Hogeweyk está situado no muy lejos de Ámsterdam, Holanda. Se trata de un pequeño barrio que posee todo lo necesario para una vida cómoda: tiendas, bares, cine, restaurantes y peluquería. Bien, podríamos decirnos, ¿qué hay de interesante en esto? Podría ser un barrio cualquiera de cualquier ciudad del mundo, ¿no? Sí, si no fuera porque todos los habitantes de Hogeweyk… padecen demencia.
La localidad se enmarca en un experimento que se inició hace catorce años y que ha demostrado que, además de factible, es altamente positivo. Veámoslo.
Hogeweyk: el barrio donde todos sus habitantes son mayores con demencia
El objetivo es que todos los habitantes de Hogeweyk puedan vivir de una forma similar a cómo lo hacían antes de padecer la demencia. Cada uno de ellos tiene una rutina del todo normal (desayuno, comida, cena, paseos por la calle, actividades…). En otras palabras, Hogeweyk pretende buscar la normalidad, con el fin de que sus habitantes se sientan libres y autónomos. Así, se ha comprobado que estas personas sufren menos estrés, no se muestran tan agresivas y su irritabilidad disminuye.
El experimento de Hogeweyk es fruto de la insatisfacción que produce la situación de algunas personas con demencia en la actualidad: el 85% son atendidos por cuidadores o familiares en casa; otros son ingresados en residencias. Así, modelos como el de Hogeweyk pretenden investigar nuevas soluciones para que estas personas gocen de una vida lo más plena posible.
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La importancia de una vida normal cuando se tiene demencia
Es habitual que, ante un caso de demencia, las familias del afectado intenten protegerlo. Así, tienden a liberarlo de las ocupaciones rutinarias, lo que es altamente nocivo para el cerebro, que, como cualquier músculo, merma si no se utiliza.
Al subir la esperanza de vida, también ha aumentado la proporción de mayores en el mundo, lo que implica que cada vez habrá más casos de personas que padecen demencia. Actualmente, según los estudios, alrededor de un 20% de los mayores de más de 85 años, así como un 40% de los de más de 90, padecen una demencia de algún tipo. Para cuidar de estas personas y asegurarles un bienestar, es menester que existan entornos en los que se sientan cómodas, libres y seguras, incluso cuando ya no posean la capacidad de reconocer lo que les rodea.
¿Cómo funciona Hogeweyk, el pueblo donde viven mayores con demencia?
Tal y como hemos comentado, Hogeweyk es, a primera vista, un barrio cualquiera en Holanda. La gente pasea, sale a tomar café, compra alimentos, saca dinero de los cajeros… Sin embargo, todos sus habitantes padecen demencia severa, por lo que, en realidad, Hogeweyk es un centro destinado a las personas con esta particularidad. El resto de habitantes (cajeros de supermercado, camareros, etc.) son, en realidad, personas que han recibido instrucción acerca de cómo cuidar a este tipo de personas.
¿Cuál es la diferencia con una residencia? En ellas, los internos viven juntos, pero precisamente por ello no se ve como un hogar de verdad. En Hogeweyk las personas son divididas en pequeños grupos (de unas 6 o 7), para que la convivencia sea lo más parecida a una casa. A cada paciente le corresponde una habitación, que puede decorar como quiera, lo que la hace todavía más íntima, y cada una de las células de habitantes se divide en barrios, con el objetivo de que sea lo más parecido a una ciudad normal. Además, cada uno de los barrios está “personalizado”, es decir, está dotado de paisajes distintivos, así como puntos de referencia concretos. Por otro lado, los lugares de ocio y compra están separados para fomentar el traslado de los habitantes.
Las personas que habitan Hogeweyk poseen una absoluta libertad de movimientos; pueden acceder a todos los lugares con seguridad, desde los espacios privados a los públicos. La sala de estar de los pisos ofrece la posibilidad de que estas personas salgan si lo desean de sus habitaciones y socialicen con sus compañeros de vivienda. También pueden salir a pasear, por supuesto, y charlar así con los demás habitantes. La base es que tengan capacidad de decisión y, sobre todo, autonomía, lo que repercute positivamente en su calidad de vida. Todo ello, claro está, con la mayor seguridad posible.
Conclusiones
Hogeweyk no es un caso aislado. Desde que abrió en 2009, muchos otros barrios se han inaugurado a su vez en el mundo. A pesar de ello, la financiación sigue siendo costosa y los gobiernos todavía no participan en ella, entre otras cosas porque no se ha demostrado con suficiente certeza que este modelo es mejor que los otros, más convencionales.
Parece significativo que, desde que Hogeweyk y los demás modelos abrieron, el porcentaje de residentes que toma fármacos antipsicóticos se haya reducido a la mitad.
Diversos estudios respaldan estas “villas demencia”: la vida normal y rutinaria a pequeña escala disminuye los síntomas, así como las conductas problemáticas de los pacientes. Por otro lado, al aumentar la iluminación durante el día se redujeron los problemas de conducta y su orientación espacial mejoró considerablemente, y la presencia de jardines repercute positivamente en la relajación de los pacientes.
Las “villa demencia”, por su diseño, son un modelo que puede funcionar en todo el mundo. Las personas que padecen demencia son seres humanos que tienen, como todos los demás, aspiraciones e ilusiones, y no se les puede dejar abandonados en una silla hasta que llegue su último día. Son personas que desean seguir activas: hacer la compra, tomar un café con sus compañeros, charlar con sus vecinos… todo ello les aporta bienestar y felicidad y mejora considerablemente su calidad de vida.
Lo que sí que no pueden cumplir este tipo de barrios es dejar que la persona permanezca en su entorno conocido. Ir a vivir a las “villa demencia” es un cambio, puesto que no se trata del lugar de siempre ni de la vida que estas personas llevaban antes. Pierden a sus amigos y a su familia y tienen que conocer a personas nuevas con iguales problemas, además de a los cuidadores. Todo ello puede ser realmente traumático y dificultar la transición.
De cualquier forma, el modelo en que se basa Hogeweyk es un auténtico referente en cuanto a cuidados y bienestar de las personas mayores con demencia. Ha sido galardonado internacionalmente y cada vez se exporta a más países, entre los que se encuentran Canadá, Australia o Italia. España es, de momento, uno de los grandes ausentes.