Si piensas en el Trastorno obsesivo-compulsivo quizá te venga a la cabeza la imagen del maniático Melvin Udall esquivando baldosas en Mejor imposible (As good as it gets).
El gran Jack Nicholson aparece en la cinta obsesionado con el orden y la pulcritud, alineando perfectamente sus zapatillas de andar por casa, o siendo incapaz de irse a la cama sin haber echado los cuatros cerrojos de la puerta varias veces. Estos rituales son sólo un pequeño ejemplo de las múltiples manías que el novelista presenta, estando su vida articulada en torno a ellas.
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¿Qué es el Trastorno obsesivo-compulsivo?
El Trastorno obsesivo-compulsivo, denominado popularmente como TOC por sus siglas, es un trastorno caracterizado por pensamientos obsesivos y por acciones compulsivas como limpiar, verificar, ordenar o acumular en exceso.
Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos repetitivos e indeseados que causan ansiedad y malestar a las personas con TOC. Las obsesiones ocurren de manera invasiva, independientemente de la voluntad de la persona, y llegan a ser tan frecuentes e incapacitantes que pueden dominar por completo la vida de quien sufre un TOC.
La persona que tiene estos pensamientos obsesivos trata de ignorarlos o suprimirlos. Para ello lleva a cabo las compulsiones o rituales compulsivos, que tienen el objetivo de neutralizar las obsesiones y sus consecuencias temidas.
Las compulsiones son como conductas motoras o cognitivas (rezar, contar números) repetitivas que se realizan según determinadas reglas, de forma estereotipada. El propósito de estas conductas o pensamientos es prevenir o reducir la angustia, o evitar una situación o acontecimiento temido.
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Obsesiones más frecuentes
Entre las obsesiones más habituales en el TOC encontramos, entre otras, las relacionadas con la suciedad y la contaminación, las de orden y las de comprobación.
1. Ideas de contaminación
Uno de los tipos de obsesión más comunes son las obsesiones de contaminación. Éstas se caracterizan por un miedo exagerado a la suciedad, a los gérmenes, a contagiarse o a contraer una enfermedad.
Muchas veces el miedo en estos pacientes puede ser a sentirse sucio, y pueden dedicar una gran cantidad de tiempo a lavarse. Estas ideas pueden estar centradas en otra persona también, como temer que un ser querido enferme o llegue a morir por una infección o gérmenes.
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2. Necesidad de comprobación o duda patológica
La obsesión de estos individuos consiste en revisar constantemente que no han tenido un descuido que les haga responsables de las consecuencias negativas temidas, por ejemplo provocar un incendio por olvidarse de apagar la estufa, dejarse el grifo abierto, o no cerrar con llave al salir de casa.
La duda excesiva y la necesidad de comprobar comúnmente conducen a rituales de comprobación.
3. Necesidad de orden o simetría
En este caso la preocupación consiste en disponer u ordenar las cosas “perfectamente”, realizar ciertas actividades de forma exacta, simétrica o equilibrada, como aparcar correctamente u ordenar la ropa meticulosamente.
El pensamiento que se halla en la base de la idea obsesiva es: “Es absolutamente imprescindible que todo esté ordenado y en su sitio”.
4. Obsesiones agresivas y sexuales
Estos individuos presentan miedos excesivos de realizar un daño a otros o cometer un acto sexual inaceptable como pensar en que pueden apuñalar a un ser querido, fantasear con abusar sexualmente de alguien o un temor exagerado a ser homosexual.
Muchos se muestran horrorizados por sus obsesiones y no las comentan a los demás por vergüenza, creyendo erróneamente que pensar algo censurable es equivalente a realizarlo.
5. Obsesiones religiosas
El temor excesivo en este caso se basa en cometer pecados, blasfemar, no rezar suficiente, miedo a ir al infierno o no ser perdonado, etc. Las conductas o compulsiones que realizan para eliminar su ansiedad pueden ser rezar repetidamente o acudir a la iglesia numerosas veces.
Compulsiones o rituales más frecuentes
A continuación describimos los rituales más comúnmente descritos en los casos de TOC. Muchos de estos tipos de compulsión se relacionan de forma directa con las obsesiones antes descritas.
1. De limpieza
El lavado es la compulsión más frecuentemente asociada a la obsesión de contaminación. Las personas con este tipo de compulsiones pueden limpiarse las manos con demasiada frecuencia, tal y como hacía Melvin Udall, que se lavaba las manos tres veces seguidas cada vez que volvía a casa y utilizaba diferentes jabones nuevos que luego tiraba.
Otros ejemplos son: cepillarse los dientes de forma excesiva, evitar usar baños públicos o realizar una limpieza exhaustiva del hogar por miedo a los gérmenes. Esta conducta típicamente ocurre después del contacto o de la proximidad con el objeto contaminado.
2. De orden o simetría
El ritual busca paliar un temor de que si no se hace algo ocurrirá una desgracia, o mitigar la sensación desagradable de que las cosas no son como deberían ser. Estas acciones compulsivas están derivados de la necesidad de simetría u orden.
Algunos ejemplos serían evitar pisar baldosas negras, ordenar cosas según determinados criterios predeterminados, etc.
3. De repetición
Los individuos se caracterizan por repetir de forma insistente frases o conductas, por la creencia de que así evitarán que ocurra la catástrofe temida. Pueden querer seguir siempre ciertas rutinas, como comer siempre en la misma mesa de la misma cafetería, o ir siempre al trabajo por el mismo camino.
4. De acumulación
En este tipo de TOC la persona tiene la necesidad de guardar todo tipo de elementos atendiendo a su posible utilidad en un futuro. Pueden acumular gran cantidad de cosas innecesarias como periódicos antiguos, botellas vacías o cajas de cartón.
5. De comprobación
Se centran en prevenir la ocurrencia de posibles catástrofes. Están asociados a la duda patológica y a la necesidad de comprobación.
En general los que realizan estos rituales tienden a utilizar la estrategia de la reaseguración, preguntando a las personas cercanas cosas como “¿Me has visto apagar el fuego?” o “¿He cerrado la puerta de casa?".
6. Compulsiones mentales
Son pensamientos o actos mentales que, como las conductas observables, son realizadas para neutralizar o reducir la ansiedad provocada por la obsesión. Es común repetir palabras, frases o números con el fin de aliviar la angustia.
Las compulsiones mentales se confunden frecuentemente con las obsesiones porque son conductas encubiertas en lugar de motoras; la diferencia fundamental es que las obsesiones generan ansiedad y las compulsiones la reducen o previenen.
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