El consumo de marihuana implica varios cambios en el organismo, muchos de ellos de sobra conocidos en el ideario popular de cuál es la apariencia de un consumidor de esta sustancia.
Tras haber fumado cannabis, el ritmo cardíaco se acelera, los vasos sanguíneos se dilatan, los ojos se enrojecen y la presión arterial se incrementa, entre otros síntomas orgánicos.
No obstante, no son solo cambios físicos los que produce la marihuana. Quienes la consumen también presentan alteraciones mentales, producto de que esta droga altera la química y funcionalidad cerebral. En este artículo veremos, principalmente, cuáles son los efectos de la marihuana en el sistema nervioso.
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Los efectos de la marihuana en el sistema nervioso (clasificados)
También llamada cannabis, la marihuana es una una mezcla de color verde grisáceo de flores y hojas secas de la planta del cáñamo. Se cree que el cannabis es originario de Asia central y del sur y se tiene constancia de que el pueblo asirio lo usaba dentro de ceremonias religiosas, llamándolo “qunubu”. Desde tiempos inmemoriales, esta droga está presente en todo tipo de rituales religiosos del mundo entero.
Son muchos los nombres con los que se conoce a esta droga, habiendo más de doscientos términos para designarlas: maría, hierba, mota… La palabra “marihuana” es el término con el que los mexicanos llamaron a la Cannabis indica. Se trata de una especie perteneciente a la familia de las moráceas y tiene la apariencia de una ortiga delgada. Llega a medir cerca de 1,80 m y puede cultivarse en cualquier lugar donde haga un poco de calor.
Las propiedades psicoactivas han hecho que la planta de la marihuana sea usada en muchos contextos, especialmente con finalidades recreativas, medicinales y, más modernamente, industriales (como materia prima).
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El tetrahidrocannabinol
El principal compuesto psicoactivo de la marihuana es el tetrahidrocannabinol (delta-9-tetrahidrocannabinol, THC). No es el único componente del cannabis, pues este es uno de los 80 cannabinoides distintos que podemos encontrar en la planta de la marihuana. No obstante, sí que es este el más importante a la hora de hablar de los efectos de la marihuana en el sistema nervioso.
Son varias las formas en las que se puede consumir la sustancia, cada una de ellas con implicaciones distintas pero con efectos muy similares. Ya sea fumada, vapeada o ingerida, los cannabinoides que se encuentran en la planta interactúan con diversos receptores del cerebro y el cuerpo, los cuales forman parte del sistema endocannabinoide. Es por este motivo que el consumo de la planta genera diferentes síntomas y signos a quienes la consumen.
La membrana de algunas células del sistema nervioso contiene receptores de proteína que retiene el THC. Al interactuar con estos receptores, el THC produce un amplio repertorio de efectos sobre el organismo, entre ellos sentimientos de euforia, alegría, relajación, enlentecimiento cognitivo…
No todas las plantas de cannabis producen efectos psicoactivos. Existen cepas del cannabis usadas para producir cáñamo industrial, las cuales contienen menos de un 1% de THC y no son aptas para el consumo recreativo.
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Principales efectos del cannabis
Como se ha comentado, la marihuana tiene efectos psicoactivos, que es este el principal motivo por el que quienes consumen esta planta la consumen. Desde tiempos remotos se ha tomado esta droga por sus efectos físicos y, más específicamente, por los psicológicos. Los efectos del cannabis en el cerebro implican cambios en la percepción, estados de ánimo positivos y euforia a corto plazo. Su consumo también hace que aumente el apetito e induce a la sensación de estar “colocado”.
Sin embargo, también trae efectos secundarios que pueden llegar a ser muy desagradables. Entre ellos incluyen la pérdida de memoria a corto plazo, enlentecimiento y descoordinación motora y ansiedad, junto con síntomas no tan psicológicos como el enrojecimiento de los ojos y sequedad de boca. A largo plazo, la marihuana daña el cerebro, disminuyendo la concentración y otras capacidades cognitivas en general, además de provocar adicción.
1. El síndrome de amotivación
Uno de sus efectos más comunes pero a la vez menos conocidos por los consumidores es el síndrome de amotivación. A pesar de que se ha afirmado en multitud de ocasiones de que la marihuana es una droga inocua, el simple hecho de que sea una droga ya es algo que implica afectación sobre el organismo. Son muchos sus efectos negativos y entre ellos es precisamente este síndrome de amotivación, cuyos síntomas coinciden con la idea que uno tendría en mente de lo que es un adicto a la marihuana.
Este síndrome presenta las siguientes cuatro fases. Lo primero que siente el consumidor es la euforia, una sensación de gran felicidad y laxitud. Se siente fluido en la conversación, habla y habla. También se ve estimulada la fantasía.
Tras la euforia vienen las alucinaciones. Lo que en un principio eran meras fantasías ahora adquieren un contenido perturbador. Van perdiéndose las nociones de tiempo y espacio. El consumidor siente muchas emociones en esta etapa y los cambios de ánimo pueden llegar a ser muy bruscos e intensos. Si se ha tomado marihuana con alcohol, esta fase adquiere mayor intensidad.
En la fase de la beatitud el consumidor se siente bien, con una sensación placentera de tranquilidad y paz. No hay miedo, pero tampoco deseo. Va adormeciéndose poco a poco.
Finalmente, el consumidor se duerme o bien es totalmente incapaz de hacer cualquier horas por unas cuantas horas.
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2. Efectos subjetivos de la marihuana en el cerebro
En función de cómo haya sido consumida, la marihuana tiene efectos de diferente duración. Si se ha inhalado, los efectos subjetivos comienzan al poco de haber pasado un minuto, mientras que fumada los efectos máximos se alcanzan a los treinta minutos. La duración de estos efectos son de cuatro horas si es inhalada y ocho en caso de que se haya ingerido por vía oral.
El efecto que los consumidores más notan es la alteración del sentido del tiempo. Les da la sensación de que los minutos y las horas son más largas de lo que lo son en realidad. La marihuana ejerce efecto sobre los centros de la audición del sistema nervioso, algo que se evidencia en un aumento de la sensibilidad auditiva y una apreciación más viva de la música por parte de sus consumidores. También es frecuente que los consumidores noten un aumento subjetivo de los sentidos del tacto, el gusto y el olfato.
En general, los efectos de la marihuana en el sistema nervioso dependen de la forma de ingestión y de la cantidad tomada del principio activo principal. El THC no se disuelve en agua, por lo que solo es posible consumirlo mediante la ingestión y la inhalación.
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3. Intoxicación aguda de marihuana
La intoxicación aguda de marihuana implica varios efectos psicológicos. Entre los síntomas pueden darse ideas paranoides, ilusiones, alucinaciones, ideas delirantes, despersonalización, confusión, agitación y excitación. Puede haber delirio y obnubilación con agitación y excitación violenta. Todos estos efectos se acabarán pasando al cabo de unas horas, siempre y cuando el consumo de marihuana no vaya a más y no se combine con otras sustancias.
Por mucho folklore y tradición que tenga la marihuana, no deja de ser una droga y como tal induce efectos sobre el sistema nervioso, algunos muy serios. Los consumidores de esta sustancia pueden mostrar comportamientos sumamente peligrosos, tanto para ellos como para los demás, en función de diferentes factores como la cantidad de THC ingerida y aspectos de personalidad. La intoxicación aguda puede provocar cambios de humor y emociones negativas como ansiedad, temores y pánico.
Los efectos de la marihuana sobre el sistema nervioso central son graves, tanto que se ha relacionado el consumo de esta sustancia con un aumento en la patología mental en la juventud. Consumir marihuana incrementa el riesgo de que se dé un brote psicótico. El aumento de crisis de pánico y ataques de ansiedad se relaciona con un consumo habitual de la sustancia.
4. Efectos de sobre el desarrollo cerebral
El estudio de los efectos de la marihuana en la estructura cerebral con técnicas de neuroimagen muestra resultados variados. Algunos de ellos sugieren que el consumo habitual de esta droga durante la adolescencia está asociado con alteraciones en la conectividad y un menor volumen en ciertas regiones específicas del cerebro implicadas en funciones ejecutivas, como la memoria, el aprendizaje y el control de los impulsos.
La investigación científica apunta que el consumo de marihuana puede causar deterioro funcional en las habilidades cognitivas. No obstante, este deterioro variará en función de la edad en la que el consumidor empezó a tomar cannabis, la cantidad de la sustancia ingerida y la duración del consumo.
Se cree que el sistema endocannabinoide desempeña un gran papel en la formación de las sinapsis durante las etapas tempranas del desarrollo cerebral, lo cual explicaría por qué el consumo de marihuana, con sustancias que inciden sobre este sistema, alteraría aspectos cognitivos durante la adolescencia.
Un estudio realizado en Nueva Zelanda halló que el consumo de marihuana frecuente iniciado en la adolescencia estuvo relacionado con una pérdida de entre 6 y 8 puntos de cociente intelectual (CI) a mitad de la etapa adulta. En este mismo estudio, las personas que consumieron marihuana habitualmente durante la adolescencia y dejaron de tomar la droga siendo adultos no recuperaron los puntos de CI perdidos.
En el estudio, las personas que solamente habían comenzado a consumir marihuana en la adultez, tanto de forma intensa como no, no perdieron puntos de CI. Esto sugiere que la marihuana tiene un mayor impacto a largo plazo en los adolescentes, cuyo cerebro se encuentra todavía en formación estableciendo conexiones nuevas y madurando de otras formas, que en adultos cuyo encéfalo ya está prácticamente maduro. Esto no quiere decir que haya una relación causal entre el consumo de marihuana y la pérdida de CI, pero sí que tendría implicaciones sobre el área cognitiva a largo plazo de los consumidores más prematuros.
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5. ¿Por qué la marihuana deteriora la memoria?
La marihuana deteriora la memoria porque el THC afecta al hipocampo. Esta estructura es el área del cerebro responsable de la formación de recuerdos y procesa información. La mayor parte de los datos que respaldan esta afirmación se han hecho con animales, en especial con ratas.
Estudios con ratas expuestas a THC antes de nacer mostraron que, al poco de haber nacido o durante su adolescencia, mostraban notables dificultades en tareas específicas de aprendizaje y memoria. El deterioro cognitivo en las ratas adultas expuestas a este componente durante la adolescencia estaba asociado con cambios estructurales y funcionales en el hipocampo, área cerebral implicada en la memoria.
Los estudios con ratas también muestran que la exposición al THC durante la adolescencia implica alteraciones del sistema de recompensa, lo que aumenta la probabilidad de que un animal trate de obtener otras sustancias y caigan en otras adicciones. Esta sería la explicación fisiológica de por qué muchos adolescentes que consumen marihuana como primera droga o droga de inicio acaban recurriendo a otras sustancias como la cocaína, el tabaco o el alcohol.
A medida que los seres humanos vamos envejeciendo, nuestro hipocampo pierde neuronas y esto afecta a la capacidad de aprender información nueva. El consumo de marihuana supone exponerse al THC que, de hacerse de forma prolongada, acabará acelerando la pérdida de neuronas del hipocampo, haciendo que se den pérdidas de memoria prematuras.
En un estudio con ratas expuestas a THC todos los días durante 8 meses (el 30% de su expectativa de vida) mostraron una pérdida de células nerviosas a los 11 o 12 meses equivalente al de ratas el doble de mayores que ellas que no habían sido expuestas a esta sustancia.