Aunque hoy todo parezca girar en torno a pantallas, conocer a alguien en persona sigue teniendo algo especial. Las apps de citas están por todos lados, sí, pero cada vez más personas se preguntan si no sería mejor volver a lo de antes: cruzarse miradas, tener una buena charla, ver si hay química sin filtros ni algoritmos de por medio.
Si te da curiosidad saber cómo mejorar tu forma de conectar sin hacer match digital, este artículo es para ti.
¿Por qué vale la pena volver al cara a cara?
Con tanto match y swipe por ahí, es fácil pensar que ligar en persona ya pasó de moda. Pero no es tan así. De hecho, muchas personas están empezando a buscar formas más naturales de conocer a alguien, cansadas de chats eternos que no llegan a nada o de perfiles que no se parecen en nada a la realidad.
Hablar con alguien cara a cara te deja ver cosas que una pantalla no muestra: cómo se ríe, cómo se mueve, cómo escucha. También permite que todo fluya de manera más auténtica.
Y, aunque no es una competencia entre métodos, saber conectar sin depender del celular suma muchísimo. No solo para las relaciones, también para tu confianza, tu seguridad y tu forma de leer a los demás.
Lo que la psicología ha descubierto sobre coquetear bien
Un estudio publicado en Evolutionary Psychology analizó qué estrategias de coqueteo suelen funcionar mejor según quién las use y con qué intención. Y aunque los resultados varían según el país y el contexto, hay cosas que se repiten bastante.
Por ejemplo, reírse de los chistes del otro tiene un efecto positivo casi universal. También se valoran mucho el sentido del humor propio (sobre todo cuando lo usa una mujer) y los gestos generosos (que, curiosamente, funcionan mejor cuando vienen de un hombre). Otro dato: cuando la intención es tener una relación estable, hombres y mujeres tienden a usar tácticas similares. Las diferencias aparecen más en contextos de citas casuales.
Esto no significa que haya una fórmula exacta, pero sí da pistas de qué cosas suelen despertar interés o hacer que la otra persona quiera seguir conociéndote.
Antes de lanzarte, revisa lo que transmites
Mucho antes de que digas algo, tu presencia ya está hablando por ti. Y esto no tiene que ver solamente con cómo te ves, sino con todo lo que proyectas. Acá van algunas claves que conviene tener en cuenta antes de coquetear:
- Confianza sin alardes: Sentirte bien contigo, sin necesidad de demostrar nada.
- Intereses propios: Que tengas vida más allá de buscar pareja. Eso suma mucho.
- Cero poses: Fingir algo que no eres se nota y, al final, no conecta.
- Cuidado personal: No es superficial; habla de cómo te tratas a ti mismo.
- Buena onda real: Las personas se sienten atraídas por quienes suman, no por quienes viven quejándose.
Qué hacer (y cómo) para ligar en persona de forma natural
Si te preguntas cómo se liga hoy sin depender del celular, la respuesta es simple, pero no siempre fácil: prestando atención, conectando con lo que está pasando y, sobre todo, siendo tú, aunque te pueda sonar cliché.
Acá te contamos algunas estrategias que de verdad funcionan:
1. Habla de algo que valga la pena
Está bien empezar con algo básico, pero si quieres que la conversación enganche, va más allá del clásico "¿a qué te dedicas?". Hacer preguntas que despierten el interés o compartir algo que realmente te apasione genera otro tipo de conexión. La idea es crear un diálogo que tenga sentido, no solo llenar el silencio.
2. Ríe y haz reír, sin exagerar
No necesitas hacer chistes todo el tiempo, pero el humor rompe el hielo como pocas cosas. Ríete con el otro, no del otro. Y si puedes contar algo gracioso de tu día o reírte de ti mismo de forma liviana, eso también suma. El humor crea complicidad sin que te des cuenta.
3. Escucha de verdad
La empatía tiene mucho que ver con prestar atención de verdad, hacer preguntas porque te interesa, y responder desde lo que sentiste, no desde lo que crees que “queda bien”. Mostrar interés real es mucho más seductor que querer impresionar.
4. No lo cuentes todo de golpe
Mostrar un poco e ir dejando cosas para después mantiene viva la curiosidad. El misterio, si es sutil, despierta ganas de seguir conociendo. Pero, cuidado: no confundas eso con jugar a desentenderte o con desaparecer. La clave está en soltar con naturalidad.
5. Que tu cuerpo también diga algo
Una sonrisa sincera, mirar a los ojos sin incomodar, no cruzar los brazos, moverte con tranquilidad… Todo eso comunica. Incluso imitar de forma ligera algunos gestos del otro puede generar cercanía, siempre que sea algo natural y no forzado. Evita parecer apurado o con ansiedad. La calma se nota, y también se agradece.
Dónde aplicar todo esto sin que se sienta forzado
No necesitas ir a un evento para solteros ni esperar el momento “perfecto”. Las oportunidades de conocer gente suelen estar donde menos te lo imaginas. La clave es estar atento y disponible, no tanto salir a buscar desesperadamente.
- Reuniones de amigos: Suelen ser ambientes relajados y ya hay algo de confianza.
- Cursos o talleres: Compartir una actividad da pie a conversaciones sin presión.
- Lugares que visitas seguido: Un parque, una cafetería, el gimnasio. Si vas con frecuencia, ya hay terreno común.
- Espacios con propósito: Voluntariados o actividades comunitarias reúnen a personas con intereses y valores parecidos.
- Eventos culturales: Ferias, charlas, conciertos... Todo lo que te mueva también puede acercarte a alguien.
Obviamente, hay que tener en cuenta que, en la vida fuera de las apps de citas no sabes si la persona puede estar interesada en ti o no, así que es importante seguir el sentido común.
Entonces, debes prestar atención a la información que esa persona te devuelve. Si lo único que hace es mostrar su anillo o deja claro que no quiere hablar contigo, ¡desiste! ¡Lógica y respeto ante todo!
¡Ah! Y recuerda esto…
Conectar sin pantallas es volver a lo simple. Estar con alguien y prestar atención, sin distracciones. Mirar, escuchar, notar los gestos. Dejar espacio para que algo empiece, sin forzarlo.

Esther Tomás Ruiz
Esther Tomás Ruiz
Psicóloga, coach y terapeuta de familia y parejas
No siempre pasa, pero, cuando sí, se siente distinto. Más tranquilo, más humano. Como si el tiempo se aflojara un poco y todo encajara, aunque sea por un momento.
Quizás no sea tan inmediato como deslizar a la derecha, pero tiene algo que las apps no ofrecen desde un inicio: presencia real, o al menos tangible. Y a veces, eso es todo lo que se necesita para que algo valga la pena.


Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad