A lo largo de nuestras vidas probablemente vamos a tener que realizar más de una investigación de algún tipo. Sea a nivel laboral o académico, es habitual que tengamos que trabajar con altos niveles de información para documentarnos de cara a realizar una tarea, o bien que debamos llevar a cabo alguna acción o proyecto complejos.
En este sentido es probable que nos sea de utilidad poder recuperar las ideas o conceptos clave. Así, no sería mala idea generar algún tipo de documento breve en el que podamos sintetizar la información o idea que trabajamos de manera rápida y fácilmente accesible. Una manera de hacerlo es elaborar fichas de trabajo, un concepto en el cual vamos a profundizar a lo largo de estas líneas.
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¿Qué es una ficha de trabajo?
Se entiende por ficha de trabajo un documento muy organizado y de extensión corta en el que se resumen las informaciones más relevantes de un proyecto o investigación, de cara a mantener un registro de los elementos clave para la comprensión de dicho estudio o de los documentos generados.
Suelen elaborarse en pequeñas cartulinas rectangulares, si bien hoy en día resulta también muy frecuente encontrarlas en formato digital.
El uso de fichas de trabajo permite recopilar la información y a su vez relacionar los conceptos e ideas más importantes respecto al tema tratado, expresadas de forma clara y concisa y de tal manera que permite su rápida recuperación en momentos de necesidad. También resulta útil para mantener un orden en la presentación de información.
Es importante tener en cuenta que en cada ficha de trabajo solo se expresa una idea principal: no se trata de presentar toda la investigación, si no en todo caso un resumen, idea o relación de los conceptos más necesarios para el usuario. De hecho, es habitual encontrar que para un mismo trabajo o proyecto se empleen numerosas fichas, dependiendo de qué tipo de información queramos recuperar con posterioridad.
¿Para qué sirve?
La utilización de este tipo de fichas puede obedecer a múltiples objetivos: son habituales en exposiciones en público, ponencias y comunicados así como también de cara a mantener un orden de las ideas principales en informes, bases de datos y en la elaboración de documentos extensos.
Por último, resultan útiles incluso de cara a estudiar para un examen, dado que la síntesis de la información permite repasar rápidamente las ideas principales y la relación entre ellas del material estudiado.
Partes y estructura principal
Elaborar una ficha de trabajo resulta sencillo, y lo cierto es que pueden llevarse a cabo de diferentes maneras, pero por norma general se sigue una estructura básica que incluye los siguientes apartados.
1. Autor y fecha de publicación
Si la ficha en cuestión parte de un trabajo, investigación, paper o documento, deberá ponerse en primer lugar la citación de los autores del trabajo.
La manera de hacerlo es idéntica a cuando citamos a algún autor o autores en una investigación: apellido e inicial, separados por una coma y si hay varios también separados entre sí por comas. Posteriormente se añade el año de publicación entre paréntesis, en la misma línea.
Este aspecto puede parecer poco relevante, pero lo cierto es que conviene saber de dónde proviene la información y en caso de trabajar con múltiples documentos puede ser más sencillo localizar de dónde hemos partido para realizar la ficha.
2. Título
Colocado debajo del punto anterior, el título es una de las principales partes de la ficha de trabajo. Es necesario que nos permita ver de manera rápida y claramente visible la temática que estamos tratando, englobando las ideas que se van a trabajar.
Generalmente va a ser el título del artículo o capítulo de libro del que partamos, si bien también puede ser un título elegido por nosotros. Este apartado, junto al anterior, formaría el encabezado de la ficha.
3. Cuerpo
El cuerpo o contenido de la ficha es el conjunto de informaciones que recopilamos: el resumen, la relación de ideas o la conclusión extraída de la investigación.
Debe ser claro y entendible, de tal manera que no necesitemos recurrir a otros elementos o informaciones más allá de lo presente en la cartulina. Puede ser tanto un escrito como un esquema, o incluso elementos pictóricos.
4. Otros datos/referencias
Cabe añadir la editorial o revista donde se publicó, la ciudad y las páginas de donde se extrae la información. También se deberían incorporar las referencias clave de la investigación, en este caso en la parte inferior de la ficha (especialmente en fichas de resumen o síntesis). En ocasiones también se añade el motivo para el que se elabora la ficha en cuestión.
Tipos de fichas de trabajo
Hasta el momento hemos hablado de qué es y qué partes tiene (por lo general) una ficha de trabajo. Sin embargo, no todas las fichas de trabajo se utilizan para lo mismo ni tienen los mismos contenidos: existen diferentes tipos de estos documentos. Entre los más habituales podemos encontrar los siguientes.
1. Fichas textuales
Un sencillo tipo de ficha de trabajo en el que únicamente se transcribe una frase o un fragmento corto de la obra original de la que partimos, con el mismo lenguaje y palabras que en el original. Se copia el fragmento que nos interese, entrecomillado.
2. Fichas de paráfrasis
Este tipo de fichas de trabajo es muy similar a la anterior, salvo que en este caso en vez de transcribir literalmente un fragmento del texto intentamos expresar lo que hemos entendido de él con nuestras propias palabras.
3. Fichas de resumen/síntesis
Este tipo de ficha se caracteriza por elaborarse con el fin de obtener un breve resumen del artículo, investigación, libro o capítulo que se esté analizando. Se trata de poder entender de manera general de qué trata aquello investigado o analizado.
Primero han de ponerse las ideas centrales y luego las secundarias que se vinculan a esta y/o ejemplos. Técnicamente, la ficha de síntesis básicamente busca las ideas clave mientras que las fichas resumen tratan de ofrecer una versión más corta de la totalidad del texto, pero a grandes rasgos se emplean del mismo modo.
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4. Ficha de análisis
Al igual que en la ficha de paráfrasis, en este caso también trabajamos a través de nuestras propias palabras aquello que hemos entendido. Sin embargo, el contenido no es un reflejo del trabajo del que partimos, sino nuestro análisis o conclusiones personales al respecto.
No es necesario incluir en este caso los estudios de los que partimos, dado que el contenido de la tarjeta es elaboración exclusivamente nuestra.
5. Fichas de tabla terminológica
El contenido de estas fichas es una tabla en la que se definen los principales conceptos del texto analizado.
6. Fichas de preguntas-problema
En este tipo de fichas de trabajo el cuerpo pretende servir como punto en el que elaborar y contestar las preguntas o problemas que la investigación ha permitido desentrañar.
7. Fichas de investigación de campo
A veces vamos a querer hacer una ficha que no hable de información presente en textos, sino tal vez del producto de un experimento diseñado por nosotros mismos o bien de una entrevista. En este caso emplearemos la ficha de investigación de campo, en el que resumiremos la información de los resultados del experimento o de la entrevista realizada.
En este tipo de ficha en el encabezado deberíamos incorporar persona entrevistada, fecha de entrevista/experimento y punto en el que se utilizará dicha información.
8. Fichas mixtas
Se trata de una combinación de algunas de las anteriores. Probablemente una de las más habituales es que la incluye resumen o síntesis y análisis, o bien la ficha textual y la de paráfrasis o análisis.
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