Jean-François Lyotard fue un filósofo, sociólogo y teórico literario francés muy importante en el estudio del postmodernismo y los movimientos sociales, especialmente los de liberación como lo fue el independentismo algerino.
De prolífica vida literaria y académica, Lyotard ha pasado a ser una de las grandes figuras dentro de la filosofía marxista y freudiana en Francia.
A continuación vamos a descubrir su vida y cómo se implicó en movimientos reivindicativos de izquierda, a través de una biografía de Jean-François Lyotard, en formato resumida.
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Breve biografía de Jean-François Lyotard
La vida de Jean-François Lyotard fue la de alguien que quedó profundamente marcado por los horrores de la Francia ocupada por los nazis, pero que lejos de caer en la apatía y en el rencor supo canalizar las emociones de sus vivencias para generar una filosofía única, reivindicativa y de izquierdas, crítica hacia cualquier tipo de dominio injusto.
Primeros años
Jean-François Lyotard nació el 10 de agosto de 1924 en Versalles, Francia, en el seno de una familia humilde. Acudió a la escuela primaria Lycée Buffon y, posteriormente, al Lycée Louis le Grand, ambos ubicados en París.
De niño tuvo aspiraciones de las más variopintas, entre ellas ser artista, historiador, escritor e, incluso, fraile dominico. Con el paso del tiempo se dio por vencido en su sueño de ser escritor puesto que, con 15 años, terminó de publicar una novela de ficción que resultó ser poco exitosa. En cuanto a lo de fraile, decidió rechazar esta idea porque, según él mismo, amaba demasiado a las mujeres.
Formación universitaria
Estudió filosofía en la Universidad de la Sorbona al final de los años 1940. Había interrumpido sus estudios al estallar la Segunda Guerra Mundial, sirviendo como voluntario de primeros auxilios para el ejército francés y participó en la lucha para liberar París en agosto de 1944. Presenciar tanta destrucción hizo que se sintiera atraído por las primeras promesas del socialismo, convirtiéndose en un devoto marxista al finalizar el conflicto.
En 1947 culminó sus estudios, presentando la tesis L'indifférence comme notion éthique (La Indiferencia como un concepto ético), en donde analizó las formas de indiferencia y desapego en diferentes corrientes de pensamiento tradicionales, entre ellas budismo zen, estoicismo, taoísmo y epicureísmo. Tras su graduación obtuvo un puesto en el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia.
Su juventud fue muy reivindicativa. Militó en grupos de izquierda y su pensamiento se desarrolló dentro de lo que se ha denominado marxismo crítico, aunque se le clasifica más bien como freudomarxista. Fue alumno de Maurice Merleau-Ponty, haciendo que se interesara en la fenomenología y motivó la publicación de su primer libro sobre este tema en la colección “Que sais-je”, proporcionando una visión clara y global de la finalidad de dicha corriente filosófica del siglo XX.
Pero más tarde se fue alejando del marxismo, e inició en la década de 1960 una evolución hacia el postmodernismo, en la que se aprecia ya el desarrollo de un pensamiento original. Se centró en esta época en el tema del deseo como búsqueda de lo imposible, usando términos muy cercanos a los del psicoanálisis, especialmente la corriente de Jacques–Marie Émile Lacan.
Durante esta misma época realiza importantes incursiones en el mundo del arte, analizando la obra pictórica de figuras tan importantes como lo es Paul Cézanne. Este análisis estético lo hace Lyotard tomando una perspectiva propia de la concepción freudiana del arte. Lyotard ve en Cézanne una especie de reinversión del sentido de dicha concepción freudiana del arte, relacionándolo con impulsos inconscientes de la libido.
La experiencia en Argelia
En 1950 Lyotard aceptó un puesto para enseñar filosofía en el liceo de Constantine, Argelia. En 1971 obtuvo un doctorado estatal con su disertación Discurso, figura bajo la tutoría de Mikel Dufrenne. Dedicó un período de su vida a las revoluciones socialistas, cuestión que quedó de manifiesto en sus escritos que centraron gran medida en la política de izquierda. Fue en aquel entonces que se interesó en la Guerra de Independencia de Argelia, que vivió estando ahí.
Lyotard expuso en Le Différend que el discurso humano se da en un variado pero discreto número de dominios inconmensurables, ninguno de los cuales tiene el privilegio de poder emitir juicios de valor sobre los otros. En sus obras Economía libidinal (1974) La condición postmoderna (1979) y Au juste: Conversations (1979) criticó teorías literarias contemporáneas y fomentó un discurso experimental desprovisto del interés por la verdad.
Lyotard criticó discursos tradicionales, tanto a nivel filosófico, religioso y económico, como el cristiano, el ilustrado, el marxista o el capitalista. Todos estos metadiscursos eran, en opinión de Jean-François Lyotard incapaces de conducir a la liberación. La cultura postmoderna se caracteriza por la incredulidad a estos metarrelatos, invalidados por sus efectos prácticos. No se trata de proponer un sistema alternativo al vigente, sino de actuar en espacios muy diversos para incentivar cambios concretos.
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Carrera académica
Además de enseñar en el Lycée de Constantine, Argelia, de 1950 a 1952, en 1972 empezó a dar clases en la Universidad de París VIII, enseñando en la institución hasta 1987 para pasar a convertirse en profesor emérito. Durante las dos siguientes décadas impartió clases fuera de Francia, especialmente como profesor de teoría crítica en la Universidad de California en Irvine y, también, como profesor visitante en universidades de todo el mundo.
Entre las universidades internacionales más destacadas podemos encontrar la Universidad de Johns Hopkins, la Universidad de California Berkeley, la Universidad de Yale, la Universidad Stony Brook, la Universidad de California, San Diego en Estados Unidos, la Université de Montréal en Québec (Canadá) y la Universidad de São Paulo en Brasil. Fue director fundador y miembro del consejo del Colegio Internacional de Filosofía en París.
Últimos años de vida
Entre los últimos trabajos de Jean-François Lyotard tenemos los referentes a la vida del escritor, activista y político francés André Marlaux. Una de ellas es una biografía “Signé, Malraux” (Firmado, Malraux). Otra de las obras tardías de Lyotard es “La Confession d’Augustin” (La Confesión de Agustín), un estudio sobre la fenomenología del tiempo. Este trabajo quedó inacabado, dado que falleció en el transcurso de su redacción, aunque sería publicado póstumamente el mismo año de su muerte.
En estos años volvió repetidamente a la noción de postmodernismo en sus ensayos "La posmodernidad explicada a los niños", "Hacia el posmoderno", y "Fábulas posmodernas". Quiso exponer más a fondo sus opiniones en una conferencia que estaba preparando en 1998, titulada “Postmodernismo y Teoría de los Medios”, pero, lamentablemente murió inesperadamente de una leucemia que había avanzado rápidamente el 21 de abril de ese mismo año. Fue enterrado en el Cementerio del Père Lachaise de París.
Vida política y militancia
La vida política de Jean-François Lyotard es intensa, no únicamente destacando su importante lucha durante la Francia ocupada por los nazis, sino también porque, una vez superado el conflicto, se movilizó por la lucha socialista. En 1954 se unió al grupo “Socialismo o Barbarie”, una organización política francesa formada en 1948 en torno a la inadecuación del análisis trotskista crítico.
La organización tenía como principal objetivo criticar el marxismo desde dentro, en tiempos de la guerra argelina de independencia. Los escritos de Lyotard estando en Argelia se refieren, principalmente, a la política de extrema izquierda. Después de disputas con Cornelius Castoriadis en 1965, Lyotard abandonó Socialismo o Barbarie e ingresó en el grupo bien acabado de formar “Pouvoir Ouvrier” (Poder obrero), abandonándolo tan solo dos años más tarde.
Participó activamente en la revolución de mayo de 1968, aunque se distanció del marxismo revolucionario publicando su obra “Economía Libidinal” (1974). Más tarde, se distanciaría del propio marxismo porque sentía que esta corriente tenía un enfoque estructuralista demasiado rígido, y que imponía la “sistematización de los deseos” por medio de un fuerte énfasis en la producción industrial como aspecto fundamental de la cultura predominante.
Referencias bibliográficas
- Lyotard, J. F. (2000). La función narrativa y la legitimación del saber. La condición posmoderna. Madrid, España: Cátedra. p. 57-58. ISBN 8437604664.