La inestabilidad financiera en las embarazadas afecta al desarrollo cerebral del feto

Un nuevo estudio muestra que el estrés del cerebro influye en cómo se forma el cerebro del feto.

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El embarazo es un periodo en el que se producen muchos cambios. Aunque la mayoría lo relacionan con los cambios físicos del cuerpo de la mujer —o incluso a nivel hormonal—, estos no son los únicos. La estructura familiar empieza a moverse y esto puede conllevar cambios de otros tipos.

Lamentablemente, son muchas las familias para las que la situación económica cambia de forma considerable, a peor, en muy poco tiempo. Esta situación puede desencadenarse debido a distintos factores. Recientemente se ha publicado un estudio que revela que estas dificultades económicas pueden tener un impacto negativo en el desarrollo del feto.

A lo largo de este artículo hablamos sobre la inestabilidad financiera y su relación con los cambios en el cerebro, explicando las últimas novedades científicas. También abordamos las implicaciones que estos resultados pueden tener para las familias.

¿Qué entendemos por inestabilidad financiera?

Es posible que al leer inestabilidad financiera una de las primeras cosas que venga a la mente sea la pobreza o las dificultades económicas. Sin embargo, en este contexto entendemos que la inestabilidad financiera hace referencia a los ingresos del núcleo familiar que suben o bajan de forma repentina e inesperada.

Es decir, no es una cuestión de cuánto ingresa cada familia a final de mes, sino la estabilidad o la previsibilidad de estos ingresos. Las familias de clase media y alta podrían hacer frente a más estrés en este sentido si sus ingresos son menos predecibles o más cambiantes que los de una familia con unos ingresos bajos, pero seguros.

¿Cómo se puede saber si la inestabilidad económica afecta al feto?

Aunque muchos estudios realizados hasta el momento se han enfocado en estudiar los efectos de crecer en un entorno pobre, muy pocos se habían dedicado a estudiar cómo pueden afectar los cambios frecuentes en los ingresos de una unidad familiar.

Se observó que tanto el embarazo como el posparto son periodos especialmente vulnerables en términos de inestabilidad económica puesto que hay más posibilidades de que los ingresos familiares cambien. Esto se debe a que puede ser necesario dejar de trabajar por complicaciones en el embarazo, más bajas médicas, menos permisos laborales…

A día de hoy se sabe que el estrés prenatal afecta a la criatura. Por ello, el equipo de investigadores liderado por Patterson, llevó a cabo un estudio —que ha sido publicado recientemente en la revista Developmental Science— con el objetivo de comprender con mayor profundidad el impacto que puede tener la inestabilidad financiera en el desarrollo de los bebés.

Para realizar el estudio reclutaron a 63 bebés, junto con sus padres y madres, en Denver. Se realizaron entrevistas diversas durante el embarazo para recopilar información sobre los ingresos mensuales que provenían tanto del trabajo como de otras fuentes. Los investigadores consideraron una caída significativa cuando se daba una disminución de, al menos, un 25% de los ingresos de un mes a otro.

Tras el nacimiento, realizaron una resonancia magnética (RM) a los bebés mientras dormían. Se midió el tamaño del hipocampo —relacionado con la memoria, el aprendizaje y la regulación del estrés, entre otras funciones— y la amígdala —asociada a las respuestas emocionales y su procesamiento, especialmente al miedo—. En estudios anteriores se ha demostrado que ambas regiones cerebrales son sensibles a la exposición al estrés durante el embarazo.

Los principales resultados del estudio

Los resultados obtenidos por el equipo de investigadores fueron impactantes. Se reveló que casi la mitad de las familias que participaron en el estudio experimentaron al menos una caída significativa de los ingresos durante el embarazo. Si bien es cierto que se dieron en todo tipo de familia de las que participaron, fueron más comunes en los núcleos de bajos ingresos.

Las investigaciones mostraron que en aquellas familias en las que había habido mayores pérdidas de ingresos durante el embarazo los bebés mostraban un menor volumen en el hipocampo derecho y la amígdala derecha. Aunque la magnitud del efecto fue moderada, fue estadísticamente significativa. Esto quiere decir que el patrón fue consistente incluso cuando se tuvieron en cuenta otros factores.

Además, los resultados también señalaron que los padres y madres que habían sufrido mayores pérdidas o impactos negativos en los ingresos habían expresado niveles de ansiedad y depresión durante el embarazo. La ciencia ha demostrado en numerosas ocasiones que estos síntomas también están relacionados con menores volúmenes del hipocampo y la amígdala en bebés.

Algo importante a tener en cuenta es que en este estudio no se encontró ninguna relación entre los niveles de ingresos promedio en el tamaño de dichas áreas cerebrales. Del mismo modo, tampoco se observaron cambios estructurales en el cerebro cuando había ganancias (ingresos) inesperadas.

¿Qué implican estos resultados para las familias?

Antes que nada, es importante destacar que los propios autores de la investigación señalan que debido a que el estudio fue correlacional no se puede establecer causalidad entre la pérdida de ingresos y la disminución del tamaño de las regiones cerebrales en los recién nacidos.

Si bien es cierto que son muchos los factores que interactúan en el desarrollo cerebral del feto, es innegable que el estrés es uno de ellos —y tan importante como presente en nuestra sociedad—. No saber qué puede pasar con la economía familiar puede afectar tanto a la relación de pareja como a la salud individual generando ansiedad, preocupación y miedo por el futuro con las consiguientes dificultades añadidas.

Lamentablemente, son muchas las mujeres que se encuentran en la situación de tener que dejar de trabajar por motivos de salud relacionados con el embarazo o porque no tienen permisos remunerados, entre otros motivos. Los problemas de salud física y mental en las mujeres embarazadas pueden impactar en la salud del feto, tal y como hemos visto en este caso y es imprescindible tomar conciencia de esta realidad para ofrecer el máximo de recursos y acompañamiento posible.

Por último, es importante recordar que, aunque las familias que más pérdidas o inestabilidad económica tenían eran las que habitualmente tienen bajos ingresos, esta realidad se vio en las familias que se situaban en todos los rangos. Esto quiere decir que es una realidad que puede afectar a cualquier persona o familia.

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  • Patterson, G., Dufford, A. J., Morrissey, T. W., Styner, M., Kim, S. H., & Kim, P. (2025). Prenatal household income instability and infant subcortical brain volumes. Developmental Science, 28(4), e70022.

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Nerea Moreno. (2025, agosto 19). La inestabilidad financiera en las embarazadas afecta al desarrollo cerebral del feto. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/neurociencias/inestabilidad-financiera-en-embarazadas-afecta-desarrollo-cerebral-feto

Psicóloga

Nerea Moreno es graduada en psicología, con mención en psicología clínica, por la Universidad de Barcelona. Cursó el Máster en Psicología General Sanitaria con la Universidad Autónoma de Barcelona. Posteriormente, se formó como experta en psicología de las emergencias y catástrofes. Tanto esta formación como la experiencia laboral en el campo, supusieron para Nerea el descubrimiento de un nuevo mundo: el trauma. Desde entonces, trabaja desde un enfoque integrador y no ha parado de formarse en trauma, sistema nervioso, apego, duelo y emociones.

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