Cóclea: qué es, partes, funciones y patologías asociadas

Resumen sobre las características de la cóclea, una parte fundamental del sistema auditivo.

Cóclea

La audición, como su propio nombre indica, es un término que engloba los procesos fisiológicos que otorgan al ser humano la capacidad de oír y relacionarse con su entorno en base a este sentido esencial.

A rasgos muy generales, el proceso de audición se puede distinguir en los siguientes eventos: la oreja recibe las ondas sonoras, que se transmiten a través del conducto auditivo hasta el tímpano, el cual produce una serie de vibraciones. Estas llegan a la cadena de huesecillos, encargada de transmitirlas al oído interno a través de la ventana oval.

Es en este punto donde entra en juego la cóclea o caracol, una parte esencial en el sistema auditivo de los mamíferos. Sumérgete con nosotros en el mundo de la anatomía auditiva, pues hoy te contamos qué es la cóclea, sus partes, las funciones que desempeña y qué sucede cuando falla.

¿Qué es la cóclea?

La cóclea es una estructura en forma de tubo enrollado en espiral situada en el oído interno, más específicamente, en el hueso temporal. De forma general, esta estructura presenta unos 34 milímetros de longitud en un individuo adulto y, cabe destacar, que en su interior se encuentra el órgano de Corti.

Cilios del sistema auditivo

El órgano de Corti es esencial para comprender el proceso de audición, pues está compuesto por una serie de células sensoriales (16.000 aproximadamente) ordenadas en fila, denominadas específicamente “células ciliadas”. Estas son las últimas encargadas de “interpretar” las ondas sonoras recibidas por el oído externo, pues las transforman en impulsos eléctricos que llegan al nervio auditivo, y de ahí, al cerebro.

Partes de la cóclea

No es tiempo aún de describir el proceso complejo que implica la integración de los sonidos a nivel cerebral, pues aún nos queda mucha tela que cortar en un terreno anatómico. En primera instancia, podemos decir que la cóclea está compuesta por tres partes esenciales. Te describimos cada una de ellas:

  • Columela: cono central que alberga el nervio coclear.
  • Lámina reticular: envuelve la columela.
  • Lámina espiral: sobre la que se apoya la pared interna de la lámina reticular.

Cabe destacar que, más allá de una descripción de los tejidos observados en un corte transversal estructural, nos reporta más información fijarnos en las tres cámaras longitudinales que componen a la cóclea. Estas son las siguientes:

  • Rampa timpánica.
  • Rampa vestibular.
  • Rampa media.

La rampa timpánica y la rampa vestibular contienen perilinfa (un líquido semejante al suero) y se comunican entre sí a través de un pequeño conducto denominado helicotrema, situado en el extremo de la cóclea. Esto permite la comunicación y el fluido de perilinfa entre ambas estructuras. Por su parte, la rampa media o conducto coclear se encuentra situada entre la rampa vestibular y la timpánica y contiene la endolinfa. Esta estructura presenta una anatomía bastante compleja en lo que a terminología se refiere, razón por la cual nos limitaremos a decir que es triangular y que, por último, entre la rampa timpánica y la rampa media se encuentra el ya nombrado órgano de Corti.

Más allá de este conglomerado, también debemos destacar que estas tres cámaras (rampa timpánica, vestibular y media) están separadas por dos tipos de membrana: la membrana de Reissner y la membrana basilar.

La membrana de Reissner separa la rampa vestibular y la media, y su función es conservar la endolinfa en el conducto coclear, donde este debe permanecer. Por otro lado, la membrana basilar se encarga de separar las rampas media y timpánica. Su función, aún así, no es tan sencilla de explicar, ya que en ella descansa el órgano de Corti. Vamos a centrarnos un poco más en esta membrana tan especial.

El papel de la membrana basilar en la audición

En primer lugar, es necesario destacar que la respuesta de la membrana basilar a determinados sonidos se verá afectada por sus propiedades mecánicas, que varían progresivamente de la base hasta el ápice.

En el extremo más próximo a la ventana oval y el tímpano, esta membrana presenta una morfología más rígida, gruesa y estrecha. Por ello, su frecuencia de resonancia es alta para tonos agudos. Por otro lado, en el extremo distal la membrana basilar es más ancha, blanda y flexible, lo que causa que la respuesta sea mejor en las frecuencias graves. Como dato curioso, podemos decir que esta estructura produce un decremento de diez mil veces en su rigidez desde el extremo proximal al distal.

En cada punto de esta especial membrana se produce una sintonización, y en el lugar en el que se produce mayor desplazamiento a una determinada frecuencia se denomina “frecuencia característica”. En otras palabras, el margen de frecuencias de resonancia disponible en la membrana basal determina la capacidad auditiva del ser humano, la cual se encuentra entre los 20 hz- 20.000 hz.

El órgano de Corti

La membrana basilar analiza las frecuencias, pero es el órgano de Corti el encargado de decodificar esta información y enviársela al cerebro. Comencemos desde el principio para entender su funcionamiento.

Nos situamos de nuevo en la base del oído interno: cuando una vibración se transmite a través de los huesecillos del oído medio hasta la ventana oval, se produce una diferencia de presiones entre las rampas cocleares vestibular y timpánica. En consecuencia, la endolinfa presente en la rampa media se desplaza, hecho que produce una onda viajera que se propaga a lo largo de la membrana basilar.

Los desplazamientos de la membrana basilar hacen que las células ciliadas (recordemos que son las que componen al órgano de Corti) se muevan con relación a ella y, gracias esto, son excitadas o inhibidas dependiendo de la dirección del movimiento. Dependiendo de la región de la membrana basilar que oscile con mayor amplitud según el sonido percibido, se activarán distintas porciones de las células ciliadas que conforman al órgano de Corti.

Por último, las células ciliadas producen ciertos componentes químicos que se traducen en señales nerviosas, las cuales serán enviadas primero al nervio acústico y luego al nervio auditivo (también conocido como par craneal VIII). Desde luego, estamos ante un recorrido de muy complejo entendimiento, pero podemos resumirlo en el siguiente concepto: la membrana basilar “vibra” más en un punto u otro dependiendo del tipo de sonido, y las células excitadas traducen esta señal, que termina por llegar al cerebro mediante una serie de nervios.

¿Qué sucede cuando la cóclea falla?

Cabe destacar que las células ciliadas no se regeneran, es decir, cuando se lesionan en un individuo, este pierde audición de forma irremediable. Los seres humanos damos por hecho nuestros sentidos hasta que los perdemos y, por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos ayuda a contextualizar un poco lo que supone la pérdida de audición a nivel general:

  • Más de 460 millones de personas en el mundo poseen una pérdida de audición discapacitante.
  • Se calcula que para el 2050 este valor se elevará a los 900 millones, es decir, una de cada 10 personas presentará discapacidad auditiva.
  • 1.100 millones de jóvenes en todo el mundo están en peligro de perder audición por exposición al ruido excesivo en contextos recreativos.

Un factor importante que promueve la pérdida de audición (hipoacusia) es la exposición crónica a sonidos elevados. En estos casos, las células ciliadas ya descritas o los nervios que las abastecen se encuentran dañados en algún punto, lo que induce al paciente a escuchar de forma distorsionada el sonido o que, por ejemplo, se tenga más facilidad para interpretar unas frecuencias que otras.

Por último, también es esencial destacar que la pérdida de audición por la edad (presbiacusia) es, por desgracia, completamente normal. Este proceso se observa en casi un 80 % de las personas de la tercera edad mayores de 75 años, y se produce por un deterioro de las estructuras localizadas en el oído interno o del propio nervio auditivo.

Resumen

Como hemos podido ver en estas líneas, la cóclea tenía muchos más secretos para nosotros de los que podríamos imaginar. Desde una morfología compleja hasta la membrana basilar y el órgano de Corti, nos queda claro un concepto: la audición es una auténtica obra de ingeniería. Quizá toda esta información nos haga pensárnoslo dos veces la próxima vez que aumentemos el volumen de los auriculares al máximo, ¿verdad?

Referencias bibliográficas:

  • ¿Qué es la cóclea? Audifon, centros auditivos. Recogido a 12 de noviembre en https://audifon.es/que-es/c/coclea-o-caracol/
  • Audición y la cóclea, Medlineplus.gov. Recogido a 12 de noviembre en https://medlineplus.gov/spanish/ency/anatomyvideos/000063.htm
  • Cóclea, generalidades: viaje al mundo de la audición, cochlea.eu. Recogido a 12 de noviembre en http://www.cochlea.eu/es/coclea
  • Cóclea, vestib.org. Recogido a 12 de noviembre en https://www.vestib.org/es/coclea.html
  • Sordera, Organización Mundial de la Salud (OMS). Recogido a 12 de noviembre en https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/deafness-and-hearing-loss
  • Soto, E., Vega, R., Chávez, H., & Ortega, A. (2003). Fisiología de la audición: la cóclea. Universidad Autónoma de Puebla. Recuperado de: http://www. fisiologia. buap. mx/online/DrSotoE/COCLEA, 202003.
  • Terreros, G., Wipe, B., León, A., & Délano, P. H. (2013). Desde la corteza auditiva a la cóclea: Progresos en el sistema eferente auditivo. Revista de otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello, 73(2), 174-188.

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Samuel Antonio Sánchez Amador. (2020, noviembre 12). Cóclea: qué es, partes, funciones y patologías asociadas. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/neurociencias/coclea

Graduado en Biología por la Universidad de Alcalá de Henares (2018). Máster en Zoología en la Universidad Complutense de Madrid (2019). Durante su carrera estudiantil, se especializó en comportamiento animal, evolución, parasitología y adaptaciones morfológicas animales al medio. En su estancia en el Máster profundizó en mecanismos evolutivos y comportamientos. También formó parte de un equipo del Museo Nacional de Ciencias Naturales durante dos años, donde realizó investigaciones de índole evolutiva. Aquí adquirió extensos conocimientos sobre genética, heredabilidad y otras cuestiones relacionadas con el ADN. A día de hoy, se dedica a tiempo completo a la divulgación científica, realizando artículos de evolución animal y psicología y medicina humana.

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