El maltrato psicológico puede ser difícil de reconocer debido a su presencia más normalizada en las relaciones y su falta de signos evidentes. Sin embargo, el daño que causa este tipo de maltrato puede incluso ser peor que el provocado por la violencia física.
Muchas personas no son conscientes de que están envueltos en una relación de maltrato psicológico y consideran muchas de las situaciones abusivas como problemas y desencuentros normales dentro de una relación de pareja.
Tal y como vemos, el aspecto más dañino del maltrato psicológico es lo difícil que es identificarlo. Dado que no implica maltrato físico, las víctimas a menudo tienen más dificultades para abandonar la situación. Es importante que las personas analicen qué formas de abuso psicológico están tolerando o reproduciendo. Un primer paso es entender en qué consiste el abuso psicológico y qué señales nos permiten ponerle nombre. En este artículo analizamos el maltrato psicológico en las relaciones de pareja y sus signos más frecuentes.
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¿En qué consiste el maltrato psicológico en la pareja?
El maltrato psicológico dentro de una relación es la forma más común de violencia. También es la más normalizada y la más difícil de probar. El término psicológico se refiere al abuso que no es de naturaleza física, aunque puede involucrar amenazas violentas dirigidas a la víctima o sus seres queridos. Las víctimas de maltrato psicológico a menudo se sienten aisladas y no toman medidas para protegerse o defenderse contra futuras situaciones de abuso.
El maltrato psicológico, tal y como hemos visto, a menudo es difícil de detectar debido a su naturaleza sutil; sin embargo, también puede ocurrir de forma abierta o manipuladora. El objetivo último del maltratador es controlar a la persona abusada, convenciéndola de que es incompetente, separándola de sus sistemas de apoyo y haciéndola sentir indigna de hablar, incluso de amor. Esta forma de maltrato implica todos los intentos de controlar, asustar o aislar a la pareja a través de palabras o acciones.
El maltrato psicológico por lo general comienza gradualmente y continúa de manera constante en el tiempo. Es fácil no detectar los primeros signos sutiles de una situación de abuso. Los cambios pequeños y graduales en el comportamiento abusivo de una persona pueden pasar fácilmente desapercibidos. Por lo que muchas personas ya están familiarizadas con algunos de los signos evidentes de abuso y manipulación emocional, que consideran normales.
El maltrato psicológico, en última instancia, lleva a la víctima a sentir una fuerte dependencia de su abusador. Su mayor ventaja es su capacidad para destruir lentamente la autoestima de la víctima, lo que hace que el abusado dude de su propio valor como ser humano. Además, toda separación conlleva el estigma del fracaso, esto hace que algunas personas prefieran seguir una relación abusiva y piensen que es el precio a pagar por no estar solas.
Algunas personas piensan que solo algunas personas consideradas débiles o que pertenecen a una clase social determinada pueden ser víctimas de abuso; sin embargo, esta no es la realidad. El maltrato psicológico puede sucederle a cualquier persona de cualquier edad o clase social. Más que un perfil de persona maltratada, existe un perfil de abusador.
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Señales para identificar el maltrato psicológico
Aunque el maltrato psicológico suele ser sutil y difícil de detectar, existen una serie de banderas rojas (red flags). Lo primero para determinar si nos encontramos en una relación abusiva, es considerar cómo nos hace sentir. Y qué emociones despierta en nosotros nuestra pareja.
En cualquier caso, una situación de maltrato psicológico puede hacernos desconfiar de nosotros mismos y de nuestras percepciones, reduciendo drásticamente nuestras capacidades de autoestima y autopercepción, lo que, en última instancia, dificulta enormemente el abandono de la relación. Algunas víctimas de abuso tienen demasiado miedo de dejar la relación y se encuentran demasiado heridas para poder hacerlo. Finalmente, se encuentran en una situación de la que son conscientes, pero no pueden salir.
Las relaciones emocionalmente abusivas conllevan toda una serie de manifestaciones insanas como: dolor, estrés, confusión, ansiedad y depresión. Si estas emociones negativas están frecuentemente presentes cuando interactúas con tu pareja, existe una alta probabilidad de que nos encontremos en una relación de maltrato psicológico. Este tipo de sensaciones no son características de una relación sana.
Existen ciertas señales que nos pueden ayudar a identificar una situación de abuso. Un signo de maltrato psicológico es si la otra persona pone en nosotros expectativas poco realistas, ejemplos de ello son: exigir cosas poco razonables, o esperar que dejemos todo de lado para satisfacer sus necesidades.
Otra señal de que alguien puede ser emocionalmente abusivo es si nos invalida constantemente. Algunos ejemplos de invalidación incluyen: decir que exageras cuando señales un comportamiento problemático o exigir una fecha exacta para tratar de negar algo que ocurrió. Las personas emocionalmente abusivas también tienden a crear caos, suelen empezar discusiones de la nada o hacer declaraciones confusas y contradictorias. Este tipo de comportamiento errático e imprevisible puede hacer que nos sintamos como si estuviéramos "caminando sobre cáscaras de huevo", con miedo a que cualquier comentario provoque un arrebato emocional.
Los maltratadores psicológicos, además, suelen actuar con superioridad y derecho en casi todas las situaciones, esto incluye tratar al otro como si fuera inferior o culparlo de sus errores y carencias. También frecuentemente intentarán aislarlo y controlarlo; algunos ejemplos de este tipo de comportamiento son: controlar a quiénes vemos o con quién pasamos el tiempo, incluyendo a los amigos y a la familia, o esconder las llaves del coche.
Es importante recordar que todos, incluidos nosotros mismos, merecemos ser tratados con amabilidad y respeto. Minimizar el comportamiento de la otra persona puede conducirnos a un ciclo de abuso emocional.
Muchos estudios confirman que más mujeres que hombres sufren abusos psicológicos por parte de sus parejas. Según el primer estudio de la OMS de 2005 sobre violencia doméstica, este es el tipo de violencia más habitual a la que se enfrentan las mujeres, por encima de agresiones cometidas fuera del ámbito de la pareja.
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Consecuencias del maltrato psicológico
Según señalan muchos profesionales de la salud, el maltrato psicológico puede tener consecuencias tan graves como el abuso físico, solo que no tiene signos visibles. En lugar de moretones, las heridas del abuso están enfocadas hacia adentro e incluyen: dudas, autodesprecio y sentimientos de inutilidad. Debido a que sus signos son invisibles para los demás, las víctimas tienen más difícil darse cuenta de que están siendo abusadas o si lo hacen sentirse aisladas.
Vivir en una situación de abuso emocional constante puede provocar que lleguemos a perder por completo el sentido de quiénes somos. Con el tiempo, las críticas, los insultos, los menosprecios y la falta de sinceridad pueden desgastar la percepción que tenemos de nosotros mismos hasta que ya no seamos capaces de vernos como realmente somos.
Las relaciones abusivas pueden llegar a hacernos creer que no somos lo suficientemente buenos para nadie y que no merecemos al otro: el abuso es el precio a pagar. Esto puede conducir a comparaciones de autodesprecio, estar de acuerdo con el abusador y quedarse estancado en la relación. Las víctimas de maltrato pueden terminar creyendo que realmente nadie las quiere y alejarse de sus amigos y familiares, quedando aisladas. Esto dificulta aún más abandonar la relación.
El estrés crónico causado por el maltrato psicológico conduce a síntomas físicos como fatiga, dolores de cabeza y enfermedades. También puede causar somatización (emoción que se manifiesta como síntomas físicos) en condiciones ya presentes. Estos incluyen apatía, depresión, fatiga, insomnio y trastornos de la alimentación. Es probable que las víctimas de maltrato psicológico abusen del alcohol y otras drogas psicoactivas.
En algunos casos, las víctimas de maltrato pueden incluso comenzar a justificar el abuso, subestimar su seriedad o adoptar la perspectiva de la realidad del agresor. Además, muchas personas abusadas ni siquiera se dan cuenta de que están involucradas en una situación de maltrato; esto sucede con más frecuencia de lo que la mayoría de gente piensa, ya que muchas relaciones violentas se normalizan. Las ideas que tenemos interiorizadas sobre el amor romántico o las frases como “quien bien te quiere te hará llorar” contribuyen enormemente a no detectar este tipo de comportamientos abusivos de carácter psicológico.
Por último, el primer paso para lidiar con una relación emocionalmente abusiva es reconocer o entender que existe el maltrato. Al ser honesto sobre lo que estamos experimentando, podemos comenzar a retomar el control de nuestra vida con ayuda de profesionales. Abandonar una relación abusiva no es fácil, y sobre todo nunca debemos pensar que merecemos la situación o sentirnos culpables. En el caso de sufrir maltrato, nosotros somos la víctima.