En psicología del aprendizaje se han estudiado numerosos fenómenos que tienen su base teórica en el condicionamiento operante. Dentro de éste encontramos un concepto llamado ley de igualación.
En este artículo vamos a ver en qué consiste la ley de la igualación y cómo se formuló.
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Richard J. Herrnstein y el condicionamiento operante
El condicionamiento operante, introducido por B. F. Skinner, es una forma de aprendizaje a través de la que un sujeto (humano o animal) tiene más probabilidades de repetir las formas de conducta que conllevan consecuencias positivas y menos probabilidad de repetir las que conllevan consecuencias negativas.
La ley de igualación fue inicialmente formulada por Richard J. Herrnstein (1961) a causa de un experimento con palomas en programas concurrentes de intervalo variable (esto es, programas donde el criterio para administrar el refuerzo es el tiempo variable transcurrido desde que se presentó el último reforzador). Veremos más adelante y con más detalle en qué consisten este tipo de programas.
En este experimento, las palomas disponían de dos botones en una caja de Skinner. Cada botón daba lugar a diferentes tasas de recompensa de comida. Se observó cómo las palomas tendían a picar el botón que producía la mayor recompensa de comida más frecuentemente que el otro botón. Además, lo hicieron a un ritmo similar a la tasa de recompensa.
¿En qué consiste la ley de igualación?
La ley de igualación es una relación cuantitativa establecida entre las tasas relativas de reforzamiento y las tasas relativas de respuesta durante el desarrollo de programas de refuerzo concurrentes. Ésta se limita a establecer que existe una correlación entre el comportamiento y el entorno.
Se trata de una ley que ha ayudado a los psicólogos y analistas del comportamiento a relacionar el comportamiento con el entorno y elaborar ecuaciones que muestran con claridad cómo estos dos covarían.
La ley de igualación sugiere que la tasa de respuesta de un sujeto en un entorno será proporcional a la cantidad o duración del refuerzo positivo administrado. Así, cuanto más refuerzo positivo se haya administrado, más alta será la tasa de respuesta (y viceversa). Herrstein estableció esta tasa relativa de respuesta como una ley de conducta.
Se aplica con suficiente fiabilidad cuando sujetos no humanos están expuestos a programas concurrentes de intervalo variable, y su aplicabilidad en otras situaciones es menos clara, en función de las hipótesis formuladas y los detalles de la situación experimental.
Mecanismos y teorías
La ley de igualación se ha comprobado experimentalmente en distintas especies, así como en grupos de sujetos (no sólo individualmente).
Se trata de una ley descriptiva de la la naturaleza, y no una ley mecanicista, ya que no explica los mecanismos responsables de la distribución de las respuestas. Además, ignora cuándo se producen las respuestas individuales.
Existen tres tipos de teorías que intentan explicar dicha ley; son las siguientes.
Teorías molares
Explican principalmente conjuntos de respuestas y estás asociadas a la distribución total de respuestas y a los reforzadores que se dan en los contextos en los que hay que elegir.
Teorías moleculares
Se centran en lo que ocurre al nivel de las respuestas individuales y consideran la igualación como el resultado neto de estas elecciones individuales.
Teorías de mejoramiento
Se centran en características de la conducta que no son ni molares ni moleculares, sino algo intermedio entre ellas.
Conducta de elección: programas concurrentes
La ley de igualación, como hemos visto, surge a raíz de los programas concurrentes que implican una conducta de elección. La situación de elección más simple se fundamenta en dos respuestas a elegir, cada una de las cuales van seguidas por un reforzador.
Los programas concurrentes ocurren al mismo tiempo (o concurrentemente), y el sujeto es libre de cambiar de una tecla de respuesta a la otra.
Una de sus generalizaciones es que se refiere a las situaciones de elección forzada (programas concurrentes de razón), donde es obligatorio escoger una de las opciones. Así, en los programas de elección forzada, la forma de cumplir la ley de igualación es responder a una sola alternativa. Para el sujeto, la estrategia más adecuada será elegir la mejor alternativa y mantenerla.
Desviaciones en la ley de igualación
A veces las tasas relativas de respuesta no son siempre exactamente iguales a las tasas relativas de reforzamiento en cada alternativa de respuesta; esto es debido a que pueden estar influyendo otros factores.
Hablamos entonces de dos situaciones diferentes: la infraigualación y la sobreigualación. En la infraigualación, la mejor opción es menos elegida de lo que la ley de igualación predice. En la sobreigualación, en cambio, la mejor opción es más elegida de lo que le ley predice.
Las variables que determinan las desviaciones comentadas serían las siguientes:
Utilización de diferentes topografías de respuesta para cada alternativa
Estas implican diferentes tipos de esfuerzo; por ejemplo aletear (alternativa A) y picar una tecla (alternativa B).
La utilización de diferentes reforzadores para cada alternativa
Esto hace que no se pueda establecer una equivalencia fácilamente.
La dificultad para cambiar de una alternativa a otra
Por ejemplo, pensemos en los trasbordos de metro. El cambio de una tarea a otra implica cierta demora (dificultad o esfuerzo para el sujeto).
Referencias bibliográficas:
- Herrnstein, R.J. (1961). Relative and absolute strength of responses as a function of frequency of reinforcement. Journal of the Experimental Analysis of Behaviour, 4, 267–72.
- Domjan, M. (2009), Principios de aprendizaje y conducta, Madrid (España): Thomson
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