El método científico que hace que un desconocido se enamore de ti en 45 minutos

A partir de un método conversacional es posible crear un grado de intimidad que enamora.

Los investigadores llevan décadas intentando descifrar el amor y cómo las personas nos sentimos atraídas unas a otras. En los últimos tiempos se ha avanzado mucho para entender este fenómeno, y como explicamos en el artículo “¿Qué es el amor? (Y qué no lo es)”, definir este concepto es sumamente complicado.

Uno de los estudios más curiosos en este sentido es el realizado por el psicólogo y filósofo Dr. Arthur Aron, profesor de la Universidad de Stony Brook (Nueva York), que lleva 40 años estudiando el amor, la amistad, la intimidad. Este autor considera que es posible enamorar a otras personas en tan solo 45 minutos. En este artículo te explicamos sus descubrimientos.

Las ideas de Arthur Aron

Para la mayoría de nosotros, el amor es algo que ocurre por arte de magia, cuando ves a una persona y sientes un flechazo, o cuando conoces a alguien en profundidad y simplemente conectas, como si las almas encajaran.

Pero quizás sea necesario querer enamorarse y poner de nuestra parte para que esto ocurra, y este hecho motivó a la periodista del New York Times, Mandy Len Catron, a escribir sobre el estudio de Arthur Aron que se llevó a cabo en el año en el año 1993. 

En su artículo titulado “To Fall In Love With Anyone, Do This” (para enamorarte haz esto), habló de cómo el psicólogo norteamericano elaboró un cuestionario de 36 preguntas con el que decía que era posible crear tal intimidad entre dos individuos y que éstos podían enamorarse en tan solo 45 minutos. Mandy cuenta que aplicó estas preguntas, y que a pesar de los más de 20 años de antigüedad que tenían, a ella le funcionó con un chico que conoció en un bar.

El estudio y sus características

El artículo de la periodista del rotativo neoyorquino cuenta cómo llevó a cabo Arthur Aaron su investigación, que contó con un grupo de sujetos que debían sentarse en parejas, uno frente al otro.

Los sujetos eran instruidos para preguntar unas preguntas previamente elaboradas por el investigador y, tras esto, los sujetos debían mirarse a los ojos fijamente durante 4 minutos. Al parecer, fueron varias las parejas que sintieron algo especial y, de hecho, tres acabaron en matrimonio.

La periodista lo puso en práctica

Catron decidió poner a prueba estas preguntas para saber si realmente eran efectivas o no. Por lo que cuando conoció a un tipo interesante en un bar, le avasalló a preguntas, todas ellas pertenecían al cuestionario de 36 preguntas, y fueron formuladas una tras una igual que si de una entrevista de trabajo se tratase. Lógicamente, le pidió al chico que se miraran a los ojos durante 4 minutos una vez realizadas las preguntas, para completar su propia investigación.

Según cuenta, y tras finalizar la prueba, su grado de intimidad fue tal que se enamoró del chico. Al parecer el chico también.

Las preguntas para enamorar a alguien

Seguramente muchos escépticos no lo crean, pero tanto el investigador como la periodista afirman que se produce un mayor grado de intimidad tras conocer a la otra persona a fondo. Estas preguntas se dividen en tres secciones, varían su intimidad de manera gradual y requieren cada vez mayor confianza para responderlas.

Por ejemplo, la primera pregunta es “¿A qué persona invitarías a cenar si pudieses elegir a cualquiera?”, mientras que la última se formula de la siguiente manera “Comparte un problema personal con tu interlocutor y pídele que te dé su opinión sobre cómo habría actuado. Pregúntale como cree que te sientes en relación al problema que le acabas de contar”.

Para Arthur Aaron, “uno de las factores más importantes sobre estas preguntas es la autorrevelación. Revelar cosas sobre uno mismo tiene que producirse de manera gradual, y requiere confianza". Según cuenta el investigador, "si vas demasiado rápido, la otra persona puede sentirse cohibida y desconfiada. Pero si empiezas con algo que no es demasiado personal y luego poco a poco pasas a formularle preguntas cada vez más personales, ambos interlocutores se sentirán cómodos

El famoso programa español “El hormiguero” compartió el experimento sociológico Arthur Aaron. Puedes comprobarlo en el siguiente video.

La importancia de mantener la mirada

Pero lo realmente efectivo de estas preguntas y los supuestos resultados del estudio se encuentra en mantener la mirada con el otro interlocutor durante 4 minutos. Según cuentan desde el Instituto Mensalus de Barcelona, una de las mejores clínicas de Psicología de España, estos minutos resultan tan reveladores puesto que se ofrece exclusividad a un único sentido, y esto puede ser un potente amplificador de la interacción. Además, ayuda a profundizar en conceptos que van más allá de las palabras”.

Para los profesionales de este centro, “los 4 minutos son esenciales para contemplar al otro interlocutor en su plenitud y hacer un reconocimiento mutuo. No son las clásicas preguntas y respuestas verbales, sino que éstas se realizan desde el silencio. Se crea una conexión única, una total complicidad”.

Puedes visualizar las consecuencias de la mirada en este estudio a continuación.

Psicólogo de las organizaciones

Licenciado en Psicología por la Universidad de Buenos Aires. Máster en Recursos humanos y experto en comunicación empresarial y coaching. Posgrado en Nutrición y Alimentación Sanitaria y Social por la UOC. Especialmente interesado en el bienestar y el deporte.

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