La posibilidad de tener sexo con un amigo o amiga es siempre un tema tabú. Nuestra cultura parece aleccionarnos a base de tópicos fraguados en la gran pantalla: el sexo entre amigos arruina la amistad.
Relaciones íntimas entre amigos: ¿una utopía?
Pero, ¿es eso cierto, o no es más que una mera invención? ¿Nos hemos acostumbrado a trazar una línea demasiado rígida entre amistad y sexo?
Hace unos meses nos preguntábamos si puede existir la amistad "sin más" entre un hombre y una mujer. Hoy formulamos la pregunta a la inversa: ¿qué pasa cuando dos amigos mantienen relaciones sexuales?
La ciencia defiende la importancia de mantener relaciones con amigos
Varios estudios sostienen ya que tener una noche de sexo apasionado con un amigo no solo no es perjudicial, sino que podría robustecer la relación. Por tanto, ya no habríamos de ponderar siempre y elegir entre una cosa o la otra.
La reflexión que la mayoría de personas suelen hacer al respecto es que, una vez se ha mantenido una relación sexual con un amigo, la relación siempre se acaba estropeando porque uno de los dos acaba enamorándose del otro y por tanto las cosas pasan a un nivel distinto.
Investigación
Un extenso estudio elaborado en la Boise State University ha confirmado que el pensamiento generalizado es falso y que el sexo entre amigos, efectivamente, es capaz de mejorar la relación, por lo menos, en la mayoría de casos que analizaron.
Se encuestaron a 300 personas, y más del 75% reconoció que haber mantenido relaciones sexuales con un amigo o amiga había fotalecido su amistad. El 20% admitió, en la misma línea, que en algún momento de sus vidas había tenido sexo con un amigo próximo y que, lejos de estropear la amistad, el contacto íntimo había hecho que se sintieran más unidos como amigos.
Parece que cada vez son más las personas que están dispuestas a mantener contacto sexual esporádico con un amigo sin necesidad de confundir los sentimientos ni que por ello se tambaleen los cimientos de la amistad.
Las parejas que empiezan como una simple amistad suelen ser más duraderas
Otra de las conclusiones del estudio es la siguiente: el 50% de los encuestados que tenían pareja y habían empezado su relación actual desde una simple amistad, todavía permanecían unidos a su pareja. Dicho de otro modo: las personas que empiezan siendo amigos y que luego pasan a ser novios, tienen mayores probabilidades de durar más tiempo.
Esto puede ser debido a que el nivel de confianza y entendimiento es mayor en estos casos que en el de personas que rápidamente se conocieron y se emparejaron sin haber pasado por el estadio de la amistad.
Algunos consejos sobre sexo y amistad
A pesar de todo, los investigadores llegaron a ciertas conclusiones acerca de la práctica de mezclar amistad con sexo. Aquellos que tengan en mente llevar una relación de amistad "con roce" deben ser conscientes de varias cosas.
Una, que deben conocer bien a la otra persona y dejar claro de antemano qué esperamos de ello, para no dar lugar a expectativas irreales que puedan acabar hiriendo a alguien. Dos, priorizar la amistad a las relaciones íntimas si esto último puede acarrear consecuencias negativas para uno de los dos. Uno de los principales inconvenientes de tener un afer con un amigo o amiga es, precisamente, que podamos estar abonando el terreno para una amistad potencialmente tóxica. Por tanto, hay que ir con cuidado e intentar hacer bien las cosas.
A pesar de que culturalmente no está muy aceptada la idea de que los amigos pueden tener sexo sin que uno de los dos salga herido de la experiencia, esta investigación que hemos explicado sitúa en el punto de mira la rapidez con que nuestra forma de relacionarnos está mutando, y así nuestra concepción sobre lo correcto y lo incorrecto.
¿Cuál es tu opinión? ¿Has mantenido relaciones con un amigo? ¿Qué ocurrió? Puedes dejarnos un comentario más abajo o debatirlo con nosotros en nuestras redes sociales. ¡Te esperamos!
Referencias bibliográficas:
- Affifi, W. & Faulkner, S. (2000). On being "just friends": The frequency and impact of sexual activity on cross-sex friendship. Journal of Social and Personal Relationships, 17(2), 205-222.