El estrés relacionado con el trabajo es un hecho que, por desgracia, muchas personas viven en algún momento de sus vidas. Quizá tú hayas experimentado, bien sea en tu propia persona o en alguien de tu entorno, lo compleja que puede llegar a ser esta situación y las graves consecuencias que puede implicar.
Aquí veremos qué es el burnout para poder ahondar en los aspectos que nos permitan identificarlo a tiempo. Puesto que las consecuencias que puede generar son graves, también hablaremos de ellas. Finalmente, una vez asentados los aspectos más relevantes y las bases del burnout, profundizaremos en las estrategias para prevenirlo.
¿Qué es el burnout?
El síndrome de burnout, también conocido como síndrome del trabajador/a quemado, se relaciona con una situación de estrés laboral persistente que tiene como consecuencia, entre otras cosas, el agotamiento del/a trabajador/a de forma cronificada. A pesar de que no se considera un trastorno mental, es una grave problemática de salud mental actual.
Lamentablemente, esta es una situación que afecta a muchísimas personas en nuestra sociedad y que tiene un grave impacto para su salud física y mental. Además, tal y como veremos posteriormente, también tiene graves efectos sobre otras áreas de la vida de la persona.
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Factores que intervienen
Son muy diversas las circunstancias que pueden llevar a una persona a desarrollar el síndrome de burnout. Sin embargo hay aspectos que, sin duda, pueden interferir en el proceso. A continuación se mencionan tan solo algunos de los más importantes:
- Horarios de trabajo y turnos.
- Características y exigencias del puesto de trabajo.
- Falta de equilibrio entre la vida laboral y la personal.
- Elevadas cargas de trabajo.
- Escasa o nula autonomía.
- Ambiente de trabajo y relaciones interpersonales.
- Trabajo de cara al público o cuidando a personas.
- Falta de formación.
- Descontento con el salario.
¿Cómo podemos identificarlo?
Es importante tener en mente que el burnout no es algo que pase de un día para otro. Por ello, es elemental poder analizar cuáles son los factores de riesgo en cada situación, para cada persona e incluso para cada puesto de trabajo.
Puesto que anteriormente se han comentado los principales factores relacionados con el puesto de trabajo o el ámbito laboral, a continuación analizaremos cuáles son las señales que podemos detectar a nivel individual.
Sintomatología física
El principal síntoma y el más conocido es el estado de agotamiento persistente. Sin embargo, no es el único. Además del cansancio físico, pueden producirse alteraciones en el patrón del sueño y/o de la alimentación, tensión o dolor muscular inespecífico sin causa orgánica, problemas digestivos, dolor de cabeza, mayor susceptibilidad ante las infecciones…
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Sintomatología emocional
Toda la sintomatología física puede aparecer acompañada de agotamiento emocional y mental. Además de toda la sintomatología asociada al estrés, también pueden aparecer sentimientos de fracaso y desesperanza, irritabilidad, disminución de la líbido, sintomatología ansiosa y/o depresiva.
Sintomatologí conductual
A nivel comportamental, puede observarse una mayor tendencia al ausentismo, a la desmotivación y la falta de implicación, el aislamiento y el bajo rendimiento. Asimismo, puede aparecer el incremento de consumo de ciertas sustancias como la nicotina o la cafeína e, incluso, el abuso de sustancias nocivas para el organismo.
Consecuencias del burnout
Ya hemos visto que el burnout puede generar un grave impacto en la salud física, emocional y mental de la persona. No obstante, no acaba ahí. Esta situación puede desencadenar otro tipo de problemáticas en las diferentes áreas de la vida de la persona. En adición a los problemas laborales que puede sufrir, se pueden alterar las relaciones familiares y sociales.
Por otro lado, a nivel empresarial esta situación también supone un considerable problema. Las personas que sufren burnout disminuyen el rendimiento—hecho que afecta directamente a la productividad de la empresa—, aumentan las hostilidades entre compañeros, se dificulta la comunicación, etc.
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Estrategias para prevenir y/o minimizar el burnout
Como comentábamos inicialmente, el burnout es una situación realmente compleja tanto para la persona que lo sufre como para la empresa. Es importante ser conscientes de esta realidad por ambas partes e intentar prevenir esta situación con la mayor celeridad posible. Sin embargo, cuando la situación es desbordante es necesario pedir ayuda profesional.
Estrategias empresariales
El elemento principal para poder prevenir el burnout es saber que existe. Tomar consciencia de la gravedad de la situación permitirá organizar un plan de prevención e intervención y, por supuesto, llevarlo a cabo. No se pueden descuidar aspectos como las condiciones y la formación de los/as trabajadores/as.
La empresa puede establecer protocolos para evitar ciertas situaciones y minimizar determinados riesgos. Además, puede realizar ciertas actividades para fomentar el trabajo en equipo y la comunicación, la resolución de conflictos y establecer vías para facilitar el feedback y la comunicación de forma efectiva.
Edi Fernández Silván
Edi Fernández Silván
Psicóloga especializada en Trauma Psicológico y Duelo Complicado.
Herramientas invidivuales
A nivel individual, también es importante que cada persona tome consciencia de su estado individual y de cómo se siente en relación con su puesto de trabajo. Es elemental poder analizar de la forma más objetiva posible los aspectos que se comentaban inicialmente (características del puesto, exigencias, formación necesaria, horarios, expectativas, etc.).
Además, es básico que las personas —todas, pero especialmente las que se encuentran en situaciones vulnerables— den especial prioridad a las rutinas de autocuidado. Mantener una alimentación equilibrada, una adecuada higiene de sueño, realizar actividad física moderada y disponer de tiempo para cultivar las relaciones interpersonales fomentan el bienestar.