'Me aburro': por qué no deberías correr a solucionarlo (y qué pasa si lo haces)

El aburrimiento ayuda a estimular el desarrollo cognitivo durante la infancia y la adolescencia.

'Me aburro': por qué no deberías correr a solucionarlo (y qué pasa si lo haces)
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“Me aburro”. Se trata de una frase que los padres y las madres escuchan incontables veces. Al escucharla, a menudo el primer impulso suele ser ofrecer algún juguete, encender alguna pantalla o simplemente proponerles algún plan para ocupar ese vacío. Sin embargo, la psicología del desarrollo advierte que no siempre es buena idea “llenar” cada minuto de nuestros hijos.

El aburrimiento, lejos de ser un enemigo a evitar, puede convertirse en una poderosa herramienta de crecimiento emocional, social y cognitivo. La clave está en entender por qué aparece, qué beneficios tiene y qué consecuencias puede conllevar eliminarlo de forma sistemática. En Psicología y Mente lo analizamos con la ayuda de dos expertos en el tema.

Una experiencia natural y necesaria

El aburrimiento no implica que algo está fallando o va mal; es una emoción que indica que la mente busca un nuevo estímulo o reto. En los niños y adolescentes, estos momentos de “pausa” cumplen una función fundamental: dar espacio para que surjan ideas propias, motivaciones internas y formas creativas de pasar el tiempo.

Eulàlia Piera, psicóloga infantojuvenil y jefa de la Unidad Multidisciplinar del Trastorno del Espectro Autista (UnimTEA), del Hospital San Joan de Déu, asegura que, siempre que no sea excesivo, el aburrimiento puede estimular el desarrollo cognitivo durante la infancia. “La motivación por dejar de aburrirse es el impulso para que el niño empiece a utilizar sus habilidades motrices”, para conocer su entorno, desarrollar la capacidad de resolver problemas por sí mismo o mejorar su creatividad, apunta la experta.

En un contexto tan hiperconectado y lleno de actividades programadas e inmediatas, cada vez es más raro que un niño tenga la oportunidad de experimentar un tiempo sin una tarea asignada. Sin embargo, esos espacios de aparente nada son los que permiten que se ejercite la imaginación, la autonomía y la autorregulación emocional, concluye la psicóloga.

¿Por qué los niños dicen “me aburro”?

Cuando un niño o adolescente verbaliza su aburrimiento, no siempre está pidiendo soluciones inmediatas. A menudo es una forma de llamar la atención de sus padres y otras veces responde a la falta de iniciativa a la hora de hacer actividades. De nuevo, la psicóloga Eulàlia Piera lo relaciona con el contexto en el que vivimos, en el que los menores no están acostumbrados a “no hacer nada”.

La experta explica que detrás de esta expresión a menudo se esconde alguna necesidad de cambio en las actividades que está realizando o, cuando son más pequeños, se trata de una falta de habilidades para gestionar el tiempo. Otras veces, explica Piera, el “me aburro” es simplemente un sinónimo de “quiero más atención” o una manera de pedir ayuda ante un problema que no saben verbalizar.

La mayoría de niños están acostumbrados a que los adultos organicen su tiempo o, en su defecto, a la inmediatez de las pantallas. En los casos más extremos, el aburrimiento podría estar asociado con diversos trastornos, como el TDAH, o a menores con altas capacidades. En cualquier caso, según Piera, lo más importante es que los padres reconozcan qué hay detrás del “me aburro” para saber cuándo deben intervenir y cuándo deben dejar espacio.

Beneficios en infantes y adolescentes

La mayoría de los padres intentan evitar el malestar o la incomodidad que les genera a sus hijos el hecho de “no hacer nada”. Sin embargo, Raúl Castelló, psicólogo clínico especializado en psicoterapia infantil y juvenil y trastornos de la conducta en menores, asegura que es imprescindible que los niños se aburran, puesto que les ayuda en numerosos aspectos.

1. Fomenta la creatividad

Cuando no hay un plan marcado, el cerebro del menor busca alternativas y puede encontrar ideas originales para jugar, inventar o explorar. En estos momentos surgen mundos imaginarios, juegos simbólicos y proyectos personales que contribuyen a mejorar su creatividad.

2. Desarrolla la autonomía

Aprender a decidir qué hacer con el propio tiempo es un paso clave hacia la independencia del menor. El aburrimiento es el punto de partida para practicar esa toma de decisiones.

3. Mejora la tolerancia a la frustración

No siempre tendremos todo lo que queremos, cuando lo queremos y cómo lo queremos. Aprender a convivir con momentos de inactividad ayuda a manejar la frustración de forma sana en niños y adolescentes.

4. Favorece la introspección

El aburrimiento da espacio para pensar, reflexionar y conocerse mejor, algo especialmente importante en la infancia y la adolescencia, que es cuando se empieza a formar la personalidad.

5. Estimula la motivación interna

En lugar de depender de estímulos externos constantes, los niños y adolescentes aprenden a buscar y crear aquello que le interesa de forma genuina.

¿Qué pasa si corremos a evitar su aburrimiento?

Responder de forma inmediata al “me aburro” con actividades, pantallas o planes organizados puede tener efectos negativos a corto, medio y largo plazo, como dependencia a la estimulación externa, menor creatividad, baja tolerancia a la frustración y dificultad para gestionar el tiempo libre en la adolescencia y la madurez.

Sin embargo, Castelló matiza que debemos encontrar el equilibrio: no se trata de dejar al niño sin atención, sino de guiarlo para que aprenda a transformar el aburrimiento en oportunidades de juego, creación o descanso.

El psicólogo añade, además, que no todos los momentos de aburrimiento requieren la misma respuesta por parte de los padres. Si el menor está aburrido pero explora opciones, es mejor no interrumpirle; si, por el contrario, observamos frustración intensa, tristeza o aislamiento, conviene intervenir ofreciéndole apoyo o alternativas. El objetivo es que aprendan que el aburrimiento es un estado transitorio y que, con las herramientas adecuadas, pueden transformarlo en algo valioso.

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Sara Martínez. (2025, agosto 27). 'Me aburro': por qué no deberías correr a solucionarlo (y qué pasa si lo haces). Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/desarrollo/me-aburro-por-que-no-deberias-correr-a-solucionarlo-y-que-pasa-si-lo-haces

Periodista

Licenciada en Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya, cuenta con casi 20 años de experiencia ejerciendo como redactora, locutora, editora y directora en distintos medios de comunicación. Actualmente trabaja como content manager y colabora con otros medios digitales enfocados a la salud y al bienestar físico y emocional.

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