Existen numerosos estudios sobre qué les ocurre a los ganadores de lotería tras hacerse con una cantidad considerable de dinero. Después de que una enfermera estadounidense se llevase 758 millones de dólares en el sorteo de Powerball, el debate sobre si ganar la lotería trae la felicidad o no, cobró más fuerza aún. Se llamaba Mavis Wanczyk, y su premio se convirtió en el más alto entregado jamás en la historia de la lotería a una sola persona.
La mayoría de los que juegan a la lotería, lo hacen pensando en una vida mejor y sin apuros. Mavis compró un boleto de Powerball justo con ese propósito, y se enteró de que había acertado todos los números la misma noche del sorteo. Sus sentimientos pasaron a ser una mezcla de emoción y nerviosismo, por lo que decidió tomarse unas semanas para consultar con los asesores financieros.
¿Nos vuelve "locos" ganar la lotería?
Ante esta situación, algunos investigadores afirmaron que el premio acarrearía nuevas responsabilidades y presiones a la ganadora, basándose en que el dinero no da la felicidad. Otros, por su parte, matizaron que si tenía clara la idea de qué es la felicidad para ella, una inyección económica en su cuenta bancaria no le perjudicaría realmente.
Mavis dejó su trabajo en el hospital y, apenas unas semanas más tarde, optó por recibir el premio en un único pago, una vez deducidos los impuestos. Entonces, aseguró que su sueño se había “hecho realidad”. En los días posteriores, su nombre aparecía en todos los medios, y el jardín de su casa se encontraba repleto de medidas de seguridad, a modo de prevención.
La preocupación que pudiese sentir en aquel momento, era eclipsada por la alegría del premio, tal y como aseguraron los expertos. Sobre si encontraría la felicidad o no, los estudios apelan al concepto de “adaptación hedónica”, que es la tendencia de las personas a estar “siempre insatisfechas”, y necesitar siempre algo más para sentirse felices.
La ciencia del cerebro... y su relación con el dinero
En 2008, un estudio llevado a cabo sobre los ganadores de la lotería en Holanda, concluyó que, efectivamente, aquellos que ingresaron más dinero se sentían más felices. No obstante, con el paso del tiempo, volvían a sentirse como al principio, ya que, una vez cubiertas sus necesidades, volvían a fijar sus objetivos en cuotas más altas. En el caso de Mavis, optó por mantenerse fuera de la línea mediática, y tratar de administrar su fortuna de forma responsable. Otros, en cambio, no pudieron o no quisieron hacer lo mismo. El caso más extremo, y que por suerte es una excepción, es el de Jack Wittaker, un estadounidense que malgastó sus 90 millones de dólares en lujos innecesarios y que no le ayudaron para ser feliz (sino todo lo contrario).
La forma en la que ganar un gran premio de lotería afecta a cada persona, depende, por tanto, de la propia persona.
Referencias bibliográficas:
- Loria, K. (2017). How winning the lottery affects happiness, acording to psychology research. Business Insider. Disponible en: http://www.businessinsider.com/winning-powerball-lottery-happiness-2017-8
- Mestre N., José M. y Palmero C. Francesc (2004). Procesos psicológicos básicos. México, McGraw Hill.
- Nahin, P. J. (2000). Duelling Idiots and Other Probability Puzzlers. Paul J. Nahin. Princeton University Press.
- Ronan, M. (2006). Symmetry and the Monster: One of the Greatest Quests of Mathematics. Oxford University Press.
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