¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a defenderse del bullying o acoso escolar?

Analizamos en profundidad este tipo de acoso y cómo podemos hacerle frente como padres.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a defenderse del bullying o acoso escolar?
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El bullying o acoso escolar es una forma de violencia que afecta a millones de niños en el mundo y puede tener consecuencias devastadoras. Según el Observatorio Mundial de Bullying, uno de cada tres menores lo ha sufrido, y está vinculado a unas 200.000 muertes al año, al derivar en suicidios u homicidios. España, Argentina, Brasil, Estados Unidos y México lideran la lista de países en los que más menores sufren este tipo de violencia.

Ante estos datos tan alarmantes, analizamos en profundidad qué es exactamente el bullying, cuáles son sus consecuencias, y muy especialmente qué podemos hacer como padres para ayudar a nuestros hijos a defenderse y a superar este tipo de acoso.

¿Qué es el bullying o acoso escolar?

El bullying, o acoso escolar, es cualquier forma de maltrato físico, verbal o psicológico entre menores, ejercido de manera reiterada con intención de dañar, que, generalmente, va dirigido a una víctima concreta. Puede manifestarse en múltiples formas, desde insultos, amenazas y exclusión social, hasta difusión de contenido humillante en redes sociales e incluso agresiones físicas.

Aunque suele surgir en el ámbito escolar, no se limita sólo a este; puede ejercerse también fuera de las horas lectivas, tanto dentro como fuera del colegio, así como a través de dispositivos electrónicos, un tipo de bullying más conocido como ciberacoso. De hecho, según la Fundación ANAR, el ciberacoso o ciberbullying tomó mucho más protagonismo a raíz de la pandemia, puesto que la interacción física entre alumnos se limitó, hasta el punto de afectar a uno de cada cuatro menores en el mundo, cifras que -se estima- irán en aumento, según las mismas fuentes.

¿Cuáles son las consecuencias del bullying o acoso escolar?

El bullying es un grave problema estructural que requiere de la implementación de programas de prevención y concienciación que involucren tanto a la comunidad educativa como a los padres, asegura Alberto Soler, psicólogo y experto en acoso escolar, en declaraciones a Psicología y Mente. Y es que además de afectar a la salud mental, emocional y a veces hasta física de las víctimas, tiene un impacto negativo directo en su rendimiento académico y en “la forma en la que afrontan todos los ámbitos de su vida diaria presente y futura”, explica Soler.

Aunque los efectos sobre las víctimas dependen mucho del tipo de acoso que sufren, de sus circunstancias personales, y de su capacidad de enfrentarse a ello, Soler argumenta que “la mayoría suelen experimentar miedo, ansiedad, estrés, baja autoestima, afectación del autoconcepto y aislamiento”. En los casos extremos, puede llegar a derivar en problemas de salud mental más graves, como depresión y tendencias suicidas. Estas consecuencias no se limitan sólo a los estudiantes; se extienden al ámbito familiar, a los centros educativos y a toda la sociedad en general, concluye el experto.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a defenderse de un acosador?

Puede que por miedo, por vergüenza o porque realmente no entienden que están sufriendo acoso -porque lo ven como algo “normal”-, los niños no cuenten a sus padres lo que les está sucediendo. También puede que estos no sepan cómo detectar, prevenir o, incluso, hacer frente a esta situación, al ser desconocida para ellos. Miguel Campos, psicólogo y formador de especialistas de la Fundación ANAR, ofrece a Psicología y Mente algunos consejos sobre cómo hacerlo:

No ignores ni normalices el problema

El acoso escolar es un tipo de violencia que no se puede ni tolerar ni normalizar. Los padres no deben dejarse llevar por la idea de que es una situación habitual o “normal”, que pasa todos los días en muchos centros educativos, y con la que los menores deben aprender a lidiar. Como padres, asegura, se debe encarar el problema con serenidad y disciplina.

Observa detenidamente el comportamiento de tu hijo

Muchos niños no expresan verbalmente que están siendo acosados, por lo que los progenitores deben prestar mucha atención a todos los cambios que detecten en el comportamiento de sus hijos, por insignificantes que parezcan. Si detectan que está triste, o apático, si presenta alteraciones en el apetito o el sueño, si empeora su rendimiento escolar y, especialmente, si opone resistencia a ir al colegio, puede que esté sufriendo bullying.

Dialoga abiertamente en casa

Los niños deben sentirse seguros y escuchados en casa, sin miedo a sentirse juzgados ni menospreciados. Por ello, es fundamental establecer con ellos una relación de confianza basada en el diálogo abierto, para que sientan que pueden hablar y expresarse libremente sobre cualquier tema. Los padres pueden y deben preguntar, sin ser invasivos, cómo se siente en el colegio, quiénes son sus amigos, en qué juegos participan, si han tenido algún tipo de problema, etc.

Mantén la calma y muéstrale todo tu apoyo

En el caso de que el niño esté sufriendo algún tipo de acoso -o haya indicios de ello- se debe actuar con rapidez y sin minimizar el problema, pero manteniendo la calma en todo momento. Campos propone hablar tranquilamente con él, mostrarle apoyo, darle a entender que él no es culpable de la situación que está viviendo y que los adultos van a tomar medidas. También es recomendable que visitar a un psicólogo infantil, puesto que la intervención temprana ayudará a prevenir secuelas a largo plazo.

Enséñale estrategias para enfrentar la situación

Los niños aprenden a partir de lo que observan y viven en casa, por lo que es importante que en familia se solucionen los problemas de manera respetuosa. Este psicólogo aconseja que no responda a sus acosadores de la misma manera pero sí que se defienda pacíficamente y aprenda a decir «no» cuando así lo considere. Otra buena herramienta es recordarle al menor que puede recurrir a sus profesores en cualquier momento.

Informa al centro educativo sobre el problema

El centro educativo debe conocer la situación a fondo y cooperar para encontrar la mejor solución. Los padres deberían mantener una comunicación continua con la escuela y, en caso necesario, contactar también con los familiares de los acosadores para lidiar en conjunto con el problema. Cabe recordar que “los centros educativos tienen la obligación de activar protocolos de actuación ante el acoso escolar”, aseguran desde la Asociación Española de Prevención contra el Acoso Escolar (AEPAE). Si el problema persiste los padres también pueden recurrir a la policía para informarse de los pasos a seguir.

El acoso escolar es un problema complejo y en auge que requiere de cooperación entre las familias, el sistema educativo y la sociedad.

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Sara Martínez. (2025, mayo 15). ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a defenderse del bullying o acoso escolar?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/social/como-puedo-ayudar-a-mi-hijo-a-defenderse-del-bullying-o-acoso-escolar

Periodista

Licenciada en Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya, cuenta con casi 20 años de experiencia ejerciendo como redactora, locutora, editora y directora en distintos medios de comunicación. Actualmente trabaja como content manager y colabora con otros medios digitales enfocados a la salud y al bienestar físico y emocional.

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