Existen muchos tipos de personas, mientras algunas son más bien prácticas y se desenvuelven muy bien en entornos donde reciben órdenes y no han de razonar mucho, otras son grandes pensadoras y no encajan en trabajos monótonos, porque su mente está siempre activa y necesitan autorrealizarse en este sentido.
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Cómo son los grandes pensadores
Los grandes pensadores son personas que pasan gran parte de su vida dedicando su tiempo a lo que les gusta y les motiva, sienten una especie de impulso que hace que se vuelvan expertos en un área determinada. Así pues, hay muchos pensadores que se han convertido en personas conocidas por sus aportaciones: Descartes, Freud, Skinner, Aristóteles, Platón o Maslow son algunos ejemplos.
Sin embargo, hay personas que, a pesar de no ser tan conocidas, también poseen una mentalidad reflexiva y original.
Características y actitudes en común de las mentes brillantes
Pero, ¿qué rasgos en común tienen este tipo de personas? ¿Qué características o actitudes muestran? ¿Qué las hace diferentes? Puedes encontrar las respuestas a estas preguntas a continuación:
1. Trabajan por pasión, no por dinero
Si algo caracteriza a este tipo de personas es que su motivación no es el dinero, sino que hay un impulso en su interior que hace que trabajen en lo que les apasiona. Eso es lo que les motiva y les hace felices, y por eso no les supone un gran esfuerzo.
Al menos, esto es lo que piensa Dan Pink, autor del libro La sorprendente verdad sobre qué nos motiva. “El dinero es una motivación extrínseca, pero para estos individuos la motivación intrínseca es lo que les hace seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles. Es lo que les llena”, afirma el experto.
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2. Son sacrificados
Y claro, cuando alguien persigue su gran pasión y la motivación nace desde su interior, sigue remando contracorriente si es necesario. Los grandes pensadores se sienten bien con lo que hacen y eso es lo que les importa. Esto les otorga una gran capacidad de sacrificio, porque no hay dinero que pueda pagar la recompensa de hacer lo que uno realmente desea.
3. Disfrutan de la soledad
Ya que este tipo de personas se mueven gracias a su motivación intrínseca, no requieren de la aprobación de los demás y piensan por sí mismas en lugar de dejar que sean otros los que tomen las decisiones por ellas. Esto les convierte en individuos que disfrutan de los momentos de soledad, donde se encuentran consigo mismos y con sus propios pensamientos y emociones.
4. Son críticos con su trabajo
Al ser personas pensativas, suelen ser críticas consigo mismas y con su trabajo. Raramente se contentan con lo que han logrado y siempre quieren ir más allá. Esto puede ser positivo en algunos aspectos, pero también pueden hacerles sentir frustradas con más facilidad si tienen una percepción negativa de sí mismas.
Al respecto, es conocido el caso de uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos, Paco de Lucía, admirado por tantos por su genialidad, pero que era incapaz de escuchar sus propias obras porque creía que siempre se podían mejorar. Es considerado el mejor guitarrista flamenco de todos los tiempos, algo que es obvio cuando se le escucha, pero él era incapaz de disfrutar de sus obras.
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5. Buscan superarse
Al no estar satisfechas con su trabajo, estas personas siempre quieren más y luchan por ir siempre un paso más allá. Les gusta poder influir en otros individuos y, aunque disfruten de su soledad, desean obtener reconocimiento por su trabajo. Son personas ambiciosas.
6. Dedican muchas horas a su especialidad
Estos individuos pueden tener acceso a grandes universidades, pero eso no es realmente el motivo de que lleguen a donde llegan. Si acceden a universidades prestigiosas es, precisamente, por su gran potencial. En realidad, los títulos no son lo que les hace grandes pensadores, sino su dedicación a una especialidad determinada.
Hay personas autodidactas que fracasan en los estudios y, sin embargo, son muy buenos artistas o tienen un gran dominio en una determinada área. Esto concuerda con el punto uno. En otras palabras, se mueven por su gran pasión.
7. Son curiosos
Hay que tener claro que este tipo de personas tienen algo que las hace distintas, y es que son curiosas. Siempre están explorando, buscando la relación existente entre las cosas que ocurren a su alrededor. Tienen que encontrar una explicación a los hechos, si no, no están conformes.
8. Son creativos
La curiosidad las convierte en personas creativas, que rechazan clichés y normas sociales. Sienten la necesidad de actuar de manera distinta, y son capaces de generar ideas soluciones genuinas y originales ante los problemas.
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9. Compromiso
La curiosidad y la creatividad no son exactamente sinónimos, aunque sí que están relacionadas. Las últimas investigaciones sobre creatividad afirman que las personas creativas no solamente son curiosas, sino que son personas muy metódicas, que están bastante obsesionadas con su especialidad. Esto quiere decir que las ideas creativas no suelen surgir de la noche a la mañana, sino que es más bien fruto del empeño y el compromiso a largo plazo con algo.
Al dedicarle más tiempo, generan más ideas y se cuestionan más cosas hasta llegar a las soluciones que buscan. Este rasgo es característico de las personas creativas también lo es de los grandes pensadores.