¿Cómo vivía la mujer en la Antigua Mesopotamia?

Hablamos de la situación de las mujeres en la ‘cuna de la civilización’.

Cómo vivía la mujer en la antigua Mesopotamia

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Mesopotamia es la ‘tierra entre ríos’, tradicionalmente considerada la ‘cuna de la civilización’. A pesar de que esta última denominación está más que obsoleta en el mundo científico (está demostrado que, de forma paralela, se formaban otras culturas como la egipcia o la cultura megalítica en Europa), sí que es cierto que, en la zona que actualmente corresponde a Siria e Irak, se desarrollaron diversas culturas con un elevado nivel de sofisticación y que emplearon por primera vez la escritura.

La ciencia histórica ha sido siempre altamente androcéntrica, por lo que hasta hace poco desconocíamos cómo vivían las mujeres en la antigua Mesopotamia. ¿Cuál era su estatus? ¿Podían trabajar? ¿Cuáles eran sus derechos...? Afortunadamente, y a pesar de que aún queda mucho por hacer, cada vez vamos avanzando más hacia una historia más equitativa, en la que se tenga en cuenta a ambos géneros y que contemple no solo los grandes episodios históricos, sino también la denominada microhistoria.

Si te interesa saber cúal era la situación de las mujeres en la llamada ‘cuna de la civilización’, sigue leyendo. Hoy hablamos de cómo vivía la mujer en la antigua Mesopotamia.

La mujer en la antigua Mesopotamia: buscando las fuentes

A pesar de ser la cuna de la escritura, tenemos poca documentación que nos permita conocer a ciencia cierta cuál era el estatus real de la mujer en la antigua Mesopotamia. Y es que, en un principio, la escritura surgió para plasmar los intercambios comerciales y la contabilidad, e incluso la (poca) literatura que conservamos está escrita desde una perspectiva evidentemente androcéntrica.

¿Cómo podemos saber, entonces, cuál era la situación de las mujeres en la antigua Mesopotamia? A través de los documentos jurídicos, por ejemplo, en los que encontramos ejemplos de mujeres que reciben herencias, que se divorcian o incluso que ‘cambian su género’. Lo explicaremos más adelante.

Otra fuente para conocer la situación de la mujer en la Mesopotamia antigua es su mitología y su organización religiosa. Gracias a ello sabemos que existían mujeres sacerdotisas que ejercían un enorme poder, como la hija de Sargón el Grande, la poetisa Enheduanna, considerada, por cierto, la primera escritora documentada de la historia.

Con todo este material en la mano, vamos a intentar resumir cuál era la situación de la mujer en la antigua Mesopotamia: sus roles, su consideración y sus derechos.

De Sumer a Babilonia. ¿Un retroceso?

Es importante tener en cuenta que cuando hablamos de ‘Mesopotamia’ hacemos referencia a muchas realidades culturales diferentes. Si bien es cierto que todas estas civilizaciones compartían muchos aspectos (como, por ejemplo, la escritura cuneiforme), todas ellas provenían de ámbitos muy diferentes y, por tanto, el estatus de la mujer varía considerablemente dependiendo de la cultura mesopotámica que estudiemos.

Retrocedamos a la primera cultura con escritura de la zona, el antiguo Sumer. Esta civilización se inició hacia el año 4000 aC y tuvo su momento de esplendor en el III milenio aC, durante el llamado ‘Renacimiento sumerio’. Todavía hoy se desconoce la procedencia de este pueblo, que no era autóctono de la zona. Puede que provinieran del subcontinente indio y, al desplazarse hasta la llanura entre el Tigris y el Éufrates, asimilaran la cultura precedente, la cultura de El Obeid.

Sea como fuere, en la antigua Sumeria parece ser que la mujer tenía un estatus más o menos equitativo con el hombre. En general, la mujer podía pedir el divorcio, tener un oficio y poseer propiedades (y, lo que es más importante, administrarlas).

A grandes rasgos, podemos decir que este estatus equitativo fue decayendo con el paso del tiempo y la llegada al poder de nuevas civilizaciones. Por ejemplo, en la cultura babilonia, un pueblo de origen semita, parece ser que la mujer gozó de un estatus menor, a juzgar por documentos jurídicos como el famoso Código de Hammurabi.

En general, sometidas a su compañero

A pesar de estas distinciones, historiadores como Josué J. Justel se aventuran a concretar algunas características que pueden resumir, a grandes rasgos, cuál era la situación de la mujer en la antigua Mesopotamia. Las detallamos a continuación.

1. Matrimonio

A la hora de escoger pareja, tanto los hombres como las mujeres estaban sometidos a la voluntad de sus familias. No existían los matrimonios por amor, y los enlaces eran contemplados como un pacto beneficioso entre clanes.

Generalmente, el novio era mucho mayor que la novia, pues esta solía ser menor cuando se arreglaba el matrimonio. Una vez concertado, él entregaba el ‘precio de la novia’ al padre de esta, como compensación de privar a la familia de la chica de un miembro. Por otro lado, la familia de la novia pagaba la dote, que usualmente constaba de mobiliario, joyas y demás objetos. Esta dote, aunque legalmente pertenecía a la esposa, era administrada por el marido y, en caso de divorcio, este podía retener el pago.

2. Descendencia

Lo más importante de un matrimonio era la descendencia, hasta el punto de que, si la esposa era estéril, el marido podía tomar una segunda esposa (sin separarse de la primera) para tener hijos con ella. Lo más curioso del caso es que todos los hijos e hijas habidos con esta segunda mujer eran legalmente hijos de la primera.

En general, las hijas no recibían de sus padres herencia alguna, pues todo se transfería al hijo varón. Por tanto, la única forma de que la mujer obtuviera algún tipo de beneficio era casándose, a través de la dote (que, sin embargo, no administraba ella, sino el marido).

En el caso de que un matrimonio solo tuviera hijas, existían dos opciones: o bien ejercer lo que se conoce como ‘adopción por matrimonio’ o bien cambiar legalmente el género de la hija. En el primer caso, una de las hijas se casaba y, automáticamente, su esposo pasaba a ser hijo de sus suegros, por lo que podía percibir la herencia.

La segunda opción es más impactante. En este caso, los padres ‘cambiaban’ el género de su hija por el de hombre, para que, ante la ley, la chica pudiera ejercer como tal. Esta extraordinaria solución solo podía hacerse en el caso de que no hubiera ningún hijo varón.

3. Oficios

Tenemos constancia documental de que, en la antigua Mesopotamia, las mujeres ejercían transacciones comerciales, aunque con mucha menos frecuencia que los hombres.

También sabemos que las mujeres podían trabajar, aunque, a la luz de las tablillas de contabilidad que nos han llegado, conocemos que cobraban menos que sus compañeros (la mitad, en concreto). Entre las tareas que realizaban las mujeres encontramos, sobre todo, faenas relacionadas con el textil y con el nacimiento y la crianza de los niños (nodrizas, niñeras, comadronas, etc.).

4. Divorcio y ámbito jurídico

Las mujeres de Mesopotamia podían declarar sin problema en un juicio; es más, podían demandar (y ser demandadas, por supuesto). Por otro lado, una mujer podía pedir el divorcio en caso de maltrato, pero nunca en caso de adulterio del marido.

En cuanto al duro tema de la esclavitud, la ley aceptaba que un marido vendiera a su esposa y a sus hijos como esclavos para saldar deudas. Los padres de una niña también estaban autorizados a vender a su hija si con ello pagaban lo que debían; se han encontrado numerosos casos de infantes de ambos sexos vendidos como esclavos a los dos o tres años.

Conclusiones

Todo parece indicar que, aunque en Sumer la mujer poseía un estatus y unos derechos parecidos a los del hombre, en las sucesivas civilizaciones que se adueñaron de Mesopotamia esto fue cambiando paulatinamente. Así, aunque existen muchos matices, podemos decir que la situación de la mujer decayó con el tiempo.

El principal problema a la hora de estudiar a la mujer en la antigua Mesopotamia es la falta de documentación, pero también algunos sesgos provenientes de la influencia del estudio de otras civilizaciones más conocidas, como Grecia o Roma. Esperemos que, en un futuro, consigamos esclarecer cuál era la situación de la mujer en la ‘tierra entre ríos’.

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Sonia Ruz Comas. (2025, octubre 15). ¿Cómo vivía la mujer en la Antigua Mesopotamia?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/cultura/como-vivia-mujer-en-antigua-mesopotamia

Periodista

Licenciada en Humanidades y Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya y estudiante de especialización en Cultura e Historia Medieval. Autora de numerosos relatos cortos, artículos sobre historia y arte y de una novela histórica.

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