Santo Tomás de Aquino (1225-1274) fue un sacerdote y teólogo de la orden dominicana del catolicismo romano. Es reconocido como uno de los más grandes filósofos de la tradición escolástica, definida como un movimiento teórico que dominó gran parte de la Edad Media, y que utiliza la razón para comprender las revelaciones religiosas de cristianismo.
Veremos a continuación una biografía de Santo Tomás de Aquino, así como una breve explicación de sus contribuciones al pensamiento filosófico y teológico.
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Biografía de Santo Tomás de Aquino: filósofo y teólogo
Tomás de Aquino nació en el año de 1225 en el reino de Nápoles, cerca de la actual provincia de Frosinone. Hijo del Conde Landulf y la Condesa Teodora de Theati, Aquino pronto se relaciona con la dinastía Hohenstaufen de emperadores romanos. De hecho, la familia de Aquino esperaba que éste siguiera el camino benedictino, ya que era el destino esperado para cualquier hijo de la nobleza italiana.
Por lo mismo, Tomás de Aquino comenzó su formación en instituciones educativas y religiosas muy pronto. A los 16 años dejó la Universidad de Nápoles, donde había estudiado con los dominicanos y franciscanos, que a su vez había representado un desafío para el clero del momento.
Tenía la intención de continuar su formación dominicana, lo que no agradó a su familia. De hecho, los biógrafos de Tomás de Aquino cuentan que su familia decidió encerrarlo durante más de un año en el castillo de Roccasecca, donde había nacido. Esto era para evitar su ingreso en dicha orden.
Finalmente, pasado el encierro, ingresó en 1244 a la Escuela Dominicana de Colonia, y en 1245 a la Universidad de París, donde se formó en filosofía y teología de la mano de Alberto Magno. Para 1428 fue nombrado profesor, y es esta la época donde inicia formalmente su vida académica, literaria y publica.
Después de haber estado durante muchos años en Francia, donde desarrolló gran parte de su obra, Tomás de Aquino regresó a Nápoles. Murió en la misma ciudad el 7 de marzo de 1274 por una enfermedad repentina. Algunas versiones cuentan que en realidad su muerte fue provocada por un rey de Sicilia, quien lo envenenó por conflictos políticos. 50 años después de su muerte Tomás de Aquino fue canonizado y reconocido como uno de los intelectuales más representativos del medievo.
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Pensamiento filosófico: la razón y la fe
El pensamiento filosófico de Aquino es uno de los más influyentes en la teurgia cristina, especialmente en la Iglesia Católica Romana. Se le reconoce como un importante empirista de tradición aristotélica, que influyó en el desarrollo posterior de la filosofía occidental.
Entre otras cosas, Aquino sostenía que para el ser humano era imposible adquirir cualquier conocimiento verdadero sin ayuda de Dios, ya que es este último quien tiene el poder de transformar el intelecto en acto.
Decía, no obstante, que los seres humanos sí tenemos la posibilidad de conocer una parte del mundo de manera natural (sin intervención divina). Había entonces dos tipos de de componentes del conocimiento verdadero. Por un lado, la verdad se conoce a través de la razón, es decir, por “revelación natural”.
Por otro lado, la verdad se conoce por medio de la fe, que se corresponde con una “revelación sobrenatural”. Esta última es accesible por medio de la sagrada escritura y las enseñanzas los profetas; mientras que la primera tiene que ver con la naturaleza humana.
Para Tomás de Aquino, era posible encontrar pruebas racionales de la existencia de Dios y de sus atributos (la verdad, el bien, la bondad, el poder, el conocimiento, la unidad). Así mismo, era posible conocer la Trinidad sólo a través de revelaciones sagradas especiales. Más que elementos contradictorios, para Tomás de Aquino, la razón y la fe son complementarios, y su búsqueda es lo que lleva al conocimiento verdadero.
Entre los filósofos anteriores, que marcaron de manera importante las obras de Tomás de Aquino, se encuentra Platón, las principales teorías de Aristóteles, el pensamiento judío Avicena, y la obra de Alberto Magno, con quien se formó durante muchos años.
Teología y argumento sobre la existencia de Dios
El pensamiento teológico de Tomás de Aquino se ve influenciado de manera importante por la obra de Agustín de Hipona, la biblia y los decretos de los concilios y los papas. Es decir, combina el pensamiento de la filosofía griega con la doctrina cristiana.
Retomando la conexión entre razón y fe, para Aquino, la teología (la doctrina sagrada) es en sí misma una ciencia. Y las escrituras sagradas son la replicación fiel de los datos de dicha ciencia, ya que han sido producidas tanto por revelación como por conocimiento natural.
Para Aquino, el objetivo último de la teología es el uso de la razón para conocer a Dios y para encontrar salvación verdadera. En la misma línea habló de las propiedades esenciales de Dios, sosteniendo que su existencia no es evidente y que no puede ponerse fácilmente a prueba.
En una de sus grandes obras, Summa Theologica, sostiene sus argumentos ontológicos sobre la existencia de Dios: hay cinco vías que se corresponden con cinco cualidades de Dios y son, por lo tanto, pruebas racionales de su existencia:
- Vía Primera: Dios en simple (no se descompone en partes más simples).
- Vía Segunda: Dios es perfecto (a diferencia de cualquier otro ser, no le falta nada).
- Vía Tercera: Dios es infinito (porque su naturaleza es distinta de la finitud de la física).
- Vía Cuarta: Dios es inmutable (su esencia y carácter no se modifican).
- Vía Quinta: Dios es unidad (no se diversifica dentro de sí mismo).
Así mismo, Tomás de Aquino sostiene que la existencia de dios puede comprobarse a través del movimiento de los objetos, a través de la jerarquía de los valores y los elementos del mundo, a través de cómo están ordenados los cuerpos naturales y a través del mundo de las posibilidades.