Para quienes gusten de las respuestas directas, les diré que sí. Existe y es muy, muy real.
Por ello, en las siguientes líneas encontrarás un breve resumen sobre en qué consiste la psicología cristiana y cómo se plasma en la práctica.
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¿Qué entendemos por psicología cristiana?
A menudo se nos olvida que la Psicología (“hablar del Alma”, etimológicamente hablando) es un mundo complejo, global y fascinante.
Abarca aspectos muy diferentes de la realidad: desarrolla continuas investigaciones científicas de las que todos los psicólogos nos nutrimos y que sirven como piedra de toque para dar solidez a todo el conocimiento que se va acumulando.
Y también investiga continuamente, entre todo lo que el conocimiento humano ofrece, sobre aquello que puede ser de utilidad para que las personas mejoren su vida.
Por lo tanto, la Psicología está en constante evolución, creando y dando forma a conocimientos, conceptos y técnicas que se basan en los más recientes descubrimientos y también en todos los conocimientos, técnicas y experiencias acumuladas por la humanidad.
Pero hay otro aspecto más: la Psicología no solo es una rama del saber. También es una forma de ser y estar en el mundo, una perspectiva viva y vibrante que está en constante evolución para cada persona.
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Principales mitos sobre esta forma de Psicología
Es curioso que si decimos, por ejemplo, que existe una psicología Budista, nos parece de lo más normal. Pero si decimos que existe una Psicología Cristiana, nos encontramos con actitudes de lo más dispar. Y eso se debe a multitud de prejuicios que arrastramos.
Veamos algunos de ellos.
1. La psicología cristiana sólo sirve para los cristianos
No es cierto porque a lo largo de los siglos, se han ido acumulando una gran cantidad de conocimientos, experiencias y técnicas que pueden ser útiles no sólo a cristianos de cualquier confesión, sino también a personas de cualquier religión y a agnósticos y ateos.
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2. El conocimiento cristiano es retrógrado y cerrado
Este prejuicio se debe al desconocimiento de la realidad. El pensamiento cristiano es un continuo hervidero de ideas y propuestas, de nuevos enfoques y personas que buscan siempre ir un paso más allá en la búsqueda del conocimiento. Muchas personas, en este mismo instante, están trabajando para que la ingente cantidad de conocimientos acumulados en tantos siglos de historia puedan servir a la humanidad, crea en lo que crea.
3. Si hablamos de psicoterapia, el enfoque cristiano no sirve para solucionar todos los problemas
Cierto, siempre y cuando tengamos en cuenta que no hay una sola corriente en el mundo de la psicoterapia que sirva para solucionar todos los problemas.
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¿En qué se plasma en la práctica?
El cristianismo tiene mucho que aportar al mundo de la Psicología. A lo largo de sus siglos de historia, ha ido acumulando una serie de recursos, técnicas, conocimientos y formas de hacer las cosas, que adaptados y puestos al día, pueden ser herramientas valiosísimas para el desarrollo humano.
Pero no podemos terminar el artículo sin poner algunos ejemplos prácticos.
Es bien sabido que en el mundo de la empresa, han calado muy hondo los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola. Adaptados y modernizados, se utilizan hoy en día en multitud de cursos y seminarios de empresa. Y su filosofía se estudia en varias facultades, sin que sea necesario que sus participantes sean cristianos.
También está en auge el recurso de los retiros espirituales en monasterios cristianos, retiros dirigidos a todo tipo de personas que deseen ordenar su vida y aprender a recolocar lo que es importante de verdad.
Por último, mencionaré que hay múltiples grupos integrados por personas que están redescubriendo el mundo del silencio y la meditación de la mano de técnicas que eremitas cristianos ya utilizaban muchos siglos atrás. Los beneficios de estas prácticas son incontables.
Y podríamos seguir y seguir poniendo ejemplos, como la enorme fascinación que está despertando últimamente la vida monástica, las nuevas utilizaciones en psicoterapia de metáforas e imágenes de los evangelios en psicoterapia…
Tal vez el paso más importante que debamos dar para poder beneficiarnos de este enorme caudal de conocimientos, sea el dejar de lado nuestras ideas preconcebidas y preguntarnos cuál es el legado que nos han dejado tantas y tantas personas dedicadas al cultivo del mundo interior. Ciertamente, la psicología cristiana está más viva que nunca y veremos que cada vez contribuye más y más a nuestra vida.
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