A lo largo de nuestro desarrollo como especie, los seres humanos hemos ido heredando de nuestros ancestros no humanos reflejos, conductas que dependen del sistema nervioso central y se dan en respuesta a determinados tipos de estimulación. Un caso especial es el de los reflejos primitivos, que aparecen en los bebés pero se pierden a los pocos meses de vida.
En este artículo veremos cuáles son estos reflejos de origen ancestral y cómo se expresan durante las primeras semanas tras el nacimiento.
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Los reflejos primitivos de los bebés: tipos y características
Los reflejos son partrones de activación de movimientos que son desencadenados por determinados estímulos y que ocurren de manera automática y ajena a nuestra consciencia, y siempre de la misma manera, y que están causados por células nerviosas que no forman parte del cerebro. Suelen tener como origen una adaptación al medio, dado que las células nerviosas que los ponen en marcha forman una red de interconexiones que no pasa por el encéfalo, de manera que entre la captación del estímulo y la aparición de la reacción pasa muy poco tiempo, lo cual en determinadas situaciones nos ayuda a evitar peligros.
Sin embargo, a veces estos reflejos pasan a ser inútiles a medida que un linaje de animales va evolucionando y se aleja cada vez más del tipo de comportamientos y nicho ecológico que le resultaron útiles en el pasado. Esto es lo que ocurre con algunos de los reflejos primitivos de los bebés: se trata de "restos" de mecanismos de adaptación que fueron útiles hace millones de años, pero que al no serlo ya, dejan paso a otro tipo de funcionamiento del sistema nervioso, por lo que su existencia en los miembros de nuestra especie tan solo dura unas semanas. En otros casos, son mecanismos que solo son útiles cuando somos bebés, y que pueden darse sin necesidad de que el niño o niña sea capaz de planificar patrones de acción o de tener claros los objetivos a conseguir.
A continuación describiremos 12 de los reflejos primitivos más característicos de la infancia temprana. A diferencia del reflejo de parpadeo, el de refractación o el rotuliano, los reflejos primitivos no se mantienen durante la adultez; su origen se asocia a un aumento de la supervivencia de los bebés en las condiciones en que nuestra especie evolucionó.
La ausencia de estos reflejos es un signo de problemas neurológicos, si bien en ocasiones puede deberse también a condiciones de estrés o de malestar psicológico. De modo opuesto, la presencia de los reflejos primitivos en estadios del desarrollo en que no deberían permanecer también indica algún tipo de alteración del cerebro.
1. De prensión
Antes de alcanzar aproximadamente el medio año de vida, los bebés son capaces de coger con fuerza objetos con los dedos si estos presionan la palma de una de sus manos. A nivel adaptativo permite a los pequeños suspender su propio peso durante un periodo de tiempo corto. El origen de este reflejo tiene que ver, probablemente, con los tiempos en los que las crías se aferraban al pelaje de sus madres o padres.
2. De búsqueda u hozamiento
El reflejo de búsqueda o de hozamiento se asocia al amamantamiento: cuando los bebés menores de 4 meses notan que algo les toca la mejilla o la boca, vuelven la cabeza hacia el objeto y abren la boca para succionarlo. Este reflejo se detecta también en algunas personas adultas con parálisis cerebral severa.
3. De succión
El reflejo de succión actúa de forma complementaria con el de búsqueda. Al notar que algo toca su paladar los bebés lo aprietan instintivamente con la lengua; la función de este reflejo es favorecer la secreción de leche por parte del pezón de la madre.
4. De reptación
Esta conducta aparece cuando se apoya el vientre del bebé sobre una superficie y se le sujeta el pie; el pequeño empieza a mover las cuatro extremidades de forma coordinada para desplazarse por el suelo. A los 4 meses este reflejo ya no se encuentra presente.
5. De marcha automática
Como su nombre sugiere, este reflejo permite a los bebés dar pasos de forma rítmica cuando se los sostiene en posición vertical con los pies descubiertos sobre una superficie plana. Desaparece entre los 2 y los 3 meses de vida como consecuencia de cambios en el peso relativo de las piernas.
6. De natación
Si se sostiene a un bebé con el vientre contra el agua, por ejemplo en una bañera o en la playa, éste empieza a mover los brazos y las piernas y a exhalar aire por la boca, si bien pueden tragar mucha agua en el proceso. El reflejo de natación desaparece a los 6 meses de vida.
7. De Moro o de sobresalto
El reflejo de Moro, de sobresalto o de abrazo se produce cuando los bebés de menos de 5 meses oyen un ruido fuerte y súbito. La estimulación de este tipo hace que en primer lugar extiendan los brazos y las piernas y después cierren los brazos contra su propio cuerpo. Este reflejo ayudaría a los bebés a mantenerse sujetos a sus madres mientras son transportados.
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8. De Babinski
Cuando se golpea la parte lateral del pie de un bebé éste extiende el dedo gordo hacia atrás y separa el resto de dedos a la vez que tuerce el pie hacia dentro. La ausencia de este reflejo en muchas ocasiones indica una mielinización insuficiente de las vías motoras del tronco cerebral.
9. De Magnus o tónico-cervical
El reflejo asimétrico tónico del cuello hace que los bebés giren la cabeza hacia un lado y adopten una postura de protección cuando se les tumba sobre la espalda. Se trata de una conducta que precede la coordinación entre los ojos y las manos. En ocasiones también es denominado “reflejo del esgrimista” o “posición de esgrima”.
10. De Landau
Este reflejo, que desaparece a los 3 o 4 meses, se desencadena cuando el bebé se encuentra suspendido boca abajo y con la cabeza flexionada. En primer lugar extiende la cabeza, el tronco y las piernas, y a continuación flexiona el resto del cuerpo. Uno de los reflejos primitivos que involucran más músculos.
11. De Babkin o palmarmental
El reflejo de Babkin se provoca al presionar las dos palmas de las manos del bebé estando éste tumbado de espaldas. Cuando esto sucede el pequeño abre la boca, cierra los ojos y gira la cabeza. También deja de aparecer entre los 3 y los 4 meses de vida.
12. De Galant
El reflejo infantil de Galant está presente durante los 6 primeros meses tras el nacimiento. Consiste en el giro del cuerpo, con una función de búsqueda u orientación, al notar el bebé que se le está tocando la espalda.
Referencias bibliográficas:
- Fletcher, Mary Ann (1998). Physical Diagnosis in Neonatology. Philadelphia: Lippincott-Raven.
- Grzywniak, C. (2016). "Role of early-childhood reflexes in the psychomotor development of a child, and in learning". Acta Neuropsychologica. 14(2): pp. 113 - 129.
- Pedroso, F.S.; Rotta, N.T. (2004). Babkin Reflex and Other Motor Responses to Appendicular Compression Stimulus of the Newborn. Journal of Child Neurology, 19(8): pp. 592 - 596.