Puede ser un pensamiento común notar que nuestra pareja no nos escucha, pero... ¿Hemos valorado si nosotros nos expresamos bien y si comunicamos realmente lo que queremos?
En muchas ocasiones el problema no es solo de uno; como en todo proceso en el que intervienen dos personas, todo depende de lo que hagan los dos. Será necesario que el receptor escuche, pero también que el emisor se explique de manera correcta. Hay distintas variables que podemos considerar que nos ayudarán a mejorar la comunicación sin culpar al otro o sin que la situación derive en conflicto.
En este artículo hablaremos de las causas que pueden haber detrás del hecho de no sentirse escuchado en un noviazgo o matrimonio, y cómo establecer una buena comunicación con nuestra pareja.
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¿Tu pareja no te escucha? Causas de los problemas en la comunicación
Una buena comunicación es un elemento fundamental en las relaciones, y más en las de pareja, donde nuestro propósito es compartir la vida con esa persona y, por tanto, pasar gran parte del tiempo con ella.
Así, una de las causas más frecuentes de problemas de pareja, que puede incluso conllevar la ruptura, es la falta de una buena comunicación. En terapia de pareja es habitual que una persona diga que no se siente escuchada por el otro y, como ocurre en muchas situaciones, que tienda a culpar a la otra persona, situar el problema en el otro.
Pero muchas veces el sujeto que transmite el mensaje y que no se siente escuchado también tiene parte de responsabilidad de la comunicación deficiente. Puede que no nos expresemos bien, que no utilicemos las palabras adecuadas, los gestos idóneos, el tono óptimo o simplemente que no sea el mejor momento para comunicarnos mediante palabras.
Cuando emitimos un mensaje es importante que todo lo que expresamos sea coherente. La información no verbal, los gestos, la postura y el movimiento... Todo debe adecuarse al contenido verbal que transmitimos. Asimismo tenemos que considerar también los aspectos paralingüísticos, como el tono de la voz o el ritmo del habla.
En ocasiones caemos en la falsa creencia de que la otra persona debe entender y saber por qué nos comportamos y actuamos de un modo concreto o conocer por qué estamos enfadados, pero este hecho no se da en la mayoría de ocasiones. Por tanto, la mejor opción es expresar lo que no nos gusta, decir cómo nos sentimos o lo que nos ha hecho enfadar. De este modo afrontamos de manera directa la situación y damos la posibilidad de arreglar las cosas y de que la otra persona se explique, porque tal vez el problema se deba solo al hecho de no hablar lo suficiente.
Otro punto a tener en cuenta, relacionado con la variable paralingüística, es la mala entonación y manera de expresarnos que utilizamos. Si transmitimos el mensaje pero lo hacemos con gritos y atacando, es muy probable que tu pareja reaccione igual y actúe a la defensiva, entrando así en conflicto y dificultando la posibilidad de llegar a un acuerdo.
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Cómo establecer una comunicación sana con tu pareja
Ahora que conoces mejor cuáles pueden ser las razones por las que tu pareja no nos escuche, es decir, de que haya una mala comunicación entre vosotros, pasaremos a plantear algunas estrategias para lograr una mejor comunicación, maneras de lograr que la relación sea más sana y persista.
Y es que tener una relación de pareja sana no quiere decir no tener diferencias, sino tenerlas y poder afrontarlas para llegar a un entendimiento y así poder superarlas.
1. Practica la escucha activa con la otra persona
Para una buena comunicación tan importante es expresarse bien como escuchar; muchas veces se nos olvida dejar hablar a la otra persona, no respetamos los turnos, dificultando así la comunicación.
Puede que tengamos la sensación de que nuestra pareja no nos escucha porque no le damos la oportunidad de hablar o transmitir lo que piensa, hemos entrado en un bucle de solo hablar nosotros y no dejar expresarse al otro. Por tanto, es muy difícil sentirnos escuchados si nosotros no lo hacemos.
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2. Encontrar el momento adecuado
Cuando llevamos tiempo con una persona, cuando es alguien con quien compartimos gran parte de nuestro tiempo, lo conocemos bien y sabemos cuál es el mejor momento para hablar o cuándo es mejor no hacerlo. Como ya hemos dicho la comunicación es de dos, de modo que si la persona que debe recibir el mensaje no está predispuesta a ello la mejor opción será esperar y hacer lo posible por crear las circunstancias que permitan hablar.
Por ejemplo, si sabemos que a nuestra pareja le cuesta despertarse y activarse por las mañanas, será mejor plantear la conversación más adelante pasadas unas horas, para que se encuentre más receptiva.
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3. Aborda la situación desde la calma
Para que el mensaje llegue de forma adecuada al receptor es fundamental que lo transmitimos de forma calmada, sin gritar o insultar. Tenemos que procurar que el otro no se sienta atacado, para poder así lograr una buena comunicación, que nuestra pareja nos escuche y lograr un entendimiento. Contrariamente, si atacamos solo conseguiremos crear conflicto y que la situación empeore, sin conseguir que nuestro compañero esté dispuesto a escucharnos.
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4. Escuchar no quiere decir que hagan lo que nosotros queremos
Puede que confundamos no escucharnos con que no hagan lo que nosotros queremos o que no estén de acuerdo con nosotros, pero puede que nuestra pareja sí no escuche pero no comparta nuestra opinión o no quiera hacer lo que le decimos. En este punto será esencial hablar las cosas para entender cómo ve cada uno los hechos o cómo se puede plantear la situación para llegar a un acuerdo, la razón no la tiene uno solo.
5. Sé asertivo/a
Ser asertivos también es una característica importante si queremos establecer una buena comunicación y que el otro nos escuche. La asertividad se define como la capacidad de expresar cómo nos sentimos y defender nuestros derechos sin alterarlos o mostrarnos agresivos, manteniendo un equilibrio entre el respeto a uno mismo y al interlocutor. De este modo y en relación con mostrarnos calmados, intentaremos exponer y defender lo que pensamos, pero sin pisar o despreciar al otro, utiliza tus argumentos y no entres en la confrontación.
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6. Piensa primero qué quieres decir
Para conseguir expresar mejor el mensaje y plantear realmente lo que queremos transmitir la mejor opción es reflexionar primero sobre qué es lo que queremos decir y cómo lo queremos hacer. Si dedicamos un tiempo previo a pensar qué le queremos comunicar a nuestra pareja, eso nos ayudará también a conocer mejor cómo y porqué nos sentimos así y nos daremos tiempo para reflexionar y expresarnos de la mejor manera posible sin actuar de modo impulsivo y emitiendo ideas inconexas.
A cada persona le pueden servir técnicas distintas, por ejemplo te puede ser útil escribir en un papel que puntos quieres plantear para que no se te olviden o hablarlo antes con alguien de confianza para ver como lo expresamos externamente y nos pueda dar su opinión.
7. Expresa lo que sientes
No podemos pretender que nuestra pareja adivine cómo nos sentimos o nos entienda si no nos expresamos. Es habitual creer que las otras personas verán o percibirán las cosas igual que nosotros, o que con un gesto que hagamos ya nos entenderán, pero normalmente esto no ocurrirá así, será mejor entonces comunicar realmente lo que queremos, sin dobles intenciones, sin esperar que el otro lo interprete de otro modo.
Por ejemplo, en vez de estar todo un día sin dirigir la palabra a nuestra pareja porque creemos que no nos escucha, será mejor plantearle directamente la cuestión, expresar porque nos sentimos o lo vemos de ese modo y que él también pueda dar su punto de vista.
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8. Valorar también las cosas buenas
Tendemos a plantear las cuestiones en términos generales o absolutos afirmando que nuestra pareja no nos escucha, pero seguro que hay ocasiones que sí que logramos una adecuada comunicación; intentemos pues reforzar esas situaciones, fijarnos qué elementos ayudan a que se dé de forma correcta. Es mejor plantearlo como una conducta que sucede a veces, ya que la utilización de términos como “nunca” conlleva normalmente rechazo, tienen una mala recepción y es probable que se muestre menos comprensivo y menos colaborador.
9. Nuestra pareja no es nuestro enemigo
Una idea que debemos tener en cuenta es que nuestra pareja no es nuestro enemigo, es decir, aunque sintamos que no nos escucha o se nos plantea alguna otra diferencia, tenemos que tener presente que ni él ni nosotros lo hacemos con la intención de herir al otro. Muchas veces la situación se complica por no hablar, puesto que si lo hacemos es muy probable que nos demos cuenta de que en ningún momento la intención del otro era dañarnos.