Somos seres relacionales y estamos programados para vincularnos con nuestros iguales. De ahí que muchas personas, aunque no les sucede a todas ni con la misma intensidad, sientan fuertes ganas de encontrar a una persona con la que compartir su día a día. Si esto no sucede de la forma en que nos gustaría, puede ser realmente frustrante.
¿Cómo encontrar pareja sin frustrarte?
En este artículo nos centraremos en algunos aspectos importantes a tener en cuenta si queremos encontrar pareja y no frustrarnos demasiado por el camino. Para ello, abordaremos las especificidades del proceso (y de lo que puede estar fallando) y hablaremos sobre temas como las expectativas, las herramientas a usar y la importancia del autocuidado.
Comprendiendo que el proceso suele llevar tiempo y requiere de autoconocimiento
Muchas personas sufren a diario puesto que les gustaría tener pareja y no la tienen. Son muchos los aspectos que interfieren en el proceso de vinculación entre seres humanos. Estos van desde lo individual, pasando por aquellos elementos característicos de la otra persona y llegando hasta la presión que recibimos a nivel social o cultural,
En este sentido, uno de los grandes mitos que giran en torno a las relaciones es “el amor a primera vista”. Con frecuencia, nos llega el mensaje de que cuando conocemos a “la persona ideal” sentiremos inmediatamente un flechazo. Es importante tener presente que, aunque esto puede suceder en algunas ocasiones, las relaciones de pareja deben construirse con trabajo consciente por ambas partes y tiempo para conocerse.
Un aspecto que no se suele nombrar con tanta frecuencia en el proceso de búsqueda de pareja es la importancia del trabajo a nivel individual. En este sentido, es crucial que cada persona pueda comprender cómo se relaciona con el resto de la misma forma que es imprescindible que tenga claras sus necesidades y sus límites, así como sus expectativas.
Preguntas como “¿qué es importante para mí en una pareja?”, “¿qué espero de una pareja y qué estoy dispuesto/a a dar?”, “¿por qué es tan importante para mí tener pareja en este momento?”, “¿qué aspectos son imprescindibles para mí en una pareja?” y “¿cuáles son mis límites no negociables en una relación?” pueden ser de gran utilidad.
Por último, reflexionar sobre los sucesos que hicieron que nuestras relaciones anteriores no hayan funcionado puede ayudarnos a la hora de plantearnos también cómo iniciarlas o buscarlas. En este sentido, es importante poder reconocer y asumir la propia responsabilidad en las dinámicas establecidas. Esto nos permite hacer un profundo aprendizaje y desarrollarnos tanto a nivel individual como a nivel interpersonal.
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Establecimiento de expectativas realistas
Si queremos no frustrarnos en el proceso de encontrar a una pareja, es importante que revisemos cuáles son nuestras expectativas. Debemos evitar idealizar las relaciones de pareja y soñar con encontrar a una persona perfecta. La perfección no existe y estas expectativas poco realistas conducen a la decepción constante y la búsqueda incesante que acaba en frustración.
Así pues, es importante focalizar la energía invertida en encontrar vínculos basados en conexiones reales y genuinas más que en relaciones “perfectas” o idealizadas. Es cierto que podemos observar aspectos de las otras personas que no son como nos gustarían, pero es importante sopesar el conjunto y cómo nos hace sentir esa relación.
En este sentido, es interesante que intentemos conectar con una actitud de apertura y flexibilidad para conocer a las personas. A veces puede suceder que nos obcecamos en buscar determinadas características, personas o situaciones y eso nos puede llevar a no ver otras oportunidades interesantes.
Cierra duelos de tus ex anteriores
Si buscas una nueva pareja sin haber superado todavía a tu anterior ex, la búsqueda no sólo te será más difícil, si no que tenderás a repetir patrones constantemente.
Debes pasar página del todo antes de lanzarte a conocer a una nueva pareja, de lo contrario, es muy probable que entres a hacer comparaciones en las que una u otra persona no siempre saldrá muy bien parada.
Además, también corres el riesgo de iniciar una nueva relación y seguir enamorado de tu ex, lo que implicaría que no estarías siendo del todo sincero ni con tu nueva pareja, ni contigo mismo, o por el contrario, empezar una relación diferente por despecho o para dar celos a tu anterior pareja, lo que no sólo no te aportará absolutamente nada, sino que causarás daño a ambas personas y sobre todo, a tí mismo.
Usa las herramientas adecuadas
Tal y como decíamos anteriormente, pareciera que en la época con más digitalización y accesibilidad a la conexión entre seres humanos, más difícil es establecer vínculos genuinos y conexiones reales.
Es cierto que, hoy en día, hay infinidad de aplicaciones y herramientas digitales que nos pueden facilitar el acceso a otras personas. Es importante invertir tiempo en analizar las diferentes opciones con el fin de poder optar por aquella/s que se ajuste más a las necesidades de cada persona en cada momento.
Lamentablemente, es cada vez más habitual que las personas inviertan mucho más tiempo en conocer a personas a través de la pantalla que en encuentros reales. Así pues, una opción interesante puede ser involucrarse en actividades presenciales relacionadas con los propios gustos o aficiones en las que nos aseguramos interacciones sociales.
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La importancia del autocuidado
Ya hemos visto que el camino de búsqueda de pareja puede convertirse en un proceso extremadamente frustrante. Además, también puede ser realmente complejo a nivel emocional para la persona puesto que pueden despertarse inseguridades, miedos, complejos, problemas de autoestima y otras dificultades psicológicas que pueden agravarse.
Precisamente por ello, es importante que durante este proceso cuidemos al máximo nuestra salud física, emocional y mental. Mantener un estilo de vida saludable nos ayuda a regular los niveles de estrés y ansiedad. Además, es importante interiorizar otras herramientas que nos ayuden con este tema y con la gestión de las emociones.
Evitar la autocrítica constante es esencial para no vivir este proceso desde la frustración. Si bien es importante que revisemos ciertos aspectos individuales y tomemos consciencia de nuestra forma de relacionarnos, es crucial hacerlo desde la compasión y el respeto. El juicio extremo hacia uno/a mismo, las críticas destructivas en lugar de constructivas, nos generan mucho sufrimiento y dificultan el aprendizaje y el consiguiente crecimiento.
Haz una lista de lo que deseas
Un ejercicio que puede ayudarte a aclarar tus ideas es hacer una lista de aquello que buscas en una relación, pueden ser valores más genéricos como complicidad, confianza, fidelidad, amistad, sentido del humor, etc, o deseos más concretos, como vivir juntos, casarte, formar una familia...
Esto te ayudará a visualizar aquellos aspectos que tú consideras importantes en tu vida y cuando conozcas a alguien, podréis poner en común vuestras propias inquietudes vitales para saber si ambos buscáis lo mismo y si, por tanto, vuestra relación puede tener futuro.
No aceptes migajas
Que tengas muchas ganas de estar en una relación y tener pareja no significa que tengas que conformarte con la primera muestra de atención que te ofrezcan. Muchas veces, tendemos a no ver que ciertas personas no son las más adecuadas para nosotros pero lo dejamos pasar porque son las únicas que hemos encontrado o que nos prestan atención.
También es muy importante tener claro que si lo que buscamos es una relación estable, probablemente, el sexo ocasional no pueda llenar ese espacio, por lo que aceptar esas "migajas" no será suficiente para construir una relación de pareja sólida.
En estos casos, el cerebro de las mujeres y de los hombres tienen ciertas diferencias bioquímicas: mientras que el sexo ocasional segrega hormonas relajantes en los hombres, en las mujeres segrega otras más amorosas. Las mujeres tienden a enamorarse más que los hombres tras episodios de sexo ocasional, por ello, si buscamos una pareja estable, lo ideal sería ir más despacio, conocerse más y poner puntos de vista en común antes de pasar a otra cosa.
