El periodo de vacaciones estival suele ser uno de los momentos más esperados por los más pequeños de la casa. Sin embargo, para sus progenitores/as o cuidadores/as puede ser un verdadero quebradero de cabeza. Si, además, nos encontramos ante una familia en la que se ha producido un divorcio, la situación puede llegar a ser incluso más compleja.
En este artículo abordaremos diversas propuestas de actividades para niños/as con madres y padres separados para realizar en verano. Sin embargo, empezaremos dando espacio al dolor emocional que puede producirse en los infantes ante la separación parental puesto que es relevante tenerlo en cuenta cuando hablamos del tema.
Comprendiendo el dolor emocional
En los últimos años se ha observado, en nuestra sociedad, un incremento sustancial de divorcios. Esta decisión, tomada por personas adultas, sin duda tiene un impacto en la realidad infantil. Las consecuencias psicológicas y emocionales dependerán tanto del niño/a, como de sus recursos de afrontamiento, la situación familiar y el acompañamiento recibido.
Es importante tener en cuenta que el verano puede ser un periodo especialmente difícil para los infantes con padres y madres divorciados por diversos motivos. Entre ellos, podemos remarcar algunos aspectos como los cambios de rutina, de logística, de normas, etc. En este sentido, es importante planificar y anticipar en la mayor medida posible.
Independientemente de en qué momento del año se produzca el divorcio, es de vital importancia que las personas adultas acompañen a nivel emocional a las menores de la familia. Las expresiones emocionales o conductuales pueden ser diferentes en función de cada niño. Es elemental reconocer, validar, dar espacio y atender las emociones que surjan.
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Actividades de verano para niños con padres divorciados.
Partiendo de la base de que esta época del año puede ser retadora, difícil y compleja para muchas familias de nuestra sociedad, queremos plantear actividades que puedan ayudar a los niños y las niñas a lidiar con el dolor emocional y el divorcio durante el verano. Para ello, es esencial que haya una comunicación respetuosa, lo más fluida y honesta posible.
En este punto, la psicología positiva puede ser un gran aliado para muchas familias. Esta rama de la psicología se centra en fortalecer los puntos fuertes de las personas, así como aspectos tales como la resiliencia, el optimismo, la educación en inteligencia emocional y el cambio de patrones de pensamientos negativos. Si te interesa profundizar sobre esta rama de la psicología, en este artículo del Instituto Europeo de Psicología Positiva tienes más información sobre ella.
Al hablar de las actividades de verano, es importante no perder de vista que el foco principal debería ser la creación de experiencias y momentos significativos para los niños y las niñas. Así pues, será crucial tener en cuenta tanto los deseos y gustos como las necesidades infantiles teniendo en cuenta su diversidad. Estas podrán variar dependiendo del día o el momento en que se encuentren.
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Actividades al aire libre
Las actividades al aire libre, en contacto con la naturaleza, pueden ser un importantísimo aliado en este periodo. El hecho de realizar actividad física en sí ya tiene múltiples beneficios para nuestro bienestar emocional. Además, le sumamos el hecho de estar en contacto con la naturaleza que supone un gran agente regulador para nuestro sistema nervioso.
Se pueden realizar excursiones o rutas por la naturaleza, pero también se pueden organizar picnics, juegos que fomenten la exploración o visitas a parques, por ejemplo. Al organizar un día al aire libre se puede contemplar la opción de realizar la ruta en bicicleta o practicar natación en el mar, por ejemplo.
Desde el punto de vista de la psicología positiva, las actividades podrían potenciar todos aquellos aspectos relacionados con la atención plena. En este sentido, podría plantearse la exploración del entorno desde los diferentes sentidos: vista, oído, olfato, tacto y gusto.
Actividades creativas
Recuperando lo que proponíamos de tener en cuenta el aspecto y cuidado emocional de los niños y las niñas, las actividades creativas pueden ser una herramienta ideal. Este tipo de propuestas son maravillosas para facilitar la expresión y la regulación de las experiencias emocionales.
En esta línea, se pueden proponer actividades como la pintura o el dibujo libre con diferentes materiales, actividades con música, juego con muñecos de diferentes tipos y también las manualidades. Otras propuestas interesantes pueden ser la narración de historias, cuentos, la escritura de un diario o libre dependiendo de la edad de los infantes.
Incluyendo la perspectiva de la psicología positiva, además de la potenciación de la consciencia plena ya mencionada, se puede proponer un diario o juego de gratitud, por ejemplo. Esto puede ser beneficioso a nivel cognitivo y del cambio de los pensamientos negativos.
Actividades sociales
Por último, se plantea la posibilidad de fomentar las actividades de carácter social. Compartir tiempo con otras personas, bien sean adultas o menores, puede disminuir la sensación de soledad e incomprensión.
En este sentido, pueden valorarse opciones como los campamentos de verano, los clubes deportivos o incluso los encuentros con iguales para compartir espacios de juego. Como personas adultas, podemos acompañar en el proceso de construcción de vínculos significativos que les aporten. Si además jugamos a descubrir y nombrar fortalezas puede ser muy constructivo y revelador. Dichas relaciones tienen beneficios emocionales y psicológicos para los niños y las niñas.
