Se han llenado los noticieros y revistas estos días sobre el hecho de que ha llegado del día que ambientaba una de las películas más queridas de las últimas décadas: “Regreso al Futuro II”. En la película, el protagonista viajaba al 21 de octubre del 2015, y allí (aquí) toda una visión de un futuro que al final poco tiene que parecerse al que tenemos realmente. Nada de coches voladores, nada de viajes en el tiempo, nada de patines especiales… y no predijeron lo de los teléfonos móviles ni tablets.
¿En qué estarían pensando? ¿Quiere esto decir que en 2350 no podremos hacer viajes espaciales? ¿No van a llegar nunca las televisiones que desprenden olores? ¡Ni en Rappel podemos confiar!
La importancia de las expectativas en nuestra vida
Humor aparte, esta introducción cinéfila me lleva al tema del que quiero hablar en este artículo: las expectativas. Las expectativas recogen ideas, ilusiones, miedos, predicciones y esperanzas de aquello que todavía no ha pasado. Tenemos expectativas de los resultados que obtendremos en exámenes y trabajos, de como nos irá un nuevo puesto de trabajo, de como funcionará un tratamiento médico o de como irá esa cita. Tenemos una idea de como queremos que sea nuestra vida a los 50 años, de donde queremos jubilarnos, donde nos gustaría criar a nuestros hijos, etc.
Lo que pasa es que no siempre todo pasa como esperamos. La vida viene llena de sorpresas y lo que antes pensábamos que iba a ocurrir se queda en un simple recuerdo en nuestra mente de lo que pudo haber sido. Cuando no se cumplen lo que esperábamos pueden venir sentimientos y vivencias como la desilusión, la frustración, la rabia o la tristeza. Saber ajustar nuestras expectativas y enfrentarnos a las posibles sorpresas y frustraciones nos ayudaran en nuestro día a día. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo trabajar sobre nuestros pensamientos del futuro cuando estamos diciendo que éste puede ser totalmente imprevisible? Aquí van unos cuantos consejos.
6 consejos para gestionar las expectativas y la frustración
1. Sé realista
Sé consciente de hasta dónde puedes llegar. No quiero quitarle razón a aquellos que dicen que podemos llegar donde queramos, pero tenemos que tener claro cual es el camino que nos llevará a nuestros objetivos. No puedo publicar un libro si no le dedico mis horas para escribirlo y si no me formo también en técnicas de escritura, por ejemplo. Ir marcándonos unas metas que podamos ir consiguiendo nos ayudará muchísimo a aprovechar mejor el trabajo y a hacerlo mucho más llevadero.
2. Controla y sé consciente de tus opciones
Como a muchos, me gustaría tener una mansión, pero soy consciente que en mi situación y el dinero que tengo, seguramente nunca pase. No es un acto de resignación ni desánimo, sino de aceptación. De saber donde estoy, de donde vengo, y donde puedo llegar con lo tengo y con lo que estoy haciendo. Se trata de saber qué cartas tengo y saber jugarlas.
3. Tolerar la frustración
No todo siempre nos saldrá como queremos. Siempre habrá algo que se escape de nuestro control y es necesario saber como afrontar esas situaciones. Primero controla tu estado anímico y la manera en que te ha afectado, y luego relativiza y reflexiona sobre qué puedes hacer, el nivel de gravedad, de cambio, de amenaza, de beneficios y qué es lo realmente prioritario.
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4. Tolerar la incertidumbre
Siguiendo el punto anterior, aceptar que siempre habrá algo que no podemos controlar ni esperar aliviará muchas ansiedades y malestar. Esto funciona sobre todo en contextos de salud y laboral. Hacerse pruebas médicas, esperar resultados, acudir a entrevistas de trabajo… todas ellas son situaciones marcadas por una incertidumbre enorme. Manejar el nerviosismo y las preocupaciones que causan estos hechos es esencial para sobrellevar el día a día.
5. Fíate de los especialistas
La gente conocedora de un tema te podrá guiar mejor en temas que desconoces y así ajustar tus expectativas en cualquier tema. Con un psicólogo, por ejemplo, podrás tener una idea más realista de cuando podrás superar esa pérdida que tanto te ha marcado, y ésto lo conseguirás mejor que si buscas esa información por ti mismo o te haces ideas basadas en otras fuentes de información no especializadas.
6. Vive en el presente y aprende de los errores
Lo que realmente tenemos es el hoy, este momento en que estás leyendo esto. Nunca sabremos al 100% qué pasará de aquí unos días o unos meses, pero eso no quita que lo que trabajemos diariamente nos lleve a un objetivo deseado. Trabaja día a día, sé flexible, acepta y combate los cambios y los imprevistos con toda la elegancia que puedas.
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Replanteando nuestro futuro
Después de estos consejos puede darte la sensación que hacer películas sobre el futuro y ciencia ficción no tiene ningún sentido, pero reuerda que las películas no dejan de ser películas, y para ello están los directores de cine para llevarlas a cabo. ¡Creemos día a día nuestra propia película y disfrutemos del rodaje!