¿Cómo es una relación de pareja con problemas de celos? 7 síntomas

Estas son las señales de alarma propias de una relación de pareja con problemas de celos.

Cómo es una relación de pareja con problemas de celos

Los celos son un tipo de problema que muchas relaciones de pareja sufren en silencio. Y esto no se debe solo a que para muchas personas las cosas de la relación que les hacen sentir mal son un verdadero tabú; además, no se habla de los celos simple y llanamente porque se asume que por muy dañinos que puedan resultar, son algo normal en el amor.

Evidentemente, no saber reconocer un problema no significa que este no existe. De hecho, esta "ceguera" suele contribuir a que la situación se vuelva cada vez más grave, generando otras consecuencias indeseadas por efecto dominó y pasando a formar parte del día a día. Es por eso que cuando surgen los celos en una relación de pareja, es importante ser consciente de ello cuanto antes, para saber determinar si su intensidad los convierte en un obstáculo para vivir ese vínculo amoroso de manera saludable.

Sigue leyendo para conocer los principales síntomas que indican la presencia de problemas por celos en una relación de pareja.

Así es la relación de pareja con problemas de celos: 7 señales de alerta

Si estás en una relación de pareja y hay algunos comportamientos que te incomodan y sospechas que tienen que ver con las ganas de controlar y vigilar, estas pautas te ayudarán a saber si tu noviazgo o matrimonio se ve perjudicado por los problemas de celos.

Estos son síntomas habituales que surgen cuando una de las personas involucradas, o ambas, tienden a comportarse como amantes celosos. No tienen por qué darse todos a la vez, pero en conjunto ayudan a saber qué está pasando.

1. Pedir el teléfono del otro para revisar chats e imágenes

A veces, este "escaneo" de los contenidos del smartphone es camuflado bajo alguna excusa, como por ejemplo intentar buscar una foto en concreto o sentir curiosidad por las cosas que cierta persona dice por Whatsapp para poder reírse de ella.

Sin embargo, a la práctica resulta sencillo comprobar que los celos son los que motivan este comportamiento, porque por un lado no ocurre de manera puntual, sino con cierta frecuencia, y por el otro la manera de buscar contenidos refleja que la persona celosa no busca un contenido en concreto, sino que "rastrea" con la mirada todo lo que pueda en busca de algo que le llame la atención, algo que revele flirteo, interés sexual o infidelidad.

2. Poner malas caras cuando la otro persona sale de fiesta con amigos

Una de las características de los celos es que se disparan en momentos en los que falta información acerca de lo que está haciendo la otra persona, aquella que se quiere tener bajo control. En casos así, es más fácil imaginarse lo peor, y la atención es atraída hacia imágenes dolorosas sobre infidelidades o la ruptura de la relación, del mismo modo en el que quien es hipocondríaco no puede evitar pensar que probablemente tiene enfermedades graves.

Y cuando a esto le sumamos que es persona está en contextos de ocio en los que el flirteo resulta habitual, como las discotecas o los conciertos, el malestar por no estar a su lado aún se indentifica más en quienes se han acostumbrado a adoptar una actitud posesiva en relación al otro.

Es por eso que, en personas celosas, que el otro salga de fiesta sin ellas es visto como una amenaza.

3. Preguntar por el potencial atractivo de compañeros de clase o de trabajo

En las relaciones de pareja en las que hay problemas de celos, la persona celosa siempre intenta tener en el radar a posibles competidores o competidoras que le puedan "quitar" a quien ama. Es por eso que, de manera disimulada, va haciendo preguntas sobre los rasgos y características de las personas que considera más amenazantes en este sentido: "¿Cómo es su cara? ¿Es alto? A lo mejor me suena de vista". "¿Tiene pareja?". "¿Habláis mucho?"...

Por supuesto, ninguna de estas preguntas por sí sola indica que hay celos, pero vistas en su conjunto, dan una imagen de lo que está pasando.

4. Enemistarse con alguien sin razón aparente

Muchas veces, quien siente celos no puede ocultar su desagrado por alguien que es visto como una fuente de peligro, una tentación para esa persona que se arriesga a perder. En ocasiones, incluso intenta que su pareja (por la que teme ser abandonado o abandonada) se una a las burlas o a los actos de crueldad dirigidos contra esa amenaza externa.

5. Poner horarios de manera unilateral

Pedirle al otro miembro de la pareja que esté en casa antes de que se haga muy tarde, o insinuar que si pasa mucho tiempo lejos causará malestar en la persona celosa, es una manera de controlar que revela un evidente problema de celos, de los más graves, y debe ser tratado en terapia o que, directamente, es motivo para terminar la relación (dependiendo del grado de hostilidad y de insistencia con el que se intente implantar).

6. Intentar aislar socialmente

Este es uno de los comportamientos asociados a los problemas por celos más serios, un comportamiento dañino que dependiendo de cómo se produzca puede ser considerado maltrato. Se lleva a cabo alimentando la idea de que fuera de la relación de pareja no hay nada que importe realmente, y que por ello cada vez que se decide pasar tiempo con los amigos o con la familia es un motivo para la decepción y la frustración.

Además, se intenta poner énfasis en las diferencias entre el interior y el exterior de la pareja, a través de creencias como "todos son iguales", "necesitamos protegernos mutuamente para que no nos hagan daño", "no hacen otra cosa que juzgarnos", etc.

El objetivo último de esto suele ser tenerlo más fácil para manipular a la otra persona, haciendo que sea más fácil de controlar.

7. Amenazas

Finalmente, este es un síntoma en el que los celos se fusionan de manera indisoluble con el maltrato. Por amenazas, en este contexto entendemos advertencias de que si se hace algo que transgreda las normas de fidelidad y exclusividad de la pareja, como castigo se producirán agresiones físicas o vejaciones que tendrán un impacto en el entorno social de la víctima (por ejemplo, hacer circular fotos íntimas a través de Internet).

En estos casos ya no se habla tanto de un problema causado por una persona celosa, sino de una amenaza a la integridad de la víctima que es motivo suficiente para poner fin a la relación y ponerse en contacto con las autoridades.

Referencias bibliográficas:

  • Bevan, J.L. (2004). General partner and relational uncertainty as consequences of another person's jealousy expression. Western Journal of Communication. 68 (2): 195–218.
  • Shackelford, T.K.; Voracek, M.; Schmitt, D.P.; Buss, D.M.; Weekes-Shackelford, V.A.; Michalski, R.L. (2004). Romantic jealousy in early adulthood and in later life. Human Nature. 15 (3): 283 - 300.
  • Sternberg, R. (2004). A Triangular Theory of Love. In Reis, H. T.; Rusbult, C. E. Close Relationships. New York: Psychology Press.

Psicóloga

Madrid

Begoña Fernández Seco es Psicóloga General Sanitaria con más de 15 años de experiencia tratando a adultos y adolescentes. Cuenta con la acreditación como Psicólogo Europeo especialista en psicoterapia por la Vía Veterano Experto (EFPA) y posee, entre otras titulaciones, un Master en Terapia Cognitivo-Conductual, cuyas técnicas combina de manera holística con otras estrategias y herramientas terapéuticas. Entre sus especialidades están los problemas de relaciones afectivas, la ansiedad y la depresión. Atiende en castellano o en inglés, de manera presencial y online.

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