¿Por qué el Deporte nos ayuda a modular las Emociones?

Así es como la práctica de deporte contribuye a nuestro equilibrio emocional.

¿Por qué el Deporte nos ayuda a modular las Emociones?

A lo largo de toda nuestra vida y en función de nuestras experiencias y entorno, nos enfrentamos a todo un complejo conjunto de emociones. Las emociones tienen acción directa sobre nuestra vida, ya sea a nivel fisiológico en nuestro cuerpo como psicológico y, pese a la redundancia, emocional, en nuestra mente. Mediante las emociones, modulamos nuestras experiencias y vivencias, y de alguna forma funcionan como respuestas adaptativas ante estas.

Es importante reconocer que, pese a poder encontrar ciertas similitudes entre personas, por lo general cada uno/a entiende sus emociones de una forme determinada y, por ello, las gestiona también de maneras diferenciadas. Lo que está claro es que todas las personas tenemos formas de gestionar nuestras emociones, ya sea de forma más adaptativa en la que se enfrente la emoción directamente o de manera más evitativa, en la que se busque huir de las consecuencias negativas de una emoción.

Una forma muy recurrida para modular y gestionar las emociones es mediante la actividad física y el deporte. Para muchas personas, el deporte funciona para relajarse, para evitar emociones como la ira o para buscar el cansancio y la realización. A lo largo de este artículo, buscaremos entender por qué el deporte nos ayuda a modular y gestionar nuestras emociones.

¿Qué son las emociones?

Para empezar, delimitemos de forma concreta qué son las emociones y de qué maneras impactan estas en nuestra vida. Las emociones se definen como respuestas psicofisiológicas a estímulos internos o externos que provocan una reacción subjetiva y un cambio en nuestro estado de ánimo. Incluyen la alegría, la tristeza, el miedo, la ira, el asco y la sorpresa. Aunque a menudo las percibimos como intangibles, estas tienen un impacto tangible para nuestra salud mental y física.

Las emociones son mensajeras de nuestro entorno y, también, nos pueden hacer entender la manera en la que nos relacionamos con él y con las personas que en él se encuentran. Además, influyen en nuestra toma de decisiones; no es lo mismo tomar una decisión cuando te encuentras alegre que cuando estás enfadado/a. Cuando las emociones se vuelven abrumadoras o no se gestionan adecuadamente, pueden dar lugar a problemas de salud mental, como la depresión o la ansiedad, y por ello es tan importante encontrar y desarrollar mecanismos de gestión emocional; tales como el que vamos a comentar en este artículo, la práctica de deporte.

Beneficios del deporte

Es importante entender el deporte de forma separada a sus efectos directos sobre nuestra salud física y considerar el profundo efecto que tiene sobre nuestro bienestar emocional. Los beneficios de incorporar el deporte en nuestra vida cotidiana son amplios y notables.

1. Liberación de endorfinas

El ejercicio físico estimula la liberación de endorfinas, componentes psicofisiológicos también conocidos como las “hormonas de la felicidad”. Estas sustancias químicas naturales son producidas por nuestro cerebro y no solo reducen la percepción del dolor, sino que generan a su vez una sensación de euforia, bienestar y relajación. Esto explica por qué después de una sesión de ejercicio nos podemos sentir más tranquilos y de mejor humor.

2. Reducción de estrés

Además, el deporte es una poderosa herramienta para reducir el estrés. Al mover nuestro cuerpo y liberar la tensión acumulada, disminuimos los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que nos ayuda a enfrentar los desafíos diarios con mayor calma y claridad mental.

Relación entre el deporte y las emociones

Tal y como venimos anticipando, la práctica de deporte tiene efectos directos sobre nuestro bienestar emocional y, por lo tanto, es importante considerar que tiene una relación directa sobre nuestras emociones y la forma en que las vivenciamos. Cuando nos entregamos a la actividad física, nuestro cuerpo experimenta cambios bioquímicos y neurológicos que tienen un impacto directo sobre nuestro estado de ánimo y emociones.

1. Liberación de neurotransmisores

Uno de los principales protagonistas en esta relación es la liberación de neurotransmisores, como las endorfinas y la serotonina. Las endorfinas, como mencionamos anteriormente, se liberan durante y después del ejercicio, creando una sensación de euforia y bienestar. Por otro lado, la serotonina, que regula el estado de ánimo y el sueño, aumenta con la práctica regular de actividad física, lo que puede ayudar a aliviar la depresión y la ansiedad.

2. Liberación de tensión

El deporte también ofrece una vía de escape saludable para liberar la tensión acumulada en situaciones estresantes. La concentración en el movimiento y el desafío físico puede desviar la atención de preocupaciones y pensamientos negativos, brindando un alivio momentáneo. Además, la actividad física fomenta la autoestima y la confianza en uno mismo a medida que se logran metas personales en el rendimiento deportivo.

El deporte como herramienta de gestión emocional

En definitiva, el deporte no solo es una forma de mejorar o cuidar la salud física, sino también debe entenderse como una valiosa herramienta para la gestión emocional. A modo de conclusión, te propongo algunas formas para utilizar conscientemente el deporte para regular y equilibrar nuestras emociones en diversas situaciones de la vida.

1. Estrés y ansiedad

Cuando nos enfrentamos a situaciones estresantes o ansiosas, el deporte puede servir como un alivio inmediato. La liberación de endorfinas reduce los niveles de estrés y ansiedad. Ya sea corriendo, nadando, practicando yoga o cualquier otra actividad, el ejercicio puede ser una pausa revitalizante en medio del caos cotidiano.

2. Tristeza y depresión

La tristeza y la depresión pueden ser abrumadoras, pero el deporte puede proporcionar un respiro emocional. Participar en actividades físicas con regularidad puede ayudar a mejorar el estado de ánimo al aumentar la producción de serotonina y proporcionar una sensación de logro personal.

3. Ira y frustración

Cuando experimentar ira, el deporte ofrece una vía constructiva para liberar esas emociones intensas. Practicar deportes en esta situación puede ayudarte a canalizar la ira de manera saludable y reducir tu activación emocional mediante el descanso posterior al deporte.

Pol Osés

Pol Osés

Psicólogo - Especializado en estrés, ansiedad, autoestima, adicciones, crisis, gestión emocional.

Profesional verificado
Barcelona
Terapia online

4. Autoestima y confianza

Lograr metas personales en el deporte puede fortalecer la autoestima y la confianza en uno/a mismo/a. Esto se traduce en una sensación de empoderamiento que se extiende más allá del ámbito deportivo y puede influir positivamente en otras áreas de tu vida.

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