Toser es una acción refleja muy común, tanto que ni somos conscientes de cuántas veces tosemos a lo largo del día. Ya sea para aclararnos la garganta o porque tenemos un poco de flema en el cuello, los seres humanos tosemos.
La principal función de esta acción es la de eliminar cualquier cuerpo extraño que se encuentre en nuestras vías respiratorias, aunque es cierto que, a veces, tosemos a pesar de que no hay nada que expulsar de nuestra garganta.
Seca, húmeda, paroxística… Son varios los tipos de tos que podemos padecer y a lo largo de este artículo vamos a profundizar en ellas y cuáles son sus posibles causas. ¡No te las pierdas!
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Los 7 tipos de tos
La tos es una reacción normal del cuerpo y, en personas sanas, es un mecanismo que sirve para mantener limpias la tráquea y los bronquios.
Normalmente, el reflejo tusígeno es provocado por la presencia de mucosidad o un cuerpo extraño en las vías respiratorias. También puede ser que la tos sea un síntoma asociado a enfermedades del sistema respiratorio como, por ejemplo, el asma, la bronquitis o un simple resfriado común.
Dando una definición clínica, la tos se puede definir como una maniobra respiratoria brusca y explosiva que se produce para eliminar un cuerpo extraño o material molesto en las vías respiratorias. La tos consta de tres fases:
- Apertura de la glotis con inspiración.
- Cierre de la glotis con contracción de los músculos respiratorios.
- Apertura brusca de la glotis con expulsión del aire retenido en los pulmones.
El reflejo tusígeno implica el siguiente proceso. Primero, un estímulo, generalmente un irritante físico o químico, es captado por los receptores que se encuentran en las vías respiratorias. Estas células sensoras envían un impulso al sistema nervioso central, subiendo por el nervio vago al bulbo raquídeo y llegando a la protuberancia. A partir de allí, se envía una respuesta en forma de otro impulso que se dirige al diafragma y los músculos intercostales y abdominales, haciendo que se contraiga bruscamente.
La tos es un reflejo involuntario del organismo cuya función es mantener despejadas las vías respiratorias. Cuando se respira partículas de polvo, humo o migas de pan (estímulos tusígenos), unos sensores que hay en las mucosas de la tráquea y los bronquios se irritan y dan como resultado el reflejo tusígeno. En caso de que la tos sea molesta y se repita varias veces a lo largo del día, se debería consultar a un médico para saber si es síntoma de una enfermedad grave.
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¿Cuántos tipos de tos hay?
Ahora que sabemos qué es la tos y cuál es su principal función, vamos a entrar de lleno a lo que hemos venido a explicar en este artículo: los tipos de tos. Hay diferentes clases de este movimiento tan humano y, si bien en la mayoría de los casos no es un síntoma ni motivo de preocupación, si que a veces puede ser signo de preocupación o requerir de tratamiento.
La tos es especialmente común durante el invierno, pues es en esta época en la que más resfriados e infecciones respiratorias hay. El principal motivo de esto no es el frío, que también, sino que la gente permanece más tiempo en casa y en compañía de otras personas, siendo más propensos a contagiarse de enfermedades y respirar más partículas de polvo al estar en espacios cerrados. Como hay más cuerpos extraños en nuestras vías respiratorias en los meses invernales, más vamos a toser.
Los principales tipos de tos son los siguientes siete.
1. Tos seca o improductiva
La tos seca o improductiva es aquella en la que no hay mucosidad. Se siente un cosquilleo en la parte posterior de la garganta que provoca el reflejo tusígeno y, también, carraspera.
A pesar de que la función principal de la tos es expectorar moco, en este caso no hay exceso de mucosidad alguna para expulsar, motivo por el cual se la llama tos seca. Es muy molesta porque puede producir una sensación de picazón constante en la garganta.
Normalmente, este tipo de tos se produce por la inflamación o irritación del tracto respiratorio, causadas por infecciones en las vías respiratorias superiores como en un resfriado o en la gripe. Tanto en niños como en adultos es habitual que la tos improductiva dure varias semanas después de haber superado el resfriado o la gripe. Otras posibles causas de la tos seca son:
- Laringitis
- Amigdalitis
- Sinusitis
- Asma
- Alergias y asma
- Crup
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
- Ciertos medicamentos (p. ej., inhibidores de la ECA)
- Exposición a irritantes: polvo, humo, contaminación del aire…
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2. Tos húmeda o productiva
Como su nombre sugiere, en la tos húmeda o productiva se produce mucosidad. Este tipo de tos puede ser provocada por un resfriado o una gripe, y aparece para expulsar el exceso de moco en el sistema respiratorio, en especial en la garganta, nariz, pulmones y demás partes de las vías respiratorias. Cuando se tiene tos productiva, se puede sentir la sensación de tener algo atorado o que gotea en la parte posterior de la garganta o el pecho.
Este tipo de tos es la más fácil de identificar, y tiende a desaparecer una vez se han eliminado las flemas. Puede aparecer lenta o rápidamente, y suele venir acompañada por otros síntomas como secreción nasal, goteo postnasal y fatiga. La duración de la tos puede ser una pista de cuál es la afección que la provoca:
- Resfriado o gripe
- Neumonía
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
- Enfisema
- Bronquitis, tanto aguda como crónica
- Asma
La tos húmeda que dura más de 3 semanas en bebés, niños pequeños y niños un poco más grandes es casi siempre provocada por un resfriado o gripe. En la mayoría de casos la tos productiva se trata con expectorantes o mucolíticos para facilitar la expulsión y en todos ellos se suele recomendar beber mucho líquido, lo cual facilita la expectoración.
3. Tos paroxística
La tos paroxística provoca ataques intermitentes de tos violenta e incontrolable. Esta puede ser muy agotadora y causar dolor, haciendo que quienes la padecen luchen por respirar. En pleno ataque de tos paroxística, el afectado puede llegar a vomitar.
Una de las principales causas de este tipo de tos es la pertussis, también conocida como tos ferina. Se trata de una infección bacteriana que provoca ataques de tos violentos, haciendo que los pulmones liberen todo el aire que tienen. Después, se inhala violentamente y se hace un sonido similar a un chillido.
Los bebés son el grupo de población que tienen un mayor riesgo de contraer tos ferina y pueden tener complicaciones muy graves, poniendo en peligro su vida. Para evitar esta condición, es recomendable vacunar contra la tos ferina a bebés de dos meses en adelante. Al tratarse de una enfermedad muy contagiosa, todo familiar o persona que haya estado en contacto con un afectado de tos ferina debe recibir tratamiento.
Si bien la tos ferina suele causar tos paroxística, hay otras posibles causas detrás de estos ataques de tos violenta:
- Asma
- EPOC
- Neumonía
- Tuberculosis
- Asfixia
4. Tos de crup
El crup es una infección viral que afecta a niños de 5 años o menos. Esta condición médica hace que las vías respiratorias superiores se irriten e inflamen, haciéndolas más estrechas. Como las vías respiratorias de niños menores de 5 años son muy estrechas ya de por sí, presentar crup les dificulta mucho respirar.
La tos característica del crup tiene un sonido parecido al que hacen las focas, descrita también como una tos perruna. La hinchazón dentro y alrededor de la laringe provoca también ronquera y ruidos chirriantes al respirar.
La tos de crup puede ser sumamente perturbadora para niños como para padres dados los síntomas con los que viene acompañada.
- Respiración muy dificultosa
- Ruidos agudos al inhalar
- Respiración rápida y ansiosa
- En casos graves, los niños se ponen pálidos o azulados
5. Tos psicógena (tics)
La tos psicógena o psicosomática es un tipo de tos cuya causa no es patógena, como un virus o partícula en la garganta, sino hecha voluntariamente por el individuo. Se trata de esa costumbre de toser antes de hablar que algunas personas tienen o cuando están muy nerviosas.
Si bien les puede servir para aclarar la garganta antes de hablar, también se puede considerar una especie de tic que se usa para romper el hielo antes de iniciar una conversación o un discurso.
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6. Tos aguda y tos crónica
Al margen de si se trata de tos seca, húmeda, paroxística o de cualquier otro tipo, en función de cuánto tiempo dure podemos hablar de tos aguda y de tos crónica. Si dura menos de 3 semanas decimos que es tos aguda, mientras que si dura más de 4 semanas en niños y 8 en adultos se podría tratar de un caso de tos crónica.
7. Tos seca falsa
En la tos seca falsa no se consigue expectorar y se traga sin querer la mucosidad. Este tipo de tos se da sobre todo en niños y mujeres.
¿Cómo se trata la tos?
Cuando se tiene demasiada tos, lo recomendable siempre es hacer una consulta médica a nuestro profesional de confianza. Si bien la tos es algo normal y que hacemos a lo largo del día sin darnos cuenta, lo cierto es que también puede ser provocada por infecciones víricas y otros patógenos que requieren de tratamiento. Sea cual sea su causa, las pautas generales para la tos son los siguientes.
Para la tos seca o no productiva
Para la tos seca se indica el tratamiento con fármacos antitusígenos, los cuales pueden ser de dos tipos.
- De acción central: inhiben el reflejo de la tos deprimiendo el centro de la misma. Los más usados son la codeína y el dextrometorfano.
- De acción periférica: actúan sobre la rama eferente del reflejo de la tos.
Para la tos húmeda o productiva
En el caso de la tos productiva se usan expectorantes y/o mucolíticos. Los medicamentos mucolíticos disminuyen la viscosidad de la secreción bronquial, haciendo que sea más fácil expulsar el esputo. En el caso de los expectorantes, estos estimulan el mecanismo de eliminación, con el movimiento ciliar que impulsa la secreción hacia la faringe para ser eliminada por expectoración o deglución.
El medicamento que prescribirá el médico dependerá de factores como la edad del paciente, el tipo de tos, los síntomas asociados o si se toman otros fármacos para enfermedades de las vías respiratorias. También se tendrán en consideración el historial de enfermedades como diabetes, bronquitis, cardiopatías… Sea cual sea el medicamento para la tos que se tome, este no debe tomarse durante más de 3 semanas y el médico debe llevar el control del mismo.