¿En qué consiste el autocontrol emocional en los niños? En este artículo hablaremos de esta cuestión y, además, os proporcionaremos un total de 9 técnicas de autocontrol emocional para niños, que puedes aplicar con ellos tanto si eres un profesional como si eres padre o madre.
Dichas técnicas están enfocadas a enseñar a los más pequeños a comprender y gestionar sus emociones, con la finalidad de emitir una conducta más adaptativa al respecto (sobre todo ante las emociones negativas como la ira o la frustración).
Como verás, la mayoría de ellas están enfocadas a promover la relajación en estados sobreactivados como los que aparecen en las rabietas o los enfados.
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El autocontrol emocional en la infancia: 9 recomendaciones
Antes de exponer algunas de las principales técnicas de autocontrol emocional para niños, vamos a ver en qué consiste el autocontrol emocional.
El autocontrol emocional es aquella capacidad para conseguir gestionar las emociones ante determinados eventos que nos afectan (especialmente, de forma negativa). A través de esta gestión, se consigue controlar también la activación fisiológica del organismo.
Dicha capacidad se va adquiriendo con los años; cuando son pequeños, los niños pueden mostrar dificultades para gestionar sus emociones, debido a su inmadurez, falta de experiencia, desarrollo insuficiente del lenguaje… Enfadarse, probar cosas nuevas, preguntar, dudar… todo esto forma parte de su aprendizaje, y constituye una fase normal y necesaria para su desarrollo psicoafectivo.
Sin embargo, también podemos ayudarles en este fase de autoconocimiento, que a la vez lleva implícita la construcción de su propia identidad y la configuración de su autonomía. ¿Cómo podemos hacerlo? A través de diferentes técnicas de autocontrol emocional para niños.
Técnicas de autocontrol emocional para niños
En este artículo vermos diferentes técnicas de autocontrol emocional para niños, que podrán adaptarse a la edad evolutiva y cronológica del niño, así como también a sus características, intereses y necesidades. Sin más preámbulo, vamos a conocerlas:
1. Pastel de la calma
La primera de las técnicas de autocontrol emocional para niños que puedes aplicar es el pastel de la calma.
Dicha técnica consiste en dibujar una redonda en un papel (que será la tarta), y dividirla en diferentes trozos. Dentro de cada trozo escribiremos un “truco” o mecanismo para calmarnos cuando estemos excesivamente nerviosos.
Ejemplos de “trucos” que podemos utilizar son: respirar profundamente, contar hasta diez, imaginar una escena agradable, etc. La gracia de esta técnica es colaborar juntos, y de esta manera buscar, junto al niño, diferentes estrategias (podemos hacer una lluvia de ideas inicial).
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2. El globo
La segunda técnica recomendada es la del globo (o “ser un globo”). Se trata de imaginarnos, cuando nos enfadamos, nos ponemos nerviosos o nos irritamos, que somos un globo que se va hinchando poco a poco.
Una vez hinchados, nos imaginaremos que volamos alto y que nos relajamos. Podemos utilizar una globo de verdad para ejemplificar la técnica y que sea más visual y comprensible para el niño.
3. El volcán
El volcán es otra de las técnicas de autocontrol emocional para niños. Dicha técnica resulta ideal para explicar en qué consiste la emoción de la rabia. A través de esta técnica, le explicamos al niño o a la niña que somos como un volcán; cuando estamos tranquilos y calmados, la lava permanece en nuestro interior. En cambio, cuando nos enfadamos, erupcionamos (la lava sale al exterior con fuerza, a toda pastilla).
Si quieres que el niño entienda mejor esta metáfora a través de un experimento en vivo, puedes encontrar dicho experimento en este vídeo:
4. El semáforo
Otra de las técnicas de autocontrol emocional para niños más utilizadas es la del semáforo. Ésta consiste en enseñar a los niños a calmarse ante situaciones que les causen ira o frustración. A través de ella, se hace un paralelismo con el funcionamiento de un semáforo. Consta de tres pasos (los tres colores del semáforo).
¿Cómo podemos llevar a cabo esta técnica? A través de un dibujo del semáforo, realizado por el niño, donde colocará (justo al lado) las instrucciones que os proponemos a continuación (y que aplicaremos cuando estemos enfadados o nerviosos):
En el primer paso, cuando estamos en el color rojo, deberemos detenernos (como lo haría un vehículo ante el semáforo rojo); cuando pasamos al amarillo, deberemos pensar lo que nos está pasando “por dentro” y buscar posibles alternativas de actuación; finalmente, en el color verde, nos tranquilizaremos y actuaremos de forma racional.
5. Bola antiestrés
Esta técnica consiste en crear, junto al niño (o él, de forma autónoma), una “bola antiestrés”, para apretar o presionar en los momentos de nerviosismo, enfado, frustración o ira. Una manera sencilla de hacerla es con un globo deshinchado, llenándolo de arroz, lentejas o garbanzos.
6. Espacio de calma
Otra de las posibles técnicas de autocontrol emocional para niños, en este caso, que se puede utilizar en casa, es la creación de un espacio de calma y “relax” para él. Cuando se vaya a este espacio, en momentos de sobreactivación o enfado, el objetivo será relajarse y entrar en un estado de calma y paz.
El lugar puede ser escogido por el niño, junto a sus padres; puede ser una zona de la habitación, un trastero, una parte del comedor… todo depende de cada familia.
Ideas recomendadas para hacer de este espacio, un lugar tranquilo y acogedor, son: añadirle unos altavoces (para poner música relajante), colocarle peluches u objetos que le gusten al niño, cojines blandos para relajarse, dibujos o cuadros que inspiren calma, productos aromáticos, etc.
7. Caja de arena
También podemos recurrir a la estimulación de los sentidos, justamente para producir el efecto contrario: la relajación en momentos de hiperactivación. Lo podemos hacer a través de estímulos sensoriales como por ejemplo la arena.
Una técnica que os proponemos, esta vez más artesanal, es la creación, junto al niño (o, repetimos, que lo cree él de forma autónoma, a su gusto), una caja llena de arena, donde puede colocar también juguetes. Cuando esté nervioso puede remover la arena, cerrar los ojos y hundir los dedos en ella, etc., a fin de relajarse y de conectar con el sentido del tacto.
8. Escuchar mantras (o música)
Ya lo dicen que, “la música amansa las fieras”. Así, la música también puede formar parte de las técnicas de autocontrol emocional para niños. En este caso, os proponemos el uso de mantras.
Cuando las pronunciamos (y con la práctica), nuestro cerebro es capaz de tranquilizarse. Éstas pueden ser palabras o frases cortas que el niño vaya repitiendo cuando esté nervioso o calmado, con una música de fondo acorde. Por otro lado, también podemos utilizar canciones relajantes, sin el uso de los mantras.
9. Soplar burbujas
Dicha técnica utiliza el control de la respiración para obtener la sensación de relajación en el cuerpo, e implica imaginar que se hacen burbujas. Para ello, resulta necesario controlar la respiración; debemos soplar con suavidad para que las burbujas se creen.
Esta técnica, una vez aprendida, la pueden utilizar los niños solos (sobre todo cuando son pequeños), o podemos también acompañarles durante la práctica, simulando que se trata de un juego.
Referencias bibliográficas:
- Ahmed, M.D. (2010). Actividades de relajación en Educación Infantil y Primaria. Innovación y experiencias educativas
- Baena, G. (2005). Cómo desarrollar la inteligencia emocional infantil. México DF: Trillas.
- Olego, E. (s.f.). Técnicas de autocontrol para niños. Blog del Centro de Psicología y Logopedia: El Teu Espai.