Las navidades son sinónimo de consumismo y de excesos. Son sinónimo de gastar mucho dinero y fingir que nuestras relaciones con otras personas son mucho más placenteras de lo que en realidad son.
Y las navidades también son sinónimo de recaídas para muchas personas que intentan superar una adicción (o se están dando cuenta de que sufren una).
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Cenas de Navidad y consumo de alcohol y otras drogas
Vamos a repasar algunas razones por las que las navidades son el “agosto” de las recaídas en adicciones:
1. Conflictos sociales y familiares
Las navidades son una época en que la mayoría de la gente se ve obligada a pasar tiempo con familiares y personas que normalmente no verían a menudo a lo largo del año. Es todo parte de la tradición, y ese imperativo moral navideño muchas veces crea el contexto perfecto para que se produzcan choques y peleas (muchas veces acelerado por el alcohol).
Las navidades son una época muy estresante para personas que no tienen una buena relación con su familia, lo cual acaba fomentando el consumo de alcohol y otras drogas para intentar lidiar con la frustración y los conflictos.
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2. Desinhibición y catalizador social
Muchas personas se acostumbran a consumir alcohol y otras drogas (como la marihuana o la cocaína) para ayudarles a desinhibirse y sobrevivir a las interacciones sociales sin activar su ansiedad.
Esta dependencia psicológica hacia las drogas para disfrutar de los eventos sociales y el contacto con otras personas termina promoviendo consumos extremos (y mayor riesgo de sobredosis o adicción a largo plazo).
3. Ambiente que promueve el consumo de drogas y las recaídas
Beber ingentes cantidades de alcohol en Navidad es una tradición para mucha gente. Se promueven los excesos y las conductas de riesgo a nivel cultural, haciendo que muchas personas se sientan en la obligación de seguir bebiendo o consumir otras drogas, por pura presión social.
Estas dinámicas coercitivas alrededor del consumo extremo de alcohol se dan a menudo en las “cenas de empresa” que tienen lugar en diciembre.
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4. Vía de escape y ver el consumo como una recompensa
Los seres humanos utilizan el alcohol y otras drogas para huir de la realidad y desconectarse temporalmente de sus problemas y preocupaciones (pero el alcohol no soluciona ningún problema, solo los empeora). Al ser la navidad una época tan fuertemente asociada a la felicidad y a la familia, muchas personas se comparan con el resto y acaban sintiéndose más miserables por no sentirse tan felices o no ser exitosas como los demás.
Además, al acercarse el fin de año, muchas personas reflexionan sobre el resto del año, y ven el consumo extremo de alcohol como una “recompensa” por los males y dificultades que ha sufrido a lo largo del año, así como una manera de consolarse.
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Cómo evitar las recaídas en Navidad
Estos consejos te pueden ser de ayuda.
1. Evita el alcohol
El alcohol afecta directamente a la corteza prefrontal, la parte del cerebro asociada a la capacidad de autocontrol y disciplina. En el momento en que bebes alcohol y este llega a tu torrente sanguíneo y a tu cerebro, tendrás cada vez más dificultad de decir No a la siguiente copa (o porro de raya de cocaína) que te ofrezcan.
Incluso si no has tenido problemas de adicción directamente relacionados con el alcohol, lo mejor es evitarlo, porque su consumo siempre aumentará las probabilidades de que recaigas en cualquier otro comportamiento adictivo del pasado (fumar marihuana, hacer apuestas online, compras compulsivas por internet, etc). No necesitas fuerza de voluntad, sino dejar de ponerte en situaciones en que sea difícil mantener el control.
2. Tu salud vale más que cualquier “tradición”
La presión social por beber y tomar drogas es muy fuerte en ciertos círculos, sobre todo durante las navidades y al reunirnos con personas que hacía mucho tiempo que no veíamos.
Mentalízate recordándote que tu salud (física y mental) es muchísimo más importante que cualquier tradición navideña, y que no necesitas alcohol u otras drogas para disfrutar de tu vida.
Otra forma de afrontar la presión social por beber es decir abiertamente que no necesitamos beber. Marcar límites públicamente nos ayuda a respetar nuestros compromisos con nosotros mismos.
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3. Reconoce tus límites y anticípate a las recaídas
Hay situaciones que giran totalmente alrededor del consumo de alcohol (o personas que prácticamente solo quedan para tener una excusa para beber o fumarse unos porros o tomar cocaína).
Y sí, las conductas de las personas de tu entorno te afectan, aunque te cuesta reconocerlo. Por eso, si has tenido problemas de adicción, hay entornos y personas de las que será mejor alejarte para evitar tentaciones. Evitar las recaídas no es una cuestión de fuerza de voluntad, es una cuestión de reconocer nuestros límites y cambiar nuestro estilo de vida.
Haz una lista de esas situaciones más “peligrosas” y con más probabilidades de causarte una recaída, y evítalas a toda costa.
4. Prepara planes alternativos y saludables
Algunas personas sienten una dependencia psicológica total hacia el alcohol y otras drogas porque no saben divertirse sin ellas. Y algunas de esas personas temen que superar su adicción y evitar las recaídas signifique vivir una vida aburrida y sin emoción.
La cuestión es re-construir nuestra vida alrededor de nuevos pilares de bienestar, re-descubrir nuestras relaciones, disfrutar de actividades que no giren alrededor de las drogas.
Planifica actividades sanas que te ayuden a disfrutar de la vida sin tener que drogarte. Por ejemplo, hacer deporte, o pasar más tiempo con personas que apreciemos y con las que podamos disfrutar sin tener que beber alcohol ni envenenarnos.
5. Busca ayuda
Apóyate en tu familia, tu pareja o tus amigos, y pide ayuda a profesionales de las adicciones. Afrontar las navidades sin tener recaídas en adicciones no es fácil, y es importante prepararnos mentalmente.
Luis Miguel Real Kotbani
Luis Miguel Real Kotbani
Psicólogo | Especialista En Adicciones
Me llamo Luis Miguel Real y soy psicólogo especialista en adicciones. Ponte en contacto conmigo y nos pondremos a trabajar en tu caso.