En un mundo y sociedad cada vez más hiperconectadas, en las que las opiniones de los demás son prácticamente imposibles de evitar, también son objeto de juicio nuestras capacidades y conductas relacionadas con el trabajo. Las expectativas y estándares profesionales parecen aumentar constantemente, dando lugar a un fenómeno psicológico cada vez más común: el síndrome del impostor.
Este sentimiento, aunque cada vez experimentado por más personas, es a menudo silencioso y desestabilizador, minando la confianza y autoestima de quienes lo viven. Y es que es muy difícil conseguir evitar los sentimientos del síndrome del impostor, tal y como expresan profesionales altamente cualificados; “se lucha contra él a lo largo de toda la vida y la experiencia laboral”. El síndrome del impostor afecta a todas las profesiones, pudiendo tener graves repercusiones en la salud mental de estas personas.
En este artículo, exploraremos qué es el síndrome del impostor y cómo puede ser una barrera invisible que limita nuestro potencial profesional. Nuestro objetivo principal es fomentar la autorreflexión y darnos cuenta de que, al igual que el síndrome del impostor nace de nuestra inseguridad y falsas creencias, podemos deconstruirlo, desmontarlo y superarlo.
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¿Qué es el síndrome del impostor?
Para empezar, resulta importante delimitar claramente de qué se trata este fenómeno psicológico. El síndrome del impostor afecta a personas de todas las edades, géneros y niveles de experiencia en diversas profesiones, y se caracteriza por una sensación persistente de duda sobre las propias habilidades y un miedo constante a ser descubierto como un fraude. Aquellos que lo experimentan suelen atribuir sus éxitos a la suerte o a factores externos en lugar de reconocer sus propias habilidades y esfuerzos como la causa principal de su logro.
A pesar de su alta prevalencia, muchas personas que luchan con estas creencias tienden a mantenerlo en secreto, temiendo que, si admiten sus dudas, serán percibidas como incompetentes o inseguras. En realidad, es un sentimiento común entre individuos altamente competentes y perfeccionistas, lo que significa que incluso aquellos que tienen un historial exitoso pueden verse afectados.
Las características del síndrome del impostor pueden variar, pero algunos de los sentimientos y pensamientos comunes incluyen:
- Percepción de no ser suficientes: Las personas con el síndrome del impostor a menudo sienten que no están a la altura de las expectativas, a pesar de pruebas claras de éxito y habilidad.
- Atribución del éxito a factores externos: En lugar de reconocer sus méritos, se tiende a atribuir el éxito a la suerte, la ayuda de otros o a circunstancias especiales.
- Miedo a ser descubierto: Temen que, en cualquier momento, alguien revelará que no son tan competentes como parecen, lo que los lleva a vivir en constante ansiedad.
- Autoexigencia excesiva: Establecen estándares extremadamente altos para sí mismos y a menudo se sienten insatisfechos, incluso cuando alcanzan el éxito.
El impacto en la carrera profesional
El síndrome del impostor, aunque en muchos casos es un fenómeno interno y silencioso, puede tener un impacto significativo en la carrera profesional de las personas. Sus efectos pueden ser sutiles pero perjudiciales, limitando el potencial y el crecimiento en el ámbito laboral. El impacto del síndrome del impostor en la carrera profesional puede ser:
1. Estancamiento profesional
El síndrome del impostor puede llevar a la evitación de oportunidades de desarrollo y promoción. Las personas que se sienten como impostores a menudo dudan de su capacidad para asumir roles más exigentes, lo que puede llevar a un estancamiento en su carrera.
2. Sobrecarga de trabajo
Paradójicamente, aquellos afectados por el síndrome del impostor a menudo trabajan más duro para compensar sus supuestas deficiencias. Esta sobrecarga de trabajo puede llevar al agotamiento y al deterioro de la salud física y mental.
3. Miedo al fracaso
Las personas con el síndrome del impostor a menudo temen el fracaso y la crítica. Como resultado, pueden evitar tomar riesgos profesionales, lo que limita su crecimiento y su capacidad para aprender de la experiencia.
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4. Baja autoestima laboral
El síndrome del impostor puede erosionar la autoestima en el lugar de trabajo. Las personas afectadas pueden sentirse inseguras al expresar sus opiniones o tomar decisiones importantes, lo que puede llevar a la falta de confianza de los colegas y superiores.
5. Dificultad en la toma de crédito
Incluso cuando obtienen reconocimiento y elogios, quienes padecen el síndrome del impostor pueden tener dificultades para aceptarlos y tomar el crédito que merecen. Esto puede socavar su reputación y relaciones profesionales.
6. Ansiedad y estrés
El síndrome del impostor a menudo se acompaña de ansiedad y estrés. Estas emociones pueden afectar la calidad de vida y el desempeño en el trabajo, creando un círculo vicioso de negatividad.
Superar el síndrome del impostor
A pesar de los desafíos que presenta, el síndrome del impostor es algo que se puede superar. A modo de conclusión, aquí hay algunas estrategias y consejos efectivos para ayudar a liberarse de limitaciones y alcanzar el éxito profesional:
1. Autoconciencia
El primer paso para superar el síndrome del impostor es reconocer que lo estás experimentando. La autoconciencia te permite abordar tus dudas y miedos de manera constructiva.
2. Cambia tu diálogo interno
Desafía tus pensamientos negativos y autocríticos. Reemplaza las autocríticas con afirmaciones positivas sobre tus habilidades y logros.
3. Aprende a aceptar el fracaso
El fracaso es una parte natural del crecimiento. En lugar de temerlo, considera los fracasos como oportunidades de aprendizaje que te ayudarán a mejorar.
4. Establece metas realistas
Define metas alcanzables y descompón tus objetivos en pasos más pequeños y manejables. Esto te ayudará a seguir avanzando y a ganar confianza a medida que logras cada paso.
5. Aprende a recibir elogios
Aprende a aceptar elogios con gratitud en lugar de minimizarlos. Aprende a decir "gracias" en lugar de "fue suerte" y a entender y aceptar tus capacidades.
6. Actualiza tus habilidades
La formación continua y el aprendizaje pueden aumentar tu confianza en tus habilidades y conocimientos, sintiéndote competente y cumpliendo con las expectativas laborales depositadas en ti.
7. Busca apoyo profesional
Si el síndrome del impostor afecta significativamente tu vida y carrera, considera buscar la ayuda de un terapeuta o consejero especializado en este tema.
¿Qué deben hacer las empresas y los líderes de equipos?
Tal y como hemos visto, el síndrome del impostor no solo perjudica a la persona que la sufre de manera directa; también repercute negativamente en las empresas, ya que limita el aprendizaje y desarrollo profesional de sus trabajadores, haciendo que entren en un círculo vicioso e autosabotaje. Por eso, es clave que las organizaciones incorporen en sus programas de Recursos Humanos un tipo de formación que enfatice la vulnerabilidad de reconocer lo que nos queda por aprender para poder aprenderlo. Al valorar la diversidad y considerar los errores como oportunidades de aprendizaje, las empresas pueden fortalecer su adaptabilidad y resiliencia.
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En este sentido, haciéndonos eco de la psicóloga Carol Dweck, en Escuela Europea de Coaching establecemos una distinción entre mentalidades fijas y mentalidades de crecimiento. Mientras que la primera puede limitar el desarrollo, la segunda impulsa la evolución a través del esfuerzo y la formación constante.
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