Uno de los servicios más demandados en Mariva Psicólogos es la terapia de pareja, siendo la base de esta la comunicación.
Y es que en nuestras relaciones del día a día no toda comunicación es adecuada, y solo con fomentarla no suele ser suficiente: no se trata solo de cantidad, sino también de la calidad. Para lograr esta calidad comunicativa en nuestra vida amorosa muchas veces es necesario un trabajo en terapia, dado que puede resultar complicado para la pareja detectar exactamente qué es lo que está fallando y qué se puede hacer para entenderse mejor y discutir menos.
Pese a ello, hay unas “normas” básicas de comunicación que, más allá de la terapia de pareja, pueden servir de base para fomentar un buen entendimiento. Veamos cuáles son.
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Las principales normas para una buena comunicación en la pareja
Seguir estas pautas de comunicación puede ayudar a que la vida en pareja sea más fácil y el vínculo amoroso no se debilite.
1. Hablar sobre el asunto en cuestión que se esté tratando
Procura no “mezclar” diversos temas, especialmente en discusiones. Esto puede hacer que no resolvamos el tema que del que queríamos hablar, y que se alargue la conversación sin llegar a “buen puerto”.
Tampoco es conveniente llegar al otro extremo y ser demasiado insistente en algo. Si ya está hablado y se ha resuelto el problema o, simplemente, se llega a la conclusión de que tenéis dos puntos de vista diferentes, no es necesario ni útil reiterarse y sacar el tema en muchas ocasiones.
2. Tener un lenguaje positivo y realista
A la hora de hablar sobre el comportamiento de la otra persona, vamos a tratar de evitar términos como: “nada”, “siempre”, “nunca”, “todo”… y frases del tipo: “siempre estás igual”, “lo haces todo mal”, etc. Además de ser bastante dolorosas, es muy probable que no muestren la realidad y que no estés siendo objetivo/a. En definitiva, no generalices.
3. Respetar
Por supuesto, no faltes al respeto (no insultes ni chilles, controla el lenguaje no verbal…). Piensa en lo que te dolería que tu pareja lo hiciera, es la base de la comunicación.
Este punto es indispensable y, si falla, es muy complicado que podamos cumplir el resto de aspectos o que la relación pueda trabajarse.
4. Tener una actitud positiva
Además del lenguaje positivo, sería importante la actitud positiva. Mostrarse pesimista y con actitud de derrota no es lo más adecuado para buscar soluciones si hay algún problema.
5. Destacar lo bueno
Trata de elogiar aquello que te gusta de tu pareja. Ssi solo nos decimos los aspectos negativos, no somos realistas y podemos fomentar la irritabilidad y la actitud defensiva del otro.
6. Practicar la escucha activa
Deja a la otra persona hablar y, sobre todo, escúchala y trata de empatizar y entenderle.
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7. No dejarse nada en el tintero
No te quedes callado, si hablas demasiado poco y no te expresas, es difícil que puedan entenderte.
8. Apostar por la claridad
Trata de expresarte claramente. Evita los “digo esto pero quiero decir otra cosa”, o "digo que sí pero espero que mi pareja entienda que no". Excepto que tu pareja sea adivino/a, va a ser complicado que entienda lo que quieres decir.
9. No dar por hecho lo que la otra persona piensa o quiere
No adivinamos el pensamiento, debemos creer lo que nuestra pareja nos dice. Por ejemplo: si nos dicen “querría acompañarte” , no deberíamos interpretar “ seguro que no quiere”.
10. Manter un orden en la conversación
Procura no interrumpir y respetar los turnos de palabra. Si interrumpes, no dejas que la persona se exprese, no la escuchas adecuadamente…
11. No caer en las etiquetas
No etiquetes. No es lo mismo decir “te has dejado los zapatos fuera” a “eres un desastre y siempre lo dejas todo en medio”. Aquí cometemos el error de generalizar (ver norma 2) y de etiquetar como a un desastre a una persona que quizá solo sea despistada con los zapatos.
12. Expresar las motivaciones
Para pedir cambios de conducta, sé concreto/a y expresa cómo te sientes y qué quieres conseguir. Por ejemplo: "Cuando te dejas los zapatos fuera, me pongo nervioso/a y me gustaría que te acordaras de guardarlos en el zapatero". Pongamos otro ejemplo: "Querría que me avisaras si vas a llegar más tarde de las doce, cuando no lo haces me preocupo, ¿te parece bien?".
13. Evitar los ereproches
Si recibimos una crítica o nos piden un cambio de conducta, es importante no caer en el “y tú más” , “yo he hecho esto pero tú también hiciste aquello”… es una actitud defensiva, no nos permite ver por qué nuestra conducta es molesta.
Debemos valorar si podemos y queremos cambiarla, explicar por qué lo hacemos etc. Pero la finalidad no debe ser “luchar” contra el otro y ver quién comete más errores, esa podría ser una conversación eterna y destructiva.
A modo de conclusión
Sabemos que lo complicado es llevarlo a la práctica, pero esperamos que estos consejos te hayan sido útiles. Intenta practicarlos en tu día a día y no dudes en acudir a terapia de pareja si crees que tu relación puede mejorar en cuanto a comunicación o en cualquier otra área. Tu terapeuta te guiará en el proceso y será mucho más sencillo que intentar mejorarlo sin esta ayuda.