Cuando llegan a la consulta, el 75% de mis clientes han estado esperado hasta el último momento para dar el paso consistente en consultar a un psicológo.
El último momento es aquel donde la persona está tan agotada de sufrir que ya no le queda la cantidad de energía necesaria para llevar a cabo la estrategia que el psicólogo ofrezca, para resolver el problema que lo ha llevado a consultar.
¿Por qué la gente no va al psicólogo?
Hasta el día de hoy, tan solo un 25% de personas acuden al psicólogo como medida preventiva.
Es en ese porcentaje del 75% es donde se encuentran las personas que desarrollarán un trastorno como consecuencia de soportar la situación de estrés durante un periodo tiempo demasiado amplio.
Es decir, el conjunto de síntomas sostenido en el tiempo da como consecuencia un enquistamiento sintomático que recibe el nombre de trastorno.
¿Qué son los trastornos?
Los trastornos son conjuntos de síntomas que tienen una duración superior a tres meses y los cuales ya se han instalado en el sistema de funcionamiento de la persona.
Cuando les pregunto a las personas que acuden a consulta por qué razón han esperado tanto para hacerlo, las respuestas que recibo son del orden siguiente... “quería hacerlo por mí mismo”, “no quería pedir ayuda, ya que nunca he necesitado hacerlo”..., “no me gusta contarle mis problemas a un extraño”... etc.
Es decir, todas ellas son respuestas que denotan creencias estáticas y la presencia de escepticismo, lo que da como resultado que no se atrevan a confiar en el profesional respecto a los temas emocionales, ni tampoco en su propia mejora... quizás en ese momento ni siquiera crean que puedan ser ayudados.
¿Para qué sirve ir al psicólogo?
Tras una primera visita, el psicólogo deja de convertirse en un extraño y tras la puesta en escena inicial del profesional de sus habilidades tales como la empatía, la comprensión y la escucha activa, es entonces que pasa ocupar un lugar de referente y relevancia, en el desarrollo personal de la que persona que consulta.
La psicologia sirve para ahorrar tiempo a la persona.
La Psicología y el psicólogo permiten que una persona piense, durante un periodo de tiempo limitado de su vida, de forma metódica, y se dedique a valorar junto con un especialista en crecimiento personal, que es lo que está ocurriendo en su ambiente y en él mismo, identificando síntomas, problemas y buscando la mejor forma de resolver conflictos que en el transcurrir de la vida del cliente han aparecido mas o menos recientemente.
La psicología permite que resuelvas con más rapidez el sufrimiento emocional.
El simple hecho de ordenar pensamientos y emociones con un profesional de la salud mental, aclara lo suficiente, como para empezar a atisbar cierta esperanza frente al malestar.
Posteriormente la planificación y decisión sobre las circunstancias que están ocurriendo y que deberán modificarse, esta vez con acierto, en la vida de la persona que consulta, acabaran reorganizando el malestar en un corto espacio de tiempo.
Pensar es uno de los trabajos más difíciles que existen, tal y como dijo Henry Ford, a dicha tarea le has dedicar tiempo y esfuerzo, y también requiere de creatividad. No obstante, la creatividad es una capacidad que puede ser perfectamente entrenada.
Es por ello que realizar la labor de pensamiento, en un momento de saturación mental o estrés, se convierte en una tarea inalcanzable.
Acompañar, guiar
Cuando un cliente acude a la consulta de un psicólogo buscando la solución para salir del estado en el que se encuentra, lo que el psicólogo prescribirá no va a poder ser aplicado aún, porque la fortaleza del paciente en relación a sus capacidades se encuentran disminuidas.
Durante el número de sesiones que la persona precise, el psicólogo deberá hacer una labor de acompañamiento junto al cliente, hasta que este pueda recuperar sus capacidades y habilidades , y desde ahí generar juntos, psicólogo y cliente la expectativa de que la mejora es una opción posible y probable.
Dicha ausencia de expectativa es inherente a la situación actual del cliente, forma parte de la labor del psicólogo aumentar dicha expectativa e iniciar un proceso de mejora personal, que resuelva la situación del cliente, mucho antes de como hubiese sido, sin la aplicación de la psicologia a su circunstancia.
Con el psicólogo, las soluciones se desarrollan antes.