Todas las personas tenemos algún miedo y, curiosamente, el miedo a cometer algún error es uno de los que más se repite. Sin embargo, equivocarse es inherente a la condición humana. Es decir, todas las personas cometemos errores en algún momento de nuestra vida.
En este artículo daremos un repaso a algunas ideas que nos ayudan a contextualizar y comprender mejor las características principales del miedo a cometer errores. Además, hablaremos del impacto que este puede tener en nuestras vidas y, simplemente, nos centraremos en el abordaje de la gestión del miedo a equivocarnos mediante algunas herramientas.
Comprendiendo el miedo a equivocarse
Los errores pueden ser de diversos tipos, tener diferentes interpretaciones y, por supuesto, conllevar consecuencias diferentes. El impacto puede ser más o menos grave para nosotros/as o nuestro entorno. Sin duda, que nos equivoquemos puede tener consecuencias en los diferentes ámbitos de nuestras vidas (relacional, laboral, académico, etc.).
Pero… ¿Es realmente miedo a equivocarnos lo que sentimos? Habitualmente, lo que nos genera el malestar emocional y psicológico es lo que sigue al supuesto fallo. Es decir, nuestra mente suele anticipar las consecuencias que podrían derivarse de nuestros errores y esos pensamientos son los que activan respuestas emocionales en nuestro organismo.
En este sentido, suelen aparecer factores que interfieren y que crean, acentúan o perpetúan el miedo a fallar. Entre estos, podemos destacar algunos como el perfeccionismo, la autoexigencia y el miedo a recibir juicio por parte del resto de personas.
- Artículo relacionado: "Miedo al futuro: el problema emocional de los pensamientos catastróficos"
Cómo nos afecta el miedo al error
Todas las emociones nos aportan información y, por ello, todas son válidas. Sin embargo, es cierto que, a veces, podemos llegar a sentir que dichas emociones nos abruman y desbordan. En estos casos, consideramos que su función adaptativa (que nos moviliza a la acción) se ha convertido en desadaptativa y no está resultando funcional.
Cuando esto sucede con el miedo, especialmente el miedo a equivocarnos, podemos experimentar lo que se conoce como la parálisis por análisis, por ejemplo. En este caso, las personas tienden a procrastinar y a no realizar determinadas acciones o tomar ciertas decisiones debido a la intensidad del miedo que sienten.
Si bien no es la única consecuencia que podemos sufrir, cuando esto sucede el impacto emocional y psicológico puede ser realmente grave. El malestar suele intensificarse puesto que las personas piensan sobre todas las oportunidades que han perdido debido al miedo y a la inacción y esto, con el tiempo, acaba impactando considerablemente en su autoestima.
Así pues, podemos imaginar que este tipo de situaciones puede generar otras problemáticas como, por ejemplo, ansiedad u otros problemas emocionales añadidos. Esto puede llegar a ocasionar incluso enfermedades o dificultades físicas y, sin duda, puede tener repercusiones en el desempeño laboral o académico e interferir en las relaciones.
- Quizás te interese: "Desarrollo Personal: 5 razones para la autorreflexión"
Cómo gestionar el miedo a equivocarse: estrategias
Antes de explicar algunas de las herramientas que pueden ser realmente útiles para gestionar el miedo a equivocarnos, queremos insistir en el hecho de que cada persona es diferente y puede necesitar estrategias diferentes. Es interesante que cada uno/a pueda explorar diferentes estrategias para quedarse con las que le resulten más útiles.
Debemos tener presente que la adquisición de herramientas es un proceso y que, por lo tanto, los cambios se producirán e integrarán de forma gradual. Si el malestar es muy intenso o las herramientas que se exponen a continuación no resultan suficientes, recomendamos pedir ayuda profesional.
- Artículo relacionado: "Gestión emocional: 10 claves para dominar tus emociones"
Autoconocimiento y autorreflexión
Tal y como decíamos previamente, cada individuo es único. Por ello, es crucial que invirtamos recursos en conocernos para poder comprender cuáles son las causas que nos están llevando a sentir un miedo tan intenso ante la idea de equivocarnos. De esta forma, podremos reflexionar sobre nuestras necesidades, las herramientas que ya tenemos y el impacto que genera esta situación en nuestras vidas.
Reestructurar los pensamientos
Un punto importante a tener en cuenta es la historia que nos estamos narrado sobre el supuesto error que hemos cometido. Es elemental que paremos unos instantes a revisar cómo estamos interpretando nuestras equivocaciones y qué pensamos que dicen sobre nosotros/as. Es de gran ayuda empezar a considerar que los fallos son una oportunidad para aprender y seguir desarrollándonos como personas.
- Quizás te interese: "Métodos de reestructuración cognitiva: ¿cuáles son y cómo funcionan?"
Cultivar la autocompasión
Nuestros errores pueden generar dolor, sufrimiento y malestar, bien sea a nosotros mismos o a nuestro entorno. Y aunque es cierto que no podemos cambiar las cosas que han pasado, sí podemos tratar de acompañarnos desde la compasión. Esto nos permite aprender de lo que hemos vivido y tomar las acciones necesarias para reparar el daño en la medida de lo posible.
Aceptar la imperfección
Un aspecto elemental para poder gestionar el miedo a equivocarse es asumir que, en algún momento de nuestras vidas, nos vamos a equivocar. La imperfección forma parte de la vida y de nuestra condición humana. En otras palabras, por mucho que nos esforcemos, hay factores que se escapan a nuestro control.
Establecer metas y expectativas realistas
Es interesante que reflexionemos sobre cómo estamos estableciendo nuestras metas y nuestras expectativas sobre nuestro desempeño. Cuanto menos se ajusten y se acerquen a la realidad, más difícil es lograrlas y más percepción de haber fallado tendremos. En este sentido, también es interesante que podamos reflexionar de la forma más objetiva posible sobre el impacto real de nuestros errores.
Practicar mindfulness y/o técnicas de relajación
Finalmente, otra de las herramientas que consideramos realmente útil en este sentido es la práctica de atención plena. Todas las estrategias que nos ayuden a conectar de nuevo con el momento presente nos ayudan a manejar los pensamientos intrusivos, anticipatorios y catastróficos. Además, ayudan con las respuestas fisiológicas y con la intensidad de las emociones. Las técnicas de relajación también pueden resultar altamente útiles en este sentido.
Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad