Xirofobia: síntomas, causas y tratamiento

Esta fobia se basa en el miedo intenso y patológico a las navajas de afeitar.

Xirofobia

Como su terminación indica, la xirofobia es un tipo de fobia. Recordemos que las fobias son temores o miedos intensos y de tipo irracional, llegando a ser en algunos casos de carácter patológico hacia cosas, situaciones o incluso personas.

En este artículo veremos qué es este trastorno psicológico: sus consecuencias, posibles orígenes de la xirofobia, y tratamientos para este tipo de fobia.

Xirofobia: ¿qué es?

La xirofobia es una fobia muy específica; el miedo patológico a las navajas barberas. Este trastorno implica la existencia de un miedo injustificado, anormal y persistente a las navajas que se emplean para cortar la barba. Este miedo puede ir desde desprecio, hasta pánico, rechazo, aversión, incluso odio o asco.

Aquellas personas que sufren de xirofobia tienen el foco del miedo en el hecho de afeitarse: en el caso de las mujeres, por ejemplo, las piernas o las axilas, que son zonas que suelen afeitarse, y en el caso de los hombres, suele ser la barba o bigote.

El hecho de afeitarse implica la posibilidad de cortarse o herirse con el filo de la navaja, por lo que la fobia se centra en el hecho de poder lastimarse de esa manera, más que en el propio objeto utilizado -navaja-.

¿Por qué surge el miedo?

El miedo se considera una reacción adaptativa del organismo, reacción de alerta, provocada por una sensación de peligro inminente.

En un estado normal, esta reacción nos ayuda a adaptarnos al entorno, y tiene por finalidad evitar que suceda algo malo. De esta forma, nos aleja de los estímulos negativos y nos ayuda a tener identificados aquellos estímulos que nos vienen mal para nuestra supervivencia.

Por eso, el miedo es una reacción que tiene lugar de forma previa a muchas sensaciones desagradables, ya que está haciendo que nos anticipemos para poder reaccionar rápidamente ante señales de peligro.

Así que el miedo es una reacción coherente con los estímulos de nuestro entorno. El problema es cuando entran en juego las fobias. La fobia se considera una reacción exagerada ante una situación que en realidad no es peligrosa o potencialmente peligrosa, aunque nuestro cerebro sí lo perciba de esta forma. Esta respuesta no es adaptativa.

Existen prácticamente tantos tipos de fobias como tipos de objetos, situaciones o personas. El factor común de todas las fobias es que dejan de ser adaptativas, puesto que intervienen reacciones desmedidas y exageradas. Estas fobias, como la xirofobia, producen un malestar innecesario, ya que existe una preocupación incesante y obsesiva ante cierto estímulo.

Muchas fobias acaban desencadenando conductas evitativas de lugares o situaciones sin un peligro real, sólo un peligro que el cerebro percibe. Es por eso que es importante saber discernir bien entre miedo - como respuesta adaptativa al entorno, y fobia, respuesta desmedida e inadaptativa.

Síntomas de la xirofobia

Las consecuencias de desarrollar una fobia como la xirofobia son variadas.

Por una parte, una fobia produce sensación de agobio y malestar. El cerebro de una persona con xirofobia se pone en estado de alerta, y en algunos casos se actúa rápido. Esta reacción es parecida al estrés, ya que focaliza la atención a determinados estímulos y pone en funcionamiento la mente de forma rápida.

Este estado de alerta puede dar lugar a trastornos del sueño como el insomnio. En casos extremos, estas reacciones pueden acabar desencadenando cuadros de ansiedad.

Por otra parte (y esta es una consecuencia a largo plazo) una fobia no tratada puede hacerse más patente con el tiempo, provocando una serie de síntomas en el paciente que afectan su salud mental e incluso sus relaciones interpersonales y sociales.

El hecho de no afrontar la xirofobia puede hacer que la persona vea alteradas sus relaciones sociales, evitándolas, por ejemplo por el miedo a afectar mostrar dicha fobia y a ser juzgado. Este hecho podría tener impactos negativos en la autoestia de la persona, y llegar al hecho de que dicha persona se separe de su entorno laboral, personal y familiar.

En casos más graves, se puede llegar incluso a la depresión, y en casos extremos, dichas personas que sufren de la fobia pueden llegar a buscar refugio en el consumo y posterior abuso de sustancias adictivas como el alcohol o las drogas, ya que estas serían las únicas cosas que les permitirían ‘afrontar’ dicha fobia.

Causas

Existen varias causas que pueden producir la xirofobia: por un lado, puede ser una fobia originada a partir de otra fobia. Por ejemplo, la belonofobia, que es el temor a los objetos afilados como las agujas, puede dar orígen a la xirofobia.

Otra fobia asociada es la hemofobia, que consiste en el temor irracional a la sangre. De alguna manera, el temor producido por el contacto (ya sea físico o visual) con sangre, se asocia a una consecuencia que tiene cortarse con una navaja. Por este motivo, estas fobias pueden confluir.

Otra causa son las vivencias traumáticas que han calado en la memoria de la persona; algún episodio del pasado que haya podido resultar muy doloroso. En este episodio, la persona puede haberse hecho un corte profundo o haberse herido de alguna manera manipulando navajas, y en consecuencia se puede llegar a desarrollar xirofobia.

En ocasiones, el origen es idiopático, esto es, no se conoce con certeza cuál o cuáles son los desencadenantes de la fobia.

Tratamiento

Finalmente, vamos a hablar de los tratamientos que pueden ser empleados para el abordaje de la xirofobia en psicoterapia.

Es importante recordar que los tratamientos que suelen emplearse en cierto tipos de fobias abarcan dos tipos: por un lado tenemos la terapia por exposición y por otro lado existe la terapia cognitivo conductual.

En el primer caso, la terapia por exposición, el tratamiento consiste en exponer a la persona con xirofobia a aquellos estímulos que teme. En este caso se empezaría el contacto con las navajas, desde una forma superficial a su utilización.

En el segundo caso mencionado, la terapia cognitivo-conductual, lo que se pretende es modular las creencias e ideas establecidas de forma disfuncional en el cerebro, asociadas al estímulo fóbico, en este caso la navaja, potencial elemento dañino.

En cualquier caso, como ya hemos visto, el miedo es un proceso adaptativo, pero cuando este deja de serlo, debemos actuar e iniciar una terapia psicológica. Así que delante de una situación de xirofobia, debemos abordarla mediante una actuación terapéutica al lado de profesionales cualificados en el ámbito de la salud mental.

Referencias bibliográficas:

  • American Psychiatric Association –APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
  • Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (2010). Manual de Psicopatología. Volumen I y II. Madrid: McGraw-Hill.
  • Caballo (2002). Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos. Vol. 1 y 2. Madrid. Siglo XXI (Capítulos 1-8, 16-18).

Graduada en Psicología por la Universitat de Barcelona, con Máster en Psicopatología Clínica Infantojuvenil por la Universitat Autònoma de Barcelona. Especializada en Trastornos del Neurodesarrollo. Actualmente trabaja como Psicóloga infantil en la Associació Catalana del Síndrome X Frágil. Autora del libro "Vivir de memoria" (Editorial Círculo Rojo, 2018). Aficionada del deporte y la lectura.

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