A lo largo de la historia, las mujeres han lidiado con expectativas rígidas, irreales y limitadas sobre lo que significa ser un "buen amante". Entre las promovidas tanto por la Industria del porno como por el mismo Machismo. Para muchas, esto ha significado renunciar a sus propias necesidades sexuales, afectivas y deseos en pro de una versión masculina machista y limitada del placer.
Pero con el tiempo, esas ideas han evolucionado. Desde la masiva práctica manifestación del empoderamiento femenino y del Feminismo la mujer contemporánea ya no solo anhela una conexión emocional para casarse y conformar un hogar, sino también quiere reciprocidad en la satisfacción física, complicidad y una relación sexual basada en la inteligencia emocional.
Y la idea de un hombre que pueda equilibrar la pasión, la empatía y destreza sexual sigue siendo, para muchas, algo elusivo o simplemente inexistente, por lo que en muchas situaciones las relaciones terminan siendo desequilibradas en diversos sentidos partiendo de las interacciones cotidianas a las sexuales.
Dificultades del hombre contemporáneo: las presiones de la masculinidad Actual
Este artículo se sumerge en la verdad incómoda que nadie menciona: ¿Por qué, a pesar de todos los avances en el terreno sexual y afectiva de pareja, encontrar un buen amante masculino sigue siendo un reto significativo para muchas mujeres?
1. Expectativas contradictorias y confusas
El hombre contemporáneo vive bajo presiones conflictivas.
Por un lado, aún persisten ciertos estereotipos tradicionales que lo empujan a ser el dominante e insensible.
Por otro lado, también se espera que sea emocionalmente accesible, empático y capaz de mantener relaciones equilibradas con su pareja. Esto genera una sensación de confusión e inseguridad, ya que muchos hombres no fueron educados para validar sus emociones ni disponen de recursos suficientes para balancear estos roles especialmente si provienen de familias tradicionalmente concebidas.
Ejemplo: Un hombre que, bajo la presión de ser fuerte y "no mostrar debilidad", puede tener dificultades para abrirse emocionalmente en sus relaciones de pareja, lo que a menudo resulta en conflictos, malos entendidos o distanciamientos.
2. Ansiedad por el desempeño y éxito
En un mundo que valora cada vez más el polvo que dura horas y que demanda a un hombre con una permanencia penetrando y la validación externa de lo que se vende como ser un “buen polvo”, muchos hombres sienten una presión desmedida por cumplir sexualmente con este requisito promovido por el porno. Esta ansiedad por el desempeño puede erosionar su autoestima y generar tensiones en sus relaciones.
Ejemplo: La presión por cumplir con expectativas sexuales impuestas y además fomentadas en muchos casos por las mujeres mismas, puede impedir que un hombre se sienta cómodo explorando su vulnerabilidad o necesidades emocionales en el ámbito íntimo, lo que afecta su conexión con su pareja.
3. Falta de habilidades emocionales como sexuales
Aunque el discurso sobre la importancia de la inteligencia emocional está en auge, muchos hombres crecieron con la idea de que expresar emociones es un signo de debilidad o de “poca masculinidad”, esto se ve claramente reflejado en la dinámica sexual de pareja.
El sentirse ansioso por estar en situación demasiado deseada y no saber cómo manejarla, o no tener ganas de interacción sexual, también es frecuente el miedo al no “quedar mal” o simplemente no cumplir expectativas y no saber expresarlo.
Como resultado, les falta práctica en la validación y el reconocimiento de la emoción como en el procesar y comunicar lo que sienten, lo que puede llevar a relaciones poco satisfactorias y naturales o a dificultades para mantener vínculos sanos.
Ejemplo: En discusiones de pareja, un hombre puede retraerse, reaccionar con frustración o inclusive con violencia porque no sabe cómo expresar sus emociones, lo que genera tensiones y conflictos que en algunos casos transciende a tragedias.
Sexologiatantra By Alessandra Skcardocci
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Esp. Sexualidad Masculina, Disfunciones sexuales y Parejas
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