La adolescencia es una etapa complicada tanto para la persona que lo vive como para quienes se encuentran cerca. El adolescente lucha por conseguir su independencia pero a la vez, necesita sentirse arropado por sus padres. Es un momento de muchos cambios, confusiones y altibajos que ni el propio jóven es capaz de asumir adecuadamente. A todo esto, hay que añadirle que el cerebro se encuentra en proceso de maduración y por ello, se centra en las recompensas a corto plazo y es más propenso a sumergirse en conductas de alto riesgo.
Es común que las conductas adictivas comiencen en la adolescencia por culpa de la inmadurez del córtex frontal, zona del cerebro que cumple un rol importante para tomar decisiones. Al tener dicha habilidad alterada, no es de extrañar que los adolescentes hagan cosas riesgosas, como tener sexo sin protección, conducir peligrosamente o consumir sustancias adictivas. El gran problema reside en que las drogas durante la juventud pueden interferir con los procesos de desarrollo del cerebro. De hecho, se ha estudiado que el abuso de drogas en la juventud puede contribuir al desarrollo de problemas como enfermedades cardíacas, presión arterial alta y trastornos del sueño.
En aquellos casos donde el adolescente ya consume sustancias adictivas, es habitual que los progenitores sientan que el peso de los cuidados recae en ellos. Muchas veces, los padres no saben cómo actuar ante la situación y se sienten completamente abrumados. La pregunta de ¿cómo puedo ayudar a mi hijo a salir de las drogas? es lo primero que se les viene a la cabeza y cuesta encontrar respuestas adecuadas. Por ello, en el artículo de hoy, basándonos en la opinión de expertos en el tema, hablaremos sobre cómo ayudar a un hijo adolescente con adicciones.
- Artículo relacionado: "Las 4 claves de Crianza para prevenir las Adicciones en los hijos"
¿Qué hago si mi hijo se droga?
Existen seis pasos fundamentales a seguir cuando sospechamos o tenemos la certeza que nuestro hijo se droga:
- Actúa con calma. No seas impulsivo ni dramatices demasiado.
- Busca información.
- No ocultes el problema.
- Busca apoyo en las personas más cercanas.
- Habla con tu hijo abiertamente.
- Busca hábitos saludables.
- Mucho amor, cercanía y disciplina (bien explicada y justificada)
¿Cómo se puede ayudar a un adolescente a salir de las drogas?
Sigue estas pautas para ayudar a tu hijo o a tu hija ante la dura experiencia de enfrentarse a una adicción.
1. Establece una comunicación abierta, afectuosa
Es importante fortalecer una relación de confianza con tu hijo donde puedas hablar sobre temas que conectes con él. Es importante verbalizar nuestro orgullo (académico, personal) hacia ellos y expresar nuestro amor. Una vez consigas un vínculo fuerte es cuando puedes comenzar a hablar sobre sentimientos de preocupación acerca de ciertos comportamientos y puedes preguntar sobre sus posibles hábitos adictivos.
En caso de que lo confirme, es fundamental pedir ayuda a un profesional. No dudes, no pienses que el problema va a desaparecer o que tu hijo se puede curar por sí solo. Cuanto antes comience a tratar este tema, mayor probabilidad de que no se convierta en una adicción.
En caso de que lo niegue, debes seguir creando ese clima de confianza con él para que pueda poco a poco sentirse apoyado y así comentar acerca de su adicción. Pregúntale sobre su día, haz planes que le gusten, e intenta pasar el mayor tiempo posible con el.
- Quizás te interese: "Las 12 habilidades comunicativas básicas"
2. Demuestra apoyo más allá de las palabras
No tires la toalla y demuéstrale que estás ahí para lo que necesite, pase lo que pase. Practica la escucha activa cuando el adolescente se abra y comunique sus emociones, pensamientos, preocupaciones, ideas, etc. No confundas mostrar apoyo con formar parte del autoengaño de la adicción. Es decir, no le restes importancia a su conducta adictiva y no caigas en su falsa sensación de control. Tienes que encontrar un equilibrio perfecto entre ayudarlo y escucharte a ti mismo.
3. No culpabilices
A un hijo drogadicto no se puede dar sermones, realizar comparaciones, exponer tus expectativas acerca de lo que esperabas de él, sacar continuamente el tema de las drogas, acusarle directamente o hacerle sentir culpable. Todo esto, en vez de motivar al cambio, provocará frustración y enfado que nos llevará al camino contrario de lo deseado. Ten en cuenta que el adoescente, al sentir emociones negativa,s recurrirá aún más a las drogas como vía de escape y conseguiremos que la bola se haga cada vez más grande.
4. Marca claramente los límites
Es común que un drogadicto se ponga agresivo y por consiguiente, robe, insulte o agreda a las personas de su alrededor. Ante esta situación, es importante mostrar que somos la figura de autoridad en el hogar y que él no puede pasarnos por encima. Es importante aclarar que no sirve pagarles con la misma moneda. Dicho de otra forma, no podemos comprarnos con la persona adicta, ni responder a sus actos con los mismos comportamientos en los que está incurriendo producto de su adicción.
Del mismo modo, mantente firme y no cedas a sus chantajes por miedo a que la situación explote más. Debes aprender a decir “no” y seguir en esa postura. Es vital que el adolescente comprenda que hay límites y sobre todo, que deben de ser respetados. Recuerda que muchas veces la falta de límites es lo que ha llevado al adolescente a tener una conducta adictiva.
5. Fomenta la toma de consciencia sobre sus propios actos
Permite que tu hijo se responsabilice de las decisiones que ha ido tomando a lo largo de la vida. No cubras sus irresponsabilidades, no las tapes ni las maquilles ya que con esto solo consigues convertirte en su cómplice y empeorar su situación. Es importante que el adolescente haga un ejercicio de introspección para darse cuenta del porqué detrás de sus conductas de riesgo.