5 desafíos que tienen las Parejas de afectados por un TCA

Así es como los trastornos alimenticios pueden afectar a la vida en pareja.

5 desafíos que tienen las parejas de afectados por un TCA

Uno de los pilares necesarios para la recuperación de un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) es el apoyo de la familia de los pacientes, tanto a nivel instrumental, económico como emocional. La investigación científica y la experiencia clínica demuestran que el rol de los cuidadores es fundamental a la hora de abordar un TCA, destacando las funciones que desempeñan los padres, abuelos o hermanos de los pacientes como “un brazo más” con el que debe trabajar todo equipo interdisciplinar de profesionales de la salud.

Sin embargo, también es necesario enfatizar que los amigos y las parejas de las personas afectadas por un TCA cumplen un rol vital como soportes de la recuperación. Éstas últimas personas, no obstante, suelen enfrentarse a una serie de desafíos particulares a raíz de la enfermedad de su pareja, que tienden a pasarse por alto a pesar de su importancia en la adherencia al tratamiento. Por lo tanto, a continuación describiremos 5 desafíos que tienen las parejas de personas que están atravesando por un TCA y cuáles son algunas posibles maneras para sortearlos.

Los desafíos de las parejas de quienes atraviesan un TCA

Acompañar a una pareja que está sufriendo un trastorno de la conducta alimentaria no es un proceso lineal, sencillo ni libre de disyuntivas. A menudo, las parejas de los pacientes con TCA no cuentan con las suficientes estrategias de afrontamiento para hacer frente al problema. La falta de información acerca de la patología, del pronóstico y el poco acompañamiento por parte de algunos servicios de salud ocasiona, por ende, que estas personas presenten altos niveles de malestar psicológico. Enunciar los desafíos de quienes están en pareja con una persona afectada por un TCA es sumamente importante, en tanto puede servirles para ser conscientes sobre su situación particular y, de ser necesario, pedir ayuda profesional. Algunos de los desafíos ante los que pueden enfrentarse durante este proceso son los siguientes:

1. Psicoeducación

Es frecuente que las parejas de las personas con TCA no posean información suficiente acerca de este tipo de trastornos, ya que, en líneas generales, es una tendencia que se extiende a lo largo de toda la población. La falta de psicoeducación puede llevar a las personas a desmentir la gravedad de los TCA y considerarlos como “trastornos leves”, cuando en verdad se trata de patologías graves, que requieren de rápido tratamiento, y que podrían representar un riesgo contra la vida de los pacientes. Tres elementos generales que deberían conocer todas las parejas de afectados con TCA son los siguientes:

¿Qué es un TCA?

Los trastornos de la conducta alimentaria implican un conjunto de enfermedades serias de salud mental —como anorexia nerviosa, bulimia o los atracones de comida— vinculados a problemas en la forma en la que una persona piensa, siente y se comporta en torno a la comida y su autoimagen, desarrollando una obseión en torno al peso.

¿Por qué alguien desarrolla un TCA?´

Un TCA puede afectar a cualquier persona, más allá de su grupo etario, su género y clase social. Los TCA están multifactorialmente determinados, es decir, existen diversas razones por las cuales alguien puede desencadenar una de estas patologías. En su causa, influyen factores individuales —como una baja autoestima, una identidad frágil, haber sufrido experiencias traumáticas de abuso físico, sexual, emocional, etcétera—, factores genéticos y predisposiciones hereditarias, y también factores socioculturales. Vivimos en sociedades que hacen un culto de los cuerpos perfectos y favorecen el seguimiento de dietas restrictivas, propiciando que muchas personas desarrollen relaciones problemáticas con la comida y su autoimagen.

¿En qué consiste el tratamiento?

Si se detectan precozmente, los pacientes con TCA tienen altas posibilidades de recuperarse. El tratamiento debe ser llevado a cabo de la mano de un equipo integrado por psicólogos, psiquiatras y nutricionistas especializados. En estos equipos, en caso de haber un riesgo a la vida, se suele tratar primero las deficiencias nutricionales para luego avanzar hacia la dimensión de la salud mental. Es oportuno aclarar que un paciente puede tener un peso normal pero aún así sufrir este tipo de trastornos. El rol de los familiares, amigos y pareja es fundamental para sostener el tratamiento, y su modo de operar sobre la enfermedad debe ser siempre guiado por el equipo.

2. Gestionar las emociones derivadas de la situación

La evidencia científica indica que las personas que desempeñan el rol de cuidadores de pacientes con TCA tienden a mostrar niveles altos de malestar psicológico, particularmente de ansiedad, como así también sentimientos de culpa e impotencia. Esto se debe a que, en muchas ocasiones, se sienten incomprendidos y excluidos de los tratamientos. Las parejas de las personas con TCA que desempeñan este rol, por lo tanto, se enfrentan ante el desafío de aprender a gestionar las emociones difíciles derivadas de la situación. En línea con este punto, ir a terapia puede favorecer ampliamente el proceso, tanto para su pareja como para ellos mismos.

3. Diálogo

Un desafío para las parejas de personas que están atravesando un TCA es cuidar los espacios de diálogo. Es importante escuchar y mostrarse comprensivo con la situación del paciente y, en caso de no estar bajo tratamiento, animarle a que tome conciencia de la enfermedad y de cuán necesaria es la ayuda profesional. Se debe evitar juzgar o culpabilizar a la pareja (nadie tiene la culpa de un TCA), sino interactuar de la forma más afectuosa posible con ella, con el objetivo de que la persona acuda rápidamente al tratamiento.

4. Recaer en el control o sobreprotección de la pareja

Es habitual que las parejas, en un intento de ayudar a quien sufre un trastorno de este tipo, tomen decisiones cuyo propósito último sea el cuidado y el acompañamiento a su ser querido. No obstante, el control y la sobreprotección solo consigue el efecto opuesto. Si el o la paciente se siente demasiado presionado, podría tener la percepción de que los demás no confían en su capacidad para salir adelante, reforzando su baja autoestima. Por esa razón, también se sugiere no abandonar actividades de ocio personales o dejar el trabajo para cuidar de la pareja sin que un profesional lo haya recomendado.

Blanca Ruiz Múzquiz

Blanca Ruiz Múzquiz

Psicoterapeuta de Familia y Pareja

Profesional verificado
Madrid
Terapia online

5. Recaer en la culpabilización

Como indicábamos anteriormente, jamás se debe culpabilizar a la persona que está sufriendo un TCA por su enfermedad. Se debe tener siempre como norte que aquello que requiere la persona afectada de su pareja es su apoyo, empatía, y que le acompañe en el tratamiento. Sin embargo, un desafío para las parejas también es no culpabilizarse a sí mismas. El trastorno se origina por diversas causas, y aunque ciertos factores sociales y familiares pueden haber influido en su desencadenamiento, estos factores por sí mismos no son suficientes para provocar un TCA. Hipotetizar acerca de las causas del trastorno, en lugar de ayudar a la remisión, podría interferir con el tratamiento.

  • Associació Contra l’Anorèxia i la Bulímia (2020) Guía para familias de personas afectadas por un Trastorno de la Conducta Alimentaria.
  • Pérez-Pareja, B., Quiles, Y., Romero, C., Pamies-Aubalat, L., & Quiles, M. J. (2014). Malestar psicológico y emoción expresada en cuidadores de pacientes con un trastorno de la conducta alimentaria. Anales de Psicología/Annals of Psychology, 30(1), 37-45.

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese