Etapa de las operaciones concretas: qué es y qué características tiene

Un resumen acerca de lo que es la etapa de las operaciones concretas según Jean Piaget.

Etapa de las operaciones concretas

La etapa de las operaciones concretas es la tercera fase de desarrollo propuesta por el psicólogo suizo Jean Piaget, en su conocida Teoría del Desarrollo Cognitivo.

Durante esta etapa los niños y niñas adquieren una mejor capacidad para realizar operaciones relacionadas con la masa, el número, la longitud y el peso de los objetos. También son capaces de poder ordenar mejor los objetos, además de poder establecer categorías y organizarlas jerárquicamente.

A continuación veremos más a fondo esta etapa, además de ver las cada una de las habilidades que se adquieren en este período y las críticas que se han hecho a los hallazgos de Piaget.

¿Qué es la etapa de las operaciones concretas?

La etapa de las operaciones concretas es un período del desarrollo propuesto por el psicólogo suizo Jean Piaget en su Teoría del Desarrollo Cognitivo.

Esta etapa comienza más o menos a los 7 años y finaliza a los 11, siendo la tercera en la teoría, viniendo después de la etapa preoperacional y antes de la etapa de las operaciones formales. Es durante estos años en los que los niños y niñas van adquiriendo una mayor capacidad para organizar sus ideas, desarrollando un mejor pensamiento racional, lógico y operativo.

A estas edades los niños adquieren la capacidad para poder descubrir cosas que antes no entendía y resolver problemas por medio del lenguaje. Son capaces de presentar argumentos sin ataduras, reflejando un mayor nivel de inteligencia y operatividad en comparación con los dos períodos del desarrollo anteriores, las etapas sensoriomotora y la preoperacional.

La principal característica de este período es la capacidad para poder utilizar el pensamiento lógico o de las operaciones. Este implica poder usar las reglas del pensamiento, teniendo una visión menos fantasiosa de los objetos reales, en el sentido que entiende que los camibos que se puedan dar en su número, área, volumen y orientación no significan, necesariamente, que hayan más o menos. Pese a este gran avance, los niños solo pueden aplicar su lógica a objetos físicos, no a ideas abstractas e hipotéticas, motivo por el cual hablamos de etapa de operaciones concretas y no formales.

Principales características de esta etapa de desarrollo

Son cinco las características principales que se pueden identificar en esta etapa propuesta por Jean Piaget.

Conservación

La conservación es la habilidad del niño de comprender que un objeto permanece igual en cantidad aunque cambie su apariencia. Es decir, independientemente de qué tipo de redistribución se haga de la materia no se tiene por qué afectar a su masa, número, longitud o volumen. Por ejemplo, es a esta edad que los niños entienden que si cogemos una bola mediana de plastelina y la dividimos en tres bolitas más pequeñas seguimos teniendo la misma cantidad de plastelina.

Otro ejemplo, muy recurrente, es el de la conservación de los líquidos. Es a partir de los 7 años en los que la mayoría de los niños y niñas pueden entender que si ponemos agua en un vaso bajito y ancho y la cambiamos a un vaso fino y alta seguimos teniendo la misma cantidad de líquido.

Este mismo ejemplo no se da en los niños de 5 años, según Piaget. A esta edad, si hacemos el mismo ejercicio de cambiar el líquido de un vaso a otro con diferente forma, los niños creen que tenemos más agua.

Para comprobar cómo eran capaces de ver la conservación del número de elementos Piaget realizó un experimento con fichas. Les daba a los niños un número de estas fichas y les pedía que hicieran una fila igual a la que el experimentador había hecho.

Acto seguido, Piaget cogía su fila y separaba un poco las fichas, preguntándoles a los niños si pensaban que habían más fichas. La mayoría de los niños de 7 años podía responder correctamente, concluyendo que era a esa edad que se conseguía la noción de la conservación numérica.

Pero también vio que la idea de la conservación para todos los aspectos, es decir, número, masa, longitud y volumen no se comprendía de forma homogénea. Algunos niños aprendían primero una de un tipo sin entender de otro. En base a esto Piaget concluyó que en esta habilidad se daba un desfase horizontal, es decir, que había ciertas inconsistencias en el desarrollo.

Clasificación

La clasificación es la capacidad para identificar las propiedades de las cosas y categorizarlas en base a las mismas, relacionar las clases entre sí y utilizar esa información para poder resolver problemas.

El componente básico de esta habilidad es la capacidad de agrupar objetos de acuerdo a una característica en común, además de poder organizar las categorías en jerarquías, es decir, categorías dentro de categorías.

Piaget ideó tres opciones básicas que ayudarían a entender cómo los niños va desarrollando la capacidad para clasificar objetos y relacionarlos entre sí. Así, él habla de inclusión de clases, clasificación simple y clasificación múltiple.

1. Inclusión de clases

Se refiere a las distintas formas que tienen las personas para comunicarse, englobando ideas y conceptos dentro de categorías varias, viendo cómo estas se relacionan o incluyen mutuamente.

2. Clasificación simple

Se trata en agrupar una serie de objetos que serán unidos para utilizarlos con una misma finalidad. Por ejemplo, organizar figuras geométricas con diferentes formas y colores.

3. Clasificación múltiple

Implica agrupar una serie de objetos trabajando en dos dimensiones o rasgos.

Seriación

La seriación es la capacidad para ordenar mentalmente los elementos a lo largo de una dimensión cuantificable, como puede ser el peso, la altura, el tamaño… Es por este motivo que, según Piaget, los niños de estas edades saben ordenar mejor los objetos.

Piaget comprobó esta habilidad mediante un experimento, teniendo una muestra de niños de diferentes edades. En este experimento les presentaba unos tubos de diferentes tamaños, dándoles la tarea de ordenarlos de mayor a menor tamaño.

Los niños de tres a 4 años tenían problemas para ordenarlos, mientras que a medida que tenían edades más avanzadas, disponían de cierta capacidad para ello. A los 5 se notaban ciertas habilidades, mientras que llegados a los 7 ya parecía saber hacer la tarea.

Descentramiento

El descentramiento es una habilidad prosocial, que implica que el individuo tenga la capacidad para considerar aspectos en situaciones o conflictos graves para poder buscar una solución.

En niños de finales de guardería y principios de primaria esta habilidad se puede encontrar de forma parcial, puesto que muchos tienen una actitud prepotente y desafiante hacia sus iguales. Sin embargo, entre los 7 y 11 años muchos ya saben como controlar y abordar estos temas.

Transitividad

En cuanto al concepto de transitividad, esta se caracteriza por encontrar la relación que hay entre dos elementos. El conocimiento que van adquiriendo los niños a estas edades, tanto en la escuela como en casa, tiene mucho que ver con esta habilidad, puesto que es la que les permite relacionar ideas.

Por ejemplo, son capaces de relacionar que una pelota, el campo, la portería y la ropa deportiva están relacionados con el deporte del fútbol.

Críticas a Piaget

Varios psicólogos posteriores a Piaget se mostraron críticos con los hallazgos realizados por el psicólogo suizo. Estas críticas se han centrado, sobre todo, a sus afirmaciones sobre a qué edad se adquiría la capacidad de la conservación. Entre estas podemos destacar los siguientes:

Investigaciones de Rose y Blank (1974)

Una de las principales críticas sobre la conservación propuesta por Piaget están relacionadas a cómo el investigador preguntaba a sus sujetos si veían diferencias o no tras presentarles cambios en los objetos.

Rose y Blank, en 1974 argumentaron que con 5 años no es difícil confundir, accidentalmente, a los niños haciéndoles dos veces la misma pregunta. Si se les repite la cuestión pueden pensar que la primera respuesta que han dado al investigador era incorrecta y que el adulto les está repitiendo la pregunta sugiriéndoles que lo primero que han dicho estaba mal y que deben dar otra respuesta.

Según Rose y Blank, esto es un error de procedimiento, y Piaget, de hecho, lo cometió. El suizo les preguntaba a los niños dos veces, antes y después de la transformación. Como la pregunta era cerrada (¿ahora hay más líquido? sí/no), había un 50% de posibilidades de acertar y, como los niños de 5 años se pensaban que podían estar equivocados al contestar la primera vez, cambiaban su respuesta.

Rose y Blank replicaron este experimento, pero haciendo la pregunta una sola vez, después de haber pasado el líquido de un envase más grueso a uno más esbelto. Encontraron que muchos niños de entre 5 y 6 años dieron la respuesta correcta igualmente. Esto demuestra que los niños pueden entender la idea de la conservación a una edad más temprana que la propuesta por Piaget.

Estudio de McGarrigle y Donaldson (1974)

Los investigadores McGarrigle y Donaldson en 1974 idearon un estudio sobre la conservación, en el cual el número de la alteración era accidental.

Colocaban dos hileras idénticas de dulces delante de sus niños sujetos experimentales, de 4 a 6 años, comrpobando que veían que ambas eran iguales. Sin embargo, de repente, aparecía un elemento que alteraba las hileras, un peluche al que vamos a llamar el travieso Teddy. El osito arruinaba el orden de una de las filas de dulces y volvía a su caja a esconderse. Pasado esto, se les preguntaba a los niños si había el mismo número de dulces y los niños de 4 a 6 años daban la respuesta correcta más de la mitad de las veces.

Este experimento sugería, una vez más, que la idea de Piaget de que la conservación era una noción adquirida con más de 7 años no era cierta. Al parecer, esta habilidad la manifestaban los niños a edades más tempranas, siendo su inicio los 4 años.

Estudio de Dasen (1994)

Dasen demostró en 1994 que los niños de diversas culturas logran alcanzar las habilidades propuestas para la etapa de las operaciones concretas a diferentes edades, dependiendo de su contexto cultural.

Su muestra estuvo compuesta por niños aborígenes de partes remotas del desierto australiano central, con edades comprendidas entre los 8 y 14 años.

Les hizo realizar las tareas de conservación de líquidos y conciencia espacial, encontrando que en esta cultura la capacidad de conservación se producía más tarde, entre los 10 y 13 años. Curiosamente, las habilidades de conciencia espacial se desarrollaban antes en los niños aborígenes que en los niños suizos. Así pues, con este estudio se demostraba que el desarrollo cognitivo no era puramente dependiente de la maduración, sino también influían factores culturales.

En el caso de la conciencia espacial, parece que esto era una habilidad adquirida tempranamente en los pueblos nómadas dado que para ellos el poder orientarse por el espacio físicoes algo fundamental. En el contexto suizo, la adquisición de la conservación en edades comprendidas entre los 5 años y los 7 pareciera tener como causa la escolarización.

Referencias bibliográficas:

  • Dasen, P. (1994). Culture and cognitive development from a Piagetian perspective. In W .J. Lonner & R.S. Malpass (Eds.), Psychology and culture. Boston: Allyn and Bacon.
  • Greenfield, P. M. (1966). On culture and conservation. Studies in cognitive growth, 225-256.
  • McGarrigle, J., & Donaldson, M. (1974). Conservation accidents. Cognition, 3, 341-350.
  • Piaget, J. (1954). The construction of reality in the child. (M. Cook, Trans.).
  • Piaget, J. (1954). The child’s conception of number. Journal of Consulting Psychology, 18(1), 76.
  • Piaget, J. (1968). Quantification, conservation, and nativism. Science, 162, 976-979.
  • Rose, S. A., & Blank, M. (1974). The potency of context in children’s cognition: An illustration through conservation. Child development, 499-502.

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