El Sistema Comprehensivo de Exner: qué es y qué partes tiene

Un sistema para interpretar la información obtenida al aplicar el test de Rorschach.

Sistema Comprehensivo de Exner
Un sistema para interpretar datos de la prueba de Rorschach.

El test de Rorschach es probablemente el test proyectivo más conocido de todos. Las manchas de tinta negra o en color que la conforman pueden parecer arbitrarios y de interpretación totalmente subjetiva, y de hecho es en efecto un test que sin el debido entrenamiento es muy complejo poder evaluar, pero lo cierto que se trata de un instrumento de evaluación que puede reflejar informaciones de gran interés respecto al sujeto evaluado.

Interpretarlo es como hemos dicho complejo, y aunque inicialmente existían una gran variedad de formas de hacerlo en la actualidad existe una sistematización muy elaborada que nos permite obtener unos criterios unificados a la hora de valorar e interpretar resultados. Se trata del Sistema Comprehensivo de Exner, del cual vamos a ha hablar a lo largo del presente artículo.

¿Qué es el Sistema Comprehensivo de Exner?

Recibe el nombre de Sistema Comprehensivo de Exner un modelo y metodología interpretativo de la prueba de Rorschach, el cual se emplea en la actualidad como el principal sistema para interpretar esta prueba proyectiva y que hace este proceso algo mucho menos subjetivo, hasta el punto de que prácticamente elimina su subjetividad.

El sistema en cuestión se centra en una interpretación cuantitativa y operativizable de la información reflejada por el test en cuestión, y parte además de criterios obtenidos de manera empírica y en base a la investigación generada a partir de la aplicación de Rorschach tanto por parte de los pacientes como por parte de los sistematizadores.

El Sistema Comprehensivo de Exner surge en los años ochenta, en un momento en que el test de Rorschach tenía múltiples interpretaciones posibles las cuales aunque no siempre se contraponían a menudo no coincidían entre sí, arrojando datos poco consistentes en función de quien lo interpretase.

En vista de tal problemática, la cual generaba gran preocupación en la Rorschach Research Foundation (fundada en 1968), John Exner y otros profesionales realizaron profundas investigaciones sobre las diferentes interpretaciones de la prueba de Rorschach existentes en la época, realizando comparaciones entre las cinco principales metodologías que se empleaban en aquel momento en norteamérica: las de Klopfer, Beck, Piotrowski, Rapaport y Hertz.

Exner generó a partir de todos estos un sistema comprehensivo que pudiera ser empleado para codificar e interpretar los resultados obtenidos por la prueba de Rorschach, naciendo su Sistema Comprehensivo de Exner. A pesar de que el sistema nace para ayudar a interpretar esta prueba, lo cierto es que algunos autores han terminado validándolo para hacer lo propio con otras pruebas proyectivas, como el Test de Zulliger.

¿Qué aspectos valorar?

El sistema de Exner puede entrar en juego una vez se ha aplicado el test en cuestión, y proporciona en primer lugar un marco común en el que configurar grandes categorías de elementos a valorar (que posteriormente se interpretarán).

En este sentido, Exner integra los elementos que el propio Rorschach y algunos de los sistemas interpretativos posteriores generaron para proponer que ante la pasación de esta prueba el profesional deberá fijarse en los siguientes elementos.

1. Localización

Uno de los factores a valorar es qué partes de la mancha integran la respuesta del sujeto. Es decir, si el elemento que el sujeto dice ver lo encuentra en la totalidad de la mancha, en un detalle que otros también encuentran con frecuencia, en partes de las manchas que resultan infrecuentes en la mayoría de las casos que se identifiquen como tales o incluso si la interpretación del sujeto se basa o utiliza en parte los espacios en blanco de la hoja (es decir fuera de la mancha.

2. Determinantes

Se trata del tipo de elementos o aspectos de la mancha que han determinado la respuesta emitida. Uno de estos determinantes a valorar es la forma, la cual es el determinante más relevante y el que más suele explicar el sujeto cuando cuenta que ve.

Otro de ellos es el movimiento, entendido como acción que el sujeto imagina que se está llevando a cabo (sea de persona, animal o objeto y sea un movimiento activo o pasivo). También se debe valorar el color, sea cromático (en las láminas en color, a menudo se usan junto a la forma para identificar lo que se está viendo) o acromático (es las láminas en blanco y negro).

Otro determinante es el sombreado (el cual puede dar idea de textura, insustancialidad o profundidad). Además de ello podemos encontrar la forma dimensión, según la cual se identifica algo porque en una posición concreta en el espacio tiene esa forma. También los pares y reflejos, que se dan cuando una persona ve dos elementos iguales o bien cuando se interpreta la existencia de que uno es reflejo del otro.

3. Contenido

Este aspecto, fundamental en la valoración, se basa en la identificación de el tipo de contenido que el sujeto dice ver en la mancha. En general se considera que las respuestas o tipos de contenido más habituales incluyen figuras humanas, plantas, animales, anatomía o partes de personas o animales, objetos, órganos o elementos sexuales o elementos artísticos, entre otros.

4. Calidad evolutiva

Este aspecto puede parecer difícil de determinar, pero se basa en valorar el nivel de concreción y de utilización de las diversas partes de la mancha para conformar un estímulo a la hora de dar una respuesta.

5. Calidad formal

Valorar la calidad formal precisa del uso de tablas concretas en la que podemos comprobar si las respuestas del paciente resultan justificables a partir de los elementos y formas de la mancha.

6. Actividad organizativa

Principalmente, este aspecto a valorar se refiere a si el conjunto de elementos que el sujeto puede haber visto en la mancha se encuentran realcionados entre sí.

7. Frecuencia

Finalmente, hay que valorar si las respuesta del paciente son relativamente habituales en la población de referencia o por el contrario son originales y poco habituales.

8. Fenómenos especiales

Además de ello cabe valorar también si existen los llamados fenómenos especiales, es decir, elementos extraños que hacen poco habituales las respuestas.

Entre estos fenómenos hay que tener en cuenta los fracasos (cuando el sujeto no consigue dar respuesta), la existencia de shocks o alteraciones conductuales anómalas ante un estímulo, perseveraciones, autoreferencias, confabulaciones, críticas o contaminaciones (se combinan varias interpretaciones de la mancha).

También hay que valorar si hay personalizaciones o si observan movimientos agresivos (por ejemplo ve un apuñalamiento), mórbidos (cadáveres, heridos…) o cooperativos (un abrazo), o incluso si dicen ver algún concepto abstracto. Este aspecto no se valora siempre, pero suele añadirse si existen alteraciones poco usuales.

Interpretar con el sistema

Hemos hablado de los principales elementos a tener en cuenta a la hora de valorar las respuestas del paciente ante la aplicación de las láminas de Rorschach. Pero saber qué mirar no es suficiente para una vez corregido poder interpretarlo. Para poder lograrlo, el sistema comprehensivo de Exner propone valorar los datos globalmente, no siendo interpretable el dato aislado.

Todas las informaciones previas tiene un signficado: el tiempo, número de respuestas, localizaciones, contenidos (por ejemplo figuras humanas suelen relacionarse a este tipo de relaciones, anatomía a preocupaciones y narcisismos, sexuales a represiones… pero también depende de la proporción y la frecuencia con que aparezcan), determinantes como el movimiento o el nivel de frecuencia de las respuestas.

Pero de cara a poder hacer un sumario o resumen de la estructura de la personalidad del sujeto, el sistema comprensivo de Exner configura una serie de agrupaciones o conjuntos de datos que al vincularse entre sí, teóricamente dan una idea del tipo de funcionamiento de esa parte de la personalidad del sujeto.

Estas agrupaciones nos permiten hacer un sumario estructural de la personalidad del sujeto. En este sentido existen un total de siete agrupaciones.

1. Núcleo principal o Controles

El conjunto de variables que forman esta agrupación son todas aquellas que nos permiten analizar si el evaluado es capaz de organizarse y mantenerse enfocado, de tal manera que controla sus procesos de pensamiento y emocionales. Se trata del elemento más relevante de la estructura, ya que establece la capacidad de tomar decisiones y actuar.

Uno de los índices más relevantes en este sentido es Lambda, a través del cual miramos el tipo de respuesta en situaciones afectivas y que puede valorarse a partir de la relación entre las respuestas de forma pura y el total de respuestas dadas.

También puede valorarse el tipo vivencial (si somos introversivos, extratensivos, ambiguales, coartados o dilatados), la experiencia accesible (recursos), la experiencia base (los elementos internos que se activan sin control) o las estimulaciones sufridas.

2. Afectos

Este conjunto de variables nos permiten valorar la esfera emocional y afectiva del sujeto, dando información sobre cómo se regulan las descargas de emociones, la presencia de constricción emocional, el interés y valor dado al ámbito emocional y la proporción de afectiva, los recursos mentales para hacer frente a las situaciones complejas o la presencia de superficialidad o oposicionismo. También permite ver la existencia de tendencias depresivas.

Se puede calcular la proporción forma-color, la proporción afectiva, las respuestas de espacio en blanco o los determinantes múltiples.

3. Procesamiento de la información

En este caso valoramos la existencia de esfuerzo organizativo por parte del sujeto, así como la manera en la cual procesa e integra la información. Se vincula también a lo cognitivo (concretamente a la presencia o ausencia de recursos) y a lo motivacional. Se valora si prestan atención al detalle o si se esfuerzan en procesar la información. En este sentido se valoran el número de actividades organizativas, o las frecuencias de las localizaciones utilizadas.

4. Mediación

La medicación puede ser más compleja de entender que otras facetas a evaluar, pero principalmente hace referencia a la manera en que el sujeto percibe la realidad de manera adecuada y se adscribe a las respuestas convencionales.

La interpretación de este punto ha de tener en cuenta por ejemplo el porcentaje de respuestas de calidades formales originales y convencionales, el grado en que las respuestas son populares, o el uso de localizaciones extrañas, como el uso de áreas en blanco.

5. Ideación

En este punto se explora la manera en que la persona piensa y conoce. La parte cognitiva e intelectual.

En este caso pueden evaluarse aspectos como la intelectualización, la presencia de síndrome de Blancanieves (evitación de responsabilidades), rigidez, claridad de pensamiento, orientación y racionalidad.

Puede verse a través de diversos índices, y se emplean aspectos como el uso de contenidos abstractos/artísticos, contaminaciones, incongruencias o movimientos humanos pasivos y activos (y su proporción) entre otros.

6. Interpersonal

Este ámbito hace referencia obviamente a la manera en que el sujeto se relaciona con los demás, valorándose su interés interpersonal en base a la autoimagen, la tendencia a visualizar escenas cooperativas o agresivas. También puede interpretarse en base a los determinantes como las texturas, que puede indicar necesidad de cercanía, o el uso o no uso de determinados contenidos en las respuestas.

7. Autopercepción

En este caso, se valora la percepción del sujeto respecto a sí mismo, en base al índice egocentrismo (elevado implicaría alta autoestima, bajo podría indicar baja autoestima) y puede verse en la presencia de reflejos, contenidos mórbidos, anatómicos o de usos del dependiente forma-dimensión.

Referencias bibliográficas:

  • Exner, J. (1994) El Rorschach. Un Sistema Comprehensivo. Vol 1: Fundamentos Básicos. Rorschach Workshops. Psimática. Madrid, España.
  • Exner, J. (1996) Manual de codificación del Rorschach. Edit. Psimática.
  • Sanz, L.J., Álvarez, C. (2012). Evaluación en Psicología Clínica. Manual CEDE de Preparacion PIR, 05. CEDE: Madrid.
  • Zdunic, A. (2002). El modelo de codificación del Sistema Comprehensivo en el Test de Zulliger. Ensayo para el uso de la prueba como instrumento de evaluación en selección de personal: la influencia del contexto de administración por Angélica Zdunic. Tesis Doctoral. Universidad de Palermo. Argentina.

Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica

Barcelona

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Máster en Psicopedagogía con especialización en Orientación en Educación Secundaria. Cursando el Máster en Psicología General Sanitaria por la UB.

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