Los escalofríos son un tipo de sensación en la que se nota como si una corriente eléctrica naciera en la nuca o la parte superior de la espalda y recorriera toda la columna vertebral y el cráneo para terminar fundiéndose con el resto del cuerpo.
Aunque por su descripción parezca un proceso que encierra en sí algo de violencia, lo cierto es que los escalofríos nos suelen llevar a un estado de bienestar y de calma que en muchas ocasiones va acompañada de la aparición de la piel de gallina.
Los escalofríos y la personalidad
¿Qué produce los escalofríos? Muchas cosas, pero, concretamente, situaciones que tienen que ver con la apreciación estética de una imagen, sonido o idea.
Sin embargo, algunas investigaciones señalan que los escalofríos son algo más que el fruto de estar en el momento y lugar apropiado. Su aparición y frecuencia podría estar relacionadas con el tipo de personalidad de quien los experimenta. De hecho, un estudio recientemente publicado en Psychology of Music ha encontrado un vínculo entre los escalofríos que se tienen escuchando música y una dimensión de la personalidad relacionada con el rasgo de personalidad de Apertura a la Experiencia.
Investigación
En esta investigación se estudiaron los casos de una centena de estudiantes a los que se les dio a escuchar la misma grabación, que contenía cinco piezas musicales potencialmente generadoras de escalofríos de más o menos intensidad. La aparición o no de escalofríos se midió colocando sensores de electricidad en la piel de los participantes y pidiéndoles a estos que pulsaran un botón en el momento en el que notasen un escalofrío.
Además, los componentes del grupo de participantes también rellenaron unos cuestionarios de personalidad en los que se incluían ítems que medían los 5 grandes rasgos de personalidad: Extraversión, Apertura a la Experiencia, Neuroticismo, Responsabilidad y Amabilidad.
Cruzando los datos obtenidos a través de los test de personalidad y la etapa en las que se medían los escalofríos, los investigadores pasaron a ver qué interacciones se producían entre la personalidad de los voluntarios y estas agradables sensaciones producidas escuchando música.
Los resultados
Tal y como se esperaba (a juzgar por los resultados obtenidos en estudios similares llevados a cabo anteriormente) la frecuencia con la que se tuvieron escalofríos mostraba una correlación con la puntuación en Apertura a la Experiencia.
Pero lo más curioso de los resultados fue que dentro de los indicadores utilizados para dar una puntuación e Apertura a la Experiencia, había una faceta suya que reflejaba especialmente bien la correlación. Se trata de un factor llamado Fantasía, que es la tendencia a prestar atención a las experiencias subjetivas imaginadas por uno mismo.
¿Cómo se explican estos hallazgos?
Aunque la aparición de escalofríos parezca algo anodino, este estudio (sumado a varios otros por el estilo) muestra que el grado en el que aparecen da unos indicios acerca del tipo de personalidad que se tiene, al menos los que son generados mientras se escucha música.
¿Tiene sentido esto? En realidad, sí. Entre otras cosas, los escalofríos son un síntoma del modo en el que se experimentan los momentos en los que se escucha música, y aportan información acerca de cómo se reacciona ante ciertos estímulos.
A su vez, estas reacciones pueden estar moduladas por los rasgos de personalidad más predominantes en la persona. De hecho, no todas las personas son capaces de tener escalofríos, y algunas son más propensas a tener escalofríos especialmente intensos: no se trata de respuestas automáticas y estereotipadas que se activan en nosotros de manera previsible. Las características personales juegan un papel.
En concreto, el rasgo de Apertura a la Experiencia y la faceta Fantasía miden el modo en el que se viven situaciones estimulantes, inmersivas y que dirigen toda la atención hacia estímulos relacionados con una fuerte activación emocional o una sensación de satisfacción.
Así que ya sabes. Los escalofríos no son solo agradables: también dicen cosas sobre ti.