Desde hace casi una década, Facebook forma parte de la vida de todos nosotros. Muchos nos conectamos a diario a esta red social para chatear con nuestros contactos, publicar estados o conocer las últimas noticias. A pesar de que pasamos muchas horas a la semana conectados a esta red social y nos puede parecer entretenido, ¿realmente nos hace felices? Un estudio afirma que no.
El avance de la tecnología, la inclusión de las redes sociales en nuestro quehacer diario y la cantidad de opciones que se nos presentan para pasar horas y horas conectados (smartphones, tablets, ordenadores, etc.), está provocando problemas serios para las personas. El Síndrome FOMO, la Nomofobia o el Tecnoestrés son algunos ejemplos, y, en los últimos años, los psicólogos han ido reconociendo distintas patologías asociadas a las nuevas tecnologías: trastornos que provocan infelicidad.
El Facebook es un escaparate en el que la gente muestra lo que quiere mostrar
Justamente hace unos días, una amiga me comentaba lo complicado que le resultaba seguir con su vida normal al haber dejado a su pareja tras cinco años de relación. Al dolor que sentía por tener que acostumbrarse a su nueva situación sentimental, ahora se le unía estar conectada las 24 horas del día a las redes sociales, lo que alimentaba esa sensación de tristeza e infelicidad.
En su opinión: “Me cuesta ver lo feliz que aparenta ser la gente (aun no siéndolo), porque me hace sentir peor”. En las redes sociales intentamos mostrar cómo queremos ser y no cómo somos en realidad, pudiendo llegar a percibir que la vida de los demás está exenta de problemas y es mucho más interesante y emocionante que la nuestra. Precisamente esto es lo que descubrió la Universidad de Brunel en Londres, que afirma que proyectar la felicidad de la pareja en una red social podría indicar una baja autoestima y narcisismo.
Sobre este tema hablamos en nuestro artículo: Las "parejas felices" en Facebook ocultan problemas de baja autoestima. Para leerlo sólo tienes que pinchar el enlace.
Un estudio danés afirma que Facebook nos hace infelices
Un estudio llevado a cabo por el Happiness Reasearch Insitute en Dinamarca afirma que Facebook nos hace infelices. Los investigadores que separaron a 1.905 sujetos en dos grupos, uno que utilizaban la red social con normalidad y otro que fue forzado a no utilizar la red social, encontraron que los participantes del grupo, tras una semana sin utilizar Facebook, se encontraban un 55% menos estresados.
Mike Wiking, CEO del Happiness Research Institute en Copenhague, explica: “Analizamos distintos datos relacionados con la felicidad, y un aspecto que siempre mencionaban los participantes es que la comparación con otros individuos les provocaba infelicidad”. “En Facebook nos están constantemente bombardeando con las buenas noticias de los demás, pero eso no siempre es cierto”. Además, añade: “Esto crea un mundo Facebook, donde todos muestran su mejor versión, una imagen distorsionada de sí mismos. Por tanto, quería saber qué sucedía si los usuarios de Facebook pasaban una semana entera sin conectarse”.
El estudio contó con participantes de todas las edades
Los participantes tenían entre 16 y 76 años, y fueron encuestados antes del estudio (y después) para saber su nivel de satisfacción, lo activa que era su vida social, cuánto se comparaban con otros, y lo que les costaba concentrarse.
Una de las participantes, Stine Chen, de 26 años, argumenta: “Al principio fue complicado, porque Facebook ha sido una gran parte de mi vida desde que era adolescente, y muchas actividades sociales están organizadas entorno a esta red social”.
Para Sophie Anne Dornoy, una mujer de 35 años, también ha supuesto gran desafío no conectarse a Facebook durante una semana: “Cuando me despertaba, incluso antes de salir de la cama, abría Facebook en mi smartphone sólo para mirar si algo excitante había ocurrido durante la noche”. El miedo a perderse algo se conoce como “Síndrome FOMO”.
Desconectarse de Facebook mejora la concentración
Para este estudio, Dornoy borró la aplicación de Facebook de su dispositivo móvil y bloqueó la página en su ordenador para evitar la tentación de conectarse. “Después de varios días, noté que hacía mis tareas en menos tiempo y usaba el tiempo de manera más productiva. También noté cierta calma por no estar estar conectada a Facebook todo el tiempo”.
Tras una semana entera sin estar conectados, los sujetos del grupo que se abstuvieron de usar Facebook mostraron niveles más altos de satisfacción en la vida y de concentración, además de sentirse menos solos, más sociables y menos estresados.
Chen explica: "Mis compañeros de piso y yo hablábamos más por no estar conectados a Facebook. Por su parte, Dornoy se dio cuenta de que sus conversaciones por teléfono eran más largas y las realizaba a más miembros de su familia y amigos: Me hacía sentir bien saber que el mundo no se acaba en Facebook y las personas son capaces de estar en contacto contigo si quieren”,
El próximo paso para los investigadores es evaluar cuánto duran los efectos positivos de la abstinencia a Facebook. El propio Wilking concluye: “Me gustaría investigarlo durante un año, pero tendremos que ver cuantos voluntarios quieren pasar un años sin conectarse”.