Es importante partir de la base de que no hay algo “normal” puesto que cada persona es diferente. De ahí la importancia de entender el propio contexto y validar que cada persona tenemos una realidad y lo que hemos vivido impacta en nuestra forma de relacionarnos.
A continuación se mencionan algunas de las situaciones específicas de las relaciones de pareja en las que es más habitual que las personas manifiesten no haber transitado un proceso de duelo.
Relaciones con dinámicas abusivas
Es cierto que, en muchas ocasiones, puede resultar difícil salir de este tipo de relaciones en las cuales las dinámicas que se establecen son abusivas y dañan a las personas. No obstante, para las personas que consiguen romper estas dinámicas se sienten liberadas y, en esos casos, es habitual sentir que no se está viviendo un proceso de duelo.
Relaciones superficiales
Al hablar de relaciones superficiales hacemos referencia a aquellas relaciones en las que el vínculo no se ha consolidado. Esto puede suceder por cuestiones de tiempo o porque las personas, por los motivos que sean, no se han vinculado de forma profunda. Es comprensible que, si no hay un vínculo significativo, la pérdida pueda vivirse como algo poco doloroso.
Psicóloga Desirée Infante
Psicóloga Desirée Infante
Psicologia y neuropsicologia
Otros factores en la relación
En ocasiones podemos encontrar situaciones en las que las personas se han distanciado desde hace tiempo a nivel emocional de la relación o la pareja y, por ello, cuando el vínculo se acaba no se vive de la misma forma el duelo. Esto puede suceder también cuando son ambas personas las que sienten la necesidad de poner fin a la relación, por ejemplo.